Entrevista

Eduardo Baamonde (Cajamar): «Se está produciendo una polarización también en la economía y eso nos preocupa»

El presidente de Cajamar advierte de las consecuencias que la inflación o la subida de tipos ha tenido sobre los colectivos más vulnerables y defiende el modelo de proximidad que aplica su entidad

El presidente de Cajamar, durante la entrevista celebrada en el ADDA.

El presidente de Cajamar, durante la entrevista celebrada en el ADDA. / Pilar Cortés

David Navarro

David Navarro

El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, reclama un crecimiento económico más equitativo y un modelo de banca de proximidad, que ha llevado a la cooperativa de crédito que dirige a tener más de un tercio de su red en municipios de menos de 5.000 habitantes. Esta semana ha participado en el congreso Opendir en Alicante, donde mantuvo una charla con el presidente de Microsoft España, Alberto Granados, y donde atendió a INFORMACIÓN.

Cajamar cerró el año pasado con 127 millones de beneficio, un 68% más. ¿Qué perspectivas tienen para este año?

Está siendo un buen año, los primeros meses han ido bien y creemos que, incluso, va a ser mejor que el año pasado. Pero a nosotros lo que nos importa es analizar cómo va a ir la economía española y cómo va a afectar a las familias; cuál va a ser el impacto de la inflación cómo van a evolucionar los tipos, etc. Porque nuestra entidad no está para conseguir beneficios y distribuirlos. Nosotros somos una cooperativa de crédito y nuestros socios son también nuestros clientes. Hablamos de agricultores, ganaderos, pymes y micropymes y eso es lo que realmente nos importa. Tenemos que tener resultados, sobre todo para tener la solvencia y la viabilidad necesaria para prestar el servicio que prestamos, pero solo somos un instrumento.

Entonces, ¿cómo ve la evolución de la economía española?

Vemos que ahora mismo se está produciendo una polarización también de la economía, y eso nos preocupa. Vemos cómo la inflación ha impactado, sobre todo, en las familias y particulares con menor poder adquisitivo. También nos preocupa el precio de las viviendas, el acceso al trabajo, los salarios de los jóvenes... Creemos que España es un país extraordinariamente activo, productivo, internacionalizado, y con sectores tan importantes como el agroalimentario, como el sector turístico, pero eso tiene que irradiar en beneficio de todos y, sobre todo, conseguir una economía más equitativa.

Ha apuntado a los tipos de interé, ¿cuándo empezarán a bajar?

Los mercados ya están descontando que va a haber una reducción de tipos a partir del mes de junio -que es, además, lo que ha anunciado el Banco Central Europeo-, pero todo va a depender de cómo evolucione la inflación. Ahora mismo todos cuentan con que va a haber una reducción de tipos, y creo que eso podría ser positivo, sobre todo para descomprimir a las familias, las empresas más apalancadas y para el crecimiento económico en general.

¿Cómo va la demanda de crédito?

No va mal. Al final, el mundo se mueve y las empresas tienen que producir y tienen que invertir. Ahora mismo, la sostenibilidad, que es una apuesta decidida por parte del tejido socioeconómico, está obligando también a hacer inversiones en reducción de huella de carbono, en mejora de la eficiencia energética, y todo eso requiere de financiación. Otra cosa es que, a lo mejor, algunas grandes decisiones se está esperando un poco a ver lo que pasa en junio, pero lo que es la decisión del día a día, lo que son los créditos de circulante, están funcionando.

El presidente de Cajamar, en otro momento de la entrevista.

El presidente de Cajamar, en otro momento de la entrevista. / Pilar Cortés

¿Cómo logra competir una entidad mediana en un sector dominado por los grandes bancos?

Buscando la diferenciación y nuestra diferenciación es la proximidad, el conocimiento experto del sector agroalimentario. Tenemos dos centros de experimentación y dedicamos el 10% de nuestros beneficios a transferencia de conocimiento al sector. Hacemos estudios, formamos a los agricultores y todo eso nos permite tener la confianza del sector, que luego se transforma en negocio. Y en el caso de los particulares, es nuestra proximidad, física y emocional, nuestra atención al cliente y que siempre tenga una respuesta de una persona a todos los requerimientos que nos pueda hacer.

¿Qué peso sigue teniendo el sector agroalimentario en sus cuentas?

Si se descuentan las hipotecas, en el caso del crédito empresarial representa cerca del 33%. Eso es mucho para una entidad, pero es que nuestra cuota de mercado en el sector primario en España es del 16% y estamos creciendo. Nos estamos expandiendo hacia el norte y hacia el oeste del país, en zonas evidentemente agrícolas y ganaderas.

Comenta la importancia que tiene el campo para Cajamar, pero, ¿cómo compiten en las zonas urbanas?

A ver, un tercio de nuestra red de oficinas está en localidades de menos de 5.000 habitantes y eso es un volumen muy alto. En muchas somos la única entidad que queda. Pero es cierto que también queremos tener presencia en las ciudades. Ahora ya estamos en todas las comunidades y estamos abriendo en ciudades que a algunos les puede sorprender, como Teruel o Plasencia, en Cáceres, y vamos a abrir en Galicia. En las zonas en las que no tenemos tanta capilaridad como en el Sudeste, elegimos localidades que permitan tener accesibilidad a nuestros clientes. Nosotros seguimos entendiendo el negocio como un negocio de proximidad.

Cada vez hay más quejas por el trato que se da a los clientes en las entidades, ¿están justificadas esas quejas?

Nosotros ahí tenemos que reconocer que estamos bien parados. Tenemos una valoración alta y estamos dentro del top tres de valoración de clientes. Creo que tenemos que darnos cuenta de que el cliente ha cambiado, cada vez es más exigente y demanda, sobre todo, una respuesta inmediata. Es un cliente cada día más digital, pero eso no exime que no tenga urgencias y quiera llamar por teléfono. En esas ocasiones tiene que haber una persona al otro lado. A veces gestionar una incidencia es una oportunidad porque los clientes cada día vienen menos a las oficinas y es una forma de contactar con él, tenerlo presente, que te vea y te visite. Además, los clientes que mejor nos valoran son, precisamente, los de mayor edad, que son un colectivo muy sensible.

Eduardo Baamonde.

Eduardo Baamonde. / Pilar Cortés

¿Qué opina de la nueva Autoridad de Defensa de Cliente Bancario que prepara el Gobierno?

La regulación al final lo que pone de manifiesto es una sensibilidad de la sociedad, por lo que creo que esa figura puede tener sentido. Pero también creo que la excesiva regulación no resuelve todos los problemas. Nosotros hemos suscrito todos los códigos de buenas prácticas, pero entendemos que muchas veces esa regulación también comprime. Yo creo que tenemos que tener la relación flexible con nuestros clientes y muchas veces de la relación bilateral entre cliente y entidad se encuentra mejor la solución que de una decisión reglamentaria.

¿Y qué opina del impuesto a la banca?

La banca española está dentro del sistema del mecanismo único de supervisión europeo, por lo que cualquier impuesto que se aplique en España y que no aplique en otros países puede crear elementos de distorsión. Hay que verlo todo en su contexto y recordar también que la banca para poder invertir en tecnología, para poder dar servicios y para poder ser solvente, tiene que tener resultados. En una situación coyuntural de emergencia todos somos sensibles, pero no podemos convertirlo en permanente, porque nos hace perder competitividad frente al resto.