La crisis de precios que atraviesa el sector ganadero ha provocado la desaparición de casi una cincuentena de explotaciones en la provincia en tan sólo en un año. Un informe de la organización agraria Unió-Coag refleja que de las 635 granjas registradas en 2006 se ha pasado a las 588 actuales, lo que significa un acusado descenso del 7%.

El estudio se ha realidado de acuerdo con los datos de contratación del seguro de recogida de cadáveres de animales, "que sin ser obligatorio lo suscribe la práctica totalidad de ganaderos de la provincia", según subraya la organización agraria, que incide en que la bajada en un 7% "demuestra la importancia de la crisis en la que está sumido el sector".

Esta situación se deriva del encarecimiento de los cerales por el aumento de la demanda mundial y la disminución de la producción, entre otras cosas, por destinarse parte de ella a la transformación de biocarburantes, sector en auge en todo el planeta. Este encarecimiento ha supuesto a los ganaderos un aumento del precio de los piensos de más de un 44% y unas pérdidas -entre incremento del coste y el descenso del precio- de más de 19.000 euros por cada explotación, según un estudio anterior de Coag.

El hecho es paradójico porque "mientras los productores reciben cada vez menos por la venta de sus animales, en las tiendas, los consumidores cada vez pagan más. Se les culpabiliza del aumento del precio de los alimentos, de la inflación y del IPC y, ahora, se observa que el precio en origen está hundido pero que esta situación no se traslada al precio final que debe pagar al consumidor", según denuncia Joan Brusca, secretario general de Unió Coag. De las 47 granjas que han dejado la actividad en la provincia, 39 son de ganado vacuno y las ocho restantes, de porcino, ovino-caprino, cunícuola y avícola.

En el ámbito de la Comunidad Valenciana, el número de explotaciones que han abandonado la actividad en los últimos doce meses fue de 410. Para Coag, estas cifras revelan la necesidad de "soluciones de urgencia". Joan Brusca asegura que las medidas iniciadas hasta el momento por el Ministerio de Agricultura y por la Conselleria de Agricultura "no han sido efectivas", por lo que advierte de nuevos abandonos "si no se establecen medidas urgentes que ayuden de forma directa a los productores".

La provincia que más ha acusado la crisis ha sido la de Castellón, que ha perdido 274 granjas en sólo un año y, después, Valencia, con 89. En estos momentos, la Comunidad cuenta con 4.163 explotaciones ganaderas, que representan una disminución del 8,97% con respecto a 2006.