La lista de convocados facilitada el pasado sábado por José Bordalás para viajar a Tarragona no sólo tuvo el cometido de señalar con el dedo a futbolistas como Tena, Raúl Fuster, Martí Crespí y Paco Esteban como máximos responsables de la rebelión que hubo el miércoles contra el entrenador, sino que también deja bien a las claras que el preparador franjiverde no cuenta con ellos para la próxima campaña.

Martí Crespí regresará al Mallorca, equipo al que pertenece -está cedido- y a Paco Esteban, que finaliza contrato el 30 de junio, no se le renovará. El club tiene una cláusula por medio de la cual puede ampliar su contrato un año más, pero que no lo va a ejercer. Sí lo podría hacer con Ripa e incluso con Patri, pero no con Charpenet, que llegaron en el mercado invernal y firmaron un documento semejante.

Por su parte, tanto Raúl Fuster como Tena, con contrato en vigor, tienen muy difícil seguir vistiendo la camiseta franjiverde. Se les va a sugerir que se busquen equipo ya que Bordalás no los quiere en la plantilla de la próxima campaña. Eso puede tener un coste económico.

En ese nivel también pueden estar otros futbolistas de la plantilla que viajaron a Tarragona, pero que no entran en los planes de futuro del club. Está el caso de Samuel. Esta semana se hablará con sus representantes y se les va a decir que si le llega una oferta el Elche no va a poner ningún freno para que se vaya. El futuro de Santos, a pesar de que Ramírez ha prometido su renovación y ha dicho que lo quiere Bordalás, tampoco está asegurado. El cancerbero Jaime, con un año más de contrato, tampoco tiene clara su continuidad, mientras que Trejo, Perera, Ximo Navarro, y el citado Martí Crespí volverán a sus respectivos equipos, de donde llegaron al Elche a principio de la actual temporada en calidad de cedidos

Si a estos unimos la marcha de Saúl, Usero y Óscar Rubio, que acaban contrato, y la posible venta de Willy, Molina o Juli, la plantilla puede quedarse en cuadro.