Los pronósticos se cumplieron y la demanda embalsada, junto con las importantes ayudas de los planes Renove y Moves del Gobierno, permitieron que los concesionarios de automóviles de la provincia recuperaran el pulso comercial durante el pasado mes de julio, aunque no lograran igualar las cifras del mismo periodo del año pasado, como sí ocurrió a nivel nacional. El motivo hay que buscarlo en el mayor peso que tienen en el mercado provincial las matriculaciones de las empresas de rent-a-car, que continúan registrando una mayor contracción que el segmento de particulares.
De esta forma, en total, el pasado mes se formalizó la venta de 5.243 turismos y todoterrenos en Alicante, lo que supuso una caída del 7,38% con respecto a las cifras del mismo mes de 2019, de acuerdo con la información facilitada por las patronales sectoriales Anfac, Ganvam y Faconauto. A pesar de tratarse de cifras aún negativas -cuando a nivel nacional las ventas ya repuntan un 1,1%-, lo cierto es que supone una mejora notable, ya que hay que recordar que en lo más duro del confinamiento las matriculaciones llegaron a hundirse un 99,5% en abril y que el pasado mes de junio aún registraba un retroceso de un 64,6%.
En este sentido, cabe destacar que las ventas a particulares prácticamente igualaron en julio a las contabilizadas un año atrás, con apenas una caída del 2,4%, mientras que fueron las compras de las empresas (-10,18%) y sobre todo las de las compañías de rent-a-car (12,33%) las que anotaron las mayores bajadas. De hecho, el negocio de estas últimas va completamente ligado a la llegada de turistas internacionales, algo que sigue lastrado.
De esta forma, en los concesionarios de la provincia se muestran moderadamente optimistas, aunque sin abandonar la precaución. «Las ayudas del Plan Renove han traído a mucho público a los concesionarios. Hemos registrado un tráfico de visitas un 10% superior al que tuvimos en julio del año pasado y también hemos superado los objetivos de ventas que nos habíamos marcado», reconoce Miguel Nogueroles, del Grupo Sala, que destaca especialmente el tirón de los vehículos eléctricos, los que más premian las ayudas gubernamentales. «Hemos vendido el stock que teníamos. Si hubiéramos tenido más, yo creo que también los hubiéramos vendido», asegura Nogueroles.
Las cifras de las patronales también muestran esta tendencia. Así, mientras el volumen total de operaciones se mantiene ligeramente en negativo en la provincia, las matriculaciones de vehículos híbridos y eléctricos se han disparado. En concreto, durante el pasado mes de vendieron 836 automóviles de este tipo, lo que supuso un 119% más que en el mismo periodo de 2019, con lo que su cuota de mercado alcanzó el 15,95%.
Aunque todos reconocen el gancho que suponen las subvenciones del Gobierno, los concesionarios señalan que no son el único motivo de la mejora. «Después de lo ocurrido, la gente va a utilizar más su coche particular en lugar del transporte público, ya no va a compartir coche con otros compañeros del trabajo, no va a coger el AVE para viajar... Todo eso hace que valore más su coche particular. Además, hay otro target de cliente que piensa que lo que no se va a gastar en viajes este verano lo puede destinar a renovar el vehículo», explica la directora de Operaciones de Medimotors, Carolina Campello.
Balance anual
En cualquier caso, lo que todos tienen también claro es que, pese a la mejora en verano, el conjunto del año se cerrará en negativo ya que resulta imposible recuperar todas las ventas perdidas en los meses de confinamiento. Así, en el acumulado del año, entre enero y julio, las matriculaciones en la provincia aún arrojan un saldo negativo del 57,7%, según las mismas fuentes. De lo que ocurra en los próximos meses y de los posibles rebrotes dependerá que esa caída sea más o menos profunda.
