La venta de muebles alicantinos para viviendas se hunde e impacta de lleno en la exportación

Se acabó la racha. Las exportaciones del mueble provincial se han frenado en seco, hasta el punto de reducirse en un 1,4 % y quedarse situadas en el último año en los 115 millones de euros. ¿La razón? Las ventas para el hogar, que registraron un fuerte incremento tras la pandemia, han caído en picado, sin que la renovación de hoteles y oficinas, que continúa a buen ritmo, haya logrado compensarlo.

El sector del mueble ha dado a conocer las cifras definitivas de exportaciones correspondientes a 2023, y lo cierto es que la provincia de Alicante no sale muy bien parada. De acuerdo con la información facilitada, las ventas al exterior cayeron un 1,4 %, un porcentaje que, a simple vista, no parece demasiado significativo, pero que sí lo es si se tiene en cuenta que el año pasado, sin ir más lejos, registraron un crecimiento del 26,3 %.

A la hora de buscar las razones, la directora general de la Asociación Nacional de Fabricantes y Exportadores del Mueble de España (Anieme), Amparo Bertomeu, explica que este retroceso obedece al desplome de las ventas en las tiendas del ramo, que son las encargadas de comercializar el mobiliario que adquieren los hogares. 

La dirigente sectorial recuerda que con motivo de la pandemia, en los momentos en los que las restricciones impedían viajar, hacer turismo o, simplemente, ir a los restaurantes, las ventas experimentaron un crecimiento más que notable. «Como la gente no podía gastar en ocio, lo que hizo fue renovar sus casas, y el sector del mueble fue uno de los grandes beneficiados», recuerda.

La situación, sin embargo, ha cambiado de manera radical, precisamente porque las renovaciones de estos hogares son muy recientes y, consecuentemente, la demanda ha retrocedido. «La parte del retail -indica Bertomeu- se ha ido abajo, y eso se ha dejado notar, lógicamente, en las exportaciones, que ni mucho menos tienen el dinamismo que habían llegado a alcanzar».

El segmento que está funcionando mejor es el del contract, o lo que es lo mismo, el dedicado al mobiliario de hoteles y restaurantes, que desde el final de las restricciones de la crisis sanitaria, sí que ha apostado claramente por renovar sus espacios. También las oficinas y los centros de trabajo están invirtiendo en este mismo sentido. Sin embargo, esta actividad, lamenta la dirigente del sector, no está logrando compensar la caída de las ventas en los comercios.

El retroceso de las exportaciones ha afectado al conjunto de la Comunidad Valenciana, territorio en el que han descendido un 1,2 %, quedándose en 725,2 millones de euros. La provincia que más ha acusado la caída ha sido Valencia, con un 1,5 % menos que ha dejado el importe total en 499 millones. Alicante le sigue con el citado 1,4 %, mientras que Castellón crece levemente, un 0,5 %, que lo sitúa en 110 millones.

Bertomeu suma a los problemas propios del sector el complicado escenario que se está viviendo a nivel internacional debido a los conflictos bélicos de Ucrania y Gaza, lo que, entre otras cuestiones, ha encarecido el transporte por el rodeo que se ven obligados a dar los barcos mercantes a causa de la crisis del mar Rojo. «Un contenedor costaba antes 1.800 dólares y ahora 6.000», lamenta la directora general de Anieme, quien pronostica un 2024 «complicado». Además, destaca que el mercado nacional está siguiendo una evolución muy similar a los exteriores, por lo que las empresas tampoco han podido encontrar por aquí una vía de escape.

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