¿Y si reinventásemos la Abogacía? Reflexiones para mantenerse competitivo en la era cognitiva

Desde el Internet hasta la inteligencia artificial, la Abogacía ha visto a su industria reaccionar a los nuevos contextos facilitados por la era digital. La irrupción de tecnologías disruptivas ha impulsado el emprendimiento y nuevos modelos de negocio enfocados a satisfacer las necesidades de una profesión que sufre una gran presión por tiempo y honorarios como de un consumidor de servicio jurídicos pegado a un smartphone.

Con el objetivo de establecer un espacio donde reflexionar acerca de cómo la tecnología, IA mediante, puede ayudar a la abogacía a seguir manteniéndose competitiva en estas curvas de innovación y de disrupción tecnológica, Metabogacía, UNAES e INFORMACIÓN organizaron, el pasado martes, 23 de abril, el encuentro «NAF - Nueva Abogacía Forum» en el Club Información. 

Moderado por Sandro García, CEO de Metabogacía, el evento se estructuró en 4 mesas redondas, en las que participaron Alejandro Padín, socio y responsable de economía de datos, privacidad y ciberseguridad en Garrigues; Miguel Ángel Román, cofundador del Instituto de Inteligencia Artificial (IIA); Andrés Desantes, CEO de 1Millionbot; Juan José Cortés, director general de innovación de GVA; Ignacio Gally, decano del ilustre Colegio de la Abogacía de Alicante (ICALI) y Carlos Zarco, presidente de Metabogacía. 

La abogacía del siglo XXI

Este tipo de tecnologías entrañan innumerables ventajas, pero también una serie de desafíos: cómo garantizar la seguridad, la cofidencialidad y la ética de los datos, cómo adaptarse a las nuevas demandas y expectativas de los usuarios o cómo mantener su competencia, entre otros. Conscientes de ellos, este evento se planteó como una invitación a explorar un horizonte donde la tradición se encuentra con la innovación desafiando las convenciones para imaginar un nuevo paradigma legal.

Haciendo alusión a la conocida huelga convocada por los taxistas en el año 2018, en la que señalaban a los VTC’s como culpables de sus males, Sandro García quiso explicar cómo, a través de la unión, los abogados pueden lograr invertir en soluciones legaltech efectivas, dirigidas a ser más rentables, más eficientes y, sobre todo, a empatizar mejor con la psicología de un consumidor de servicios jurídicos cada vez más dígital, proactivo, exigente e impaciente. «Metabogacía es una propuesta de convergencia innovadora entre la abogacía tradicional y la nueva abogacía,donde se fusiona la ABOGACÍA como la parte esencial del derecho de acceso a la justicia, la TECNOLOGÍA para aportar valor a la profesión, y la COOPERATIVA como la mejor forma para colaborar entre profesionales y alcanzar metas comunes», explicó García.

El CEO de Metabogacía invitó a la abogacía, a que hagan uso de la IA como herramienta para prosperar en su trabajo: «La IA no se va a quedar con el trabajo del abogado, sino aquel profesional que utilice bien la IA será el que se quedará con el trabajo de aquel abogado o abogada que la ignore o la utilice mal». 

Además, el ponente detalló las claves para poder superar estas curvas de innovación y disrupción tecnológica: la primera clave para abrazar la IA pasa por aprender a gestionar el EGO. Solo así la Abogacía podrá provocar un cambio cultural que una vez interiorizado le permita abrazar las bondades de la tecnología y ver su actitud recompensada en términos de reputación, crecimiento profesional y, quizás lo más importante para muchos, en una mayor cartera de clientes en en los años venideros; la segunda pasa por una adecuada gestión de la marca personal online, que es lo que va a permitir a los profesionales presentarse ante los clientes que habitan en Internet y darles ese valor y confianza que necesitan. «En este contexto de cambio exponencial estructural, la abogacía tiene más que nunca que tomar una decisión acerca de si quiere ser víctima del futuro o arquitecta del futuro», concluyó Sandro García. 

Abogacía VS IA: dos fuerzas destinadas a entenderse

Tomando como base las siguientes variables: una sobrepoblación de abogados en España, el potencial de la inteligencia artificial cada vez más competente para realizar tareas cada vez más complejas y el conocido tradicionalismo de una profesión sometida a un estrés por tiempo y nivel horario, ¿qué circunstancias tienen que darse para que ambas fuerzas vayan de la mano?

«Lo primero que tenemos que hacer es entender que la IA es una herramienta para hacernos más productivos, es una ayuda y no una amenaza. La tecnología nos hace la vida más fácil, no nos quita el trabajo. La IA es una herramienta increíble para abogados, es como una calculadora de palabras, permite generar palabras más rápido y más fácil», declaró Miguel Ángel Román, cofundador del Instituto de Inteligencia Artificial (IIA). 

La IA generativa ha tenido mucho impacto y ha generado gran revuelo en la opinión pública. Esta puede crear ideas y contenidos nuevos, como conversaciones, imágenes, videos y música. De este modo, se puede entrenar para que aprenda lenguaje humano, lenguajes de programación, o cualquier tema complejo, y reutiliza los datos de entrenamiento para resolver nuevos problemas. «Desgraciadamente, no nos va a quitar trabajo. Ni nos va a hacer las demandas, ni nos va a decidir la estrategia procesal de un litigio, ni tiene la inteligencia emocional que tienen los abogados para con el cliente. Y si en algún momento llega a desarrollarse lo suficiente como para asumir el puesto del abogado, será porque en ese momento histórico el puesto del abogado ya no tiene que ser el que era», explicó Alejandro Padín, socio y responsable de economía de datos, privacidad y ciberseguridad en Garrigues. 

«Probablemente lo que va a pasar es que se va a eliminar ciertos puestos de despachos de abogados. La abogacía utiliza de manera muy intensiva los datos, y con el uso de la IA hemos visto que mejora la eficiencia hasta 10 veces más. Muchas tareas repetitivas que hoy hacen los abogados, se pueden automatizar casi al 100%. El valor va a volver a ser el ser humano y el contacto humano», anunció Andrés Desantes, CEO de 1Millionbot. 

En ese momento, se abrió uno de los grandes debates: ¿conseguirá la IA eliminar algunos puestos de trabajo? Los tres ponentes llegaron a la conclusión de que la IA no eliminará puestos de trabajo, sino que les proporcionará otras tareas. En un futuro, por ejemplo, un pasante ya no tendrá que redactar la fundamentación jurídica, pues la IA generativa podrá hacerlo mejor que las personas al tener una capacidad mucho mayor para interrelacionar conocimiento. Una nueva labor que tendrá que realizar será saber qué tiene que preguntar a la herramienta y qué peticiones tiene que hacerle. «La figura del abogado ya es otra historia, pues es el que tiene la esencia basada en la experiencia y el conocimiento profundo jurídico», añadió Padín. 

El moderador apostilló la necesidad de formación sobre tecnología en el ámbito del Derecho: «Los estudiantes tendrán entonces que tener ciertas nociones digitales para poder moverse cómodamente por los despachos e interactuar bien con la tecnología». 

¿Y si reinventásemos la abogacía?

La Inteligencia Artificial es una herramienta de gran ayuda para el sector de la abogacía. Tomando como punto de partida esta premisa, es importante resaltar cómo poder implantarla para sacar el máximo provecho de ella y que se convierta en el aliado perfecto. Para ello, esta tercera mesa contó con la presencia de Juan José Cortés, director general de innovación de GVA; Ignacio Gally, decano del ilustre Colegio de la Abogacía de Alicante (ICALI) y Carlos Zarco, presidente de Metabogacía.

«La IA es una herramienta. No va a quitar ningún empleo, simplemente serán diferentes. El principal reto de la abogacía es el cambio de cultura. Tenemos que hacernos a la idea de que iremos convirtiéndonos más en prestadores de servicios legales que en abogados al uso», comentó Cortés, atribuyendo esto a un inevitable cambio generacional y a los avances que está sufriendo la sociedad en estos últimos años.

En esa misma línea, Zarco resaltó la importancia que tiene la formación en estas nuevas herramientas: «Como abogados tenemos la obligación de velar por el cumplimiento de los derechos fundamentales», poniendo en valor la figura del abogado como profesional con sensatez, sensibilidad, ética y moral. «Esto nunca lo va a poder tener la IA», concluyó. 

«Lo que tenemos que hacer los abogados es utilizar todas las herramientas que estén a nuestro alcance para conseguir los mejores resultados. Si al final conseguimos redactar más demandas con el uso de la inteligencia artificial, el abogado tendrá que focalizarse en otros aspectos que son igual de importantes», quiso destacar Gally.  

Caso práctico: 1Millionbot

Andrés Desantes, CEO de 1Millionbot, dio a conocer el funcionamiento de «E-law», el servicio ofrecido por 1 Millionbot que brinda asesoramiento legal utilizando IA generativa. Esta herramienta utiliza tecnología de chatbots para proporcionar respuestas a preguntas legales comunes de manera rápida y accesible.

Juan José Cortés Vélez, Director General de Innovación de la GVA: «En la Comunitat Valenciana contamos con una Estrategia de Inteligencia Artificial»

¿Qué aplicaciones reales tiene actualmente la IA en Derecho?

En los despachos es una herramienta que ayuda a mejorar la eficiencia y calidad de los servicios legales, así como en la automatización de procesos. 

En general, las oportunidades que ofrece la IA en el campo del derecho son: la resolución en línea de consultas, análisis datos y gestión de riesgos, entre otras.

¿Cuáles son los desafíos asociados con el uso de IA en la práctica legal?

El principal desafío que destacaría es la cultura. Es necesario afrontar un cambio y adaptación del ejercicio de la profesión a las nuevas exigencias y estándares para que los profesionales se conviertan en prestadores de servicios legales, en lugar de abogados al uso. 

Esta reconversión incluye desarrollar una estrategia de trabajo encaminada a la utilización de las herramientas de IA adecuadas a las demandas actuales y al ámbito de trabajo. Los algoritmos de IA actuales tienen limitaciones que es importante identificar y abordar para minimizar las posibles consecuencias negativas de su uso. Por lo que, puede dar lugar al uso sesgado de los modelos algorítmicos. En esta área, también investigamos el impacto social y cultural de la IA.

En esta línea, otros retos asociados con el uso de la IA que habrá que trabajar son la posible reproducción de sesgos machistas, racistas, clasistas, edadistas o capacitistas que excluyan de derechos sociales y beneficios a determinadas personas y la violación de la privacidad, la falta de veracidad o la manipulación subliminal del comportamiento humano.

¿Cómo se está trabajando desde la Generalitat Valenciana para desarrollar regulaciones en este campo?

En la Generalitat Valenciana, contamos, por ejemplo, con la Estrategia de Inteligencia Artificial de la CV, que ofrece una visión de futuro de nuestra sociedad y busca hacer una Comunidad competitiva en la economía digital y proporcionar el crecimiento económico y laboral para la ciudadanía. Con ella se pretende mejorar los servicios públicos, haciéndolos más eficaces y eficientes. 

Es la primera vez que hay una Dirección General de Simplificación Administrativa. Nuestro objetivo es simplificar los procesos administrativos y generar un entorno amable a las empresas. Esto llegará a los procesos judiciales, implementando herramientas de automatización de procesos, lectura de IA para agilizar los procesos de la administración. 

Por otro lado, creo que también es fundamental formar a nuestros funcionarios en nuevas tecnologías y administración electrónica, lo que denominamos «Funcionarios 4.0». Queremos que las nuevas tecnologías permitan a los funcionarios enfocarse en las tareas más eficaces y con mayor valor.