Inquietud entre la plantilla de Intrum en Alicante ante el ERE de la compañía

Los trabajadores de Intrum en Alicante han mostrado su rechazo y su malestar ante el anuncio de la compañía de poner en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a unos 600 de los 2.200 empleados con los que cuenta el grupo en todo el país. Una decisión que se produce apenas unos meses después de que el conglomerado de origen sueco –que ya era propietario de marcas inmobiliarias como Solvia o Aktua- comprara también Haya Real Estate.

Los trabajadores aseguran sentirse "estupefactos" ante una decisión que no comparten y denuncia la merma de plantilla y el deterioro de las condiciones laborales que han sufrido en los últimos años, según apuntan en un comunicado de UGT.

Desde el sindicato recuerdan que Intrum se estableció en Alicante a raíz de la compra de Solvia, la antigua inmobiliaria de Banco Sabadell que, a su vez, tuvo su germen en Mediterránean, filial de la desaparecida CAM. Según explican, en el momento de la operación la firma contaba con más de 600 trabajadores en Alicante que, tras los recortes y las salidas que se han registrado a lo largo de estos años, se han reducido hasta 255 en la actualidad. Una cifra que ahora volverá a mermar ya que el grupo ha anunciado que el ERE afectará a todos los centros de trabajo.

UGT también denuncia que los empleados del grupo han visto reducirse su poder adquisitivo en un 30% en los últimos años, sin que la empresa haya adoptado medidas para paliar las subidas del IPC. "Estos condicionantes han convertido a Intrum en un barco que todo el mundo quiere abandonar justo antes de un ERE", asegura el comunicado.

Desde el sindicato recuerdan que Intrum tiene presencia en diez países y que en la actualidad gestiona más de 100.000 activos para bancos, fondos de inversión y otros colectivos. Fue en mayo del año pasado cuando la compañía sueca anunció la compra de su competidor Haya Real Estate, una operación que se cerró en septiembre y por la que el grupo desembolsó 136 millones de euros, tras obtener la autorización de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

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La operación aportó a Intrum la gestión de una cartera de activos inmobiliarios por un valor superior a los 10.000 millones de euros, según informó en su día la propia compañía.