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La incertidumbre se adueña del calzado

Las empresas, que auguran una caída de las ventas del 40%, adaptan las fechas de las vacaciones a los pedidos que llegan a cuentagotas

Trabajadoras, en una fábrica de calzado de Elche, en una imagen de archivo, antes de la pandemia. matías segarra

«Incertidumbre». Esta es la palabra que más suena cuando se pregunta por la marcha del sector del calzado, azotado fuertemente por la crisis del coronavirus. En unas fechas en las que la mayoría de las fábricas estarían dando unas semanas de vacaciones a los empleados, la situación es dispar según el impacto de la crisis en cada firma de la provincia. Patronal y sindicatos coinciden en valorar que este verano no está siendo normal, y que lo que se estaba haciendo en años anteriores se ha cambiado para adaptarlo a los intereses de los pocos clientes que están haciendo pedidos. Se estiman caídas del más del 40%.

De esta forma, hay empresas de Elche, Elda o Petrer que decidieron parar durante las pasadas semanas, y dar descanso a los empleados, para poner en marcha en agosto la producción y poder rematar los pedidos. En el lado opuesto, están las fábricas que habían dejado de cerrar por completo en agosto en años anteriores, pero que este año, dado como están las cosas, no tienen otra opción debido a la falta de trabajo, y dan descanso a todos sus empleados estas semanas.

La presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marian Cano, insistía en que «la actividad normal no se ha recuperado en las empresas. Las firmas que han conseguido cerrar algunos pedidos de invierno están trabajando estas semanas para terminarlos y poder servirlos lo antes posible». Marian Cano reconoció que «en agosto lo normal es que el sector pare, aunque cada vez menos con el fin de atender los pedidos internacionales, y este año creemos que se va a parar más».

Desde la patronal valenciana aseguraron que «los clientes están siendo muy conservadores a la hora de hacer los pedidos, y las aseguradoras están bajando el nivel de riesgo, lo que hace que las empresas trabajen a pulmón en un panorama marcado por la incertidumbre».En este sentido, a la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado le preocupa el cambio que han dado las aseguradoras que dificulta más la salida de la crisis a las empresas del sector.

En el sindicato de trabajadores UGT Miguel Ángel Cerdán explicó que «hay empresas que sí que van a trabajar en agosto, frente a otras que no lo harán. Estamos ante una situación de mucha inquietud e incertidumbre que hace que cada uno actúe según lo que crea más conveniente».

El representante sindical del sector del calzado de UGT admitió que «las empresas están haciendo ahora más que nunca uso de los trabajadores fijos-discontinuos, que en muchos casos han estado parados más tiempo de lo habitual, pero que consideramos normal dada la situación por la que estamos atravesando».

Lo que desde UGT no están registrando durante estas semanas es el cese de actividad de empresas del sector, que es algo que se auguraba hace unos meses desde la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), aunque los expertos advierten de que todavía queda mucha crisis por delante, y que habrá que ver cómo afrontan las empresas el otoño y el invierno en función de la incidencia el virus y su efecto en el consumo de moda. Hasta la fecha el impacto de la crisis en las exportaciones de calzado ha sido muy fuerte, registrando caídas de hasta el 60% en algunos meses.

Los empresarios son más pesimistas con el panorama actual. Francisco García, de la firma ilicitana Exé, reconoció que «el verano ha sido muy malo, y con las colecciones de invierno todo son anulaciones, o clientes que aceptan que se envíe el pedido pero sin garantía de cobro, a lo que tenemos que añadir que no sabemos cómo vamos a salir a vender el calzado de la próxima primavera».

El director de operaciones de Wonders, Juan Antonio Agulló, explicó que «nosotros somos de los que preferimos dar vacaciones ahora a los trabajadores y acabar en septiembre los pocos pedidos de invierno que quedan por servir. Si los acabásemos ahora no sé qué haríamos a la vuelta de vacaciones. Los comerciales no están vendiendo, y esperamos poco público en las ferias internacionales, si se celebran».

En más de un 40% cifran la caída de ventas empresarios de la zona de Elda. José Sanchís, empresario de esta zona del valle del Vinalopó, apuntó que «las colecciones para la próxima primavera-verano ya han salido para el mercado americano, que está respondiendo, pero nos tememos que Europa no va a estar a la altura». Sanchís reconoció que «después de tres meses paradas han cerrado algunas empresas, pero menos de las que nos esperábamos. Habrá que ver qué sucede en los próximos meses».

Menos escaparates

La situación actual ha llevado a que la feria de Madrid a atrasar al próximo año las convocatorias de varios certámenes entre los que se encuentra el de Momad, en el que tiene cabida el sector del calzado. Desde Ifema explicaron que «la decisión ha sido tomada con el objetivo de ofrecer una convocatoria más reforzada el próximo año, en un entorno económico más favorable para cada uno de los sectores económicos, concentrando así todos los esfuerzos en la organización de la próxima edición». La fecha que se ha fijado para la próxima celebración de Momad es del 4 al 6 de febrero de 2021, aunque también es sabido que cada vez asistían a Madrid menos empresas zapateras.

Los eventos que se mantienen en el calendario, con una importante participación prevista de firmas españolas, son las ferias de Italia y Alemania. Desde la patronal valenciana apuntaron que «las convocatorias de Micam y Gallery siguen, siempre y cuando la pandemia del coronavirus permita los vuelos internacionales».

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