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La pandemia hunde la economía con una caída histórica del PIB

El confinamiento desploma un 18,5% la renta del segundo trimestre - El Gobierno prevé que la riqueza se reduzca un 9,2% a final de año

Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos.

No por esperado deja de sorprender. La economía experimentó en el segundo trimestre un desplome histórico, con un descenso del 18,5% con respecto al primero, que había sido hasta ahora el peor de la serie histórica. La debacle que reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en el periodo abril-junio coincide con el periodo en el que España se encontraba en estado de alarma y la máxima dureza de la pandemia del coronavirus, el confinamiento y la paralización general de la actividad.

El consumo, el componente que pesa en torno al 60% en el PIB, dentro de la demanda; y el comercio, los transportes y la hostelería en el apartado de la oferta, arrastraron a un conjunto que también se vio penalizado, con excepciones como el gasto de las administraciones, dedicadas a paliar los efectos de la crisis; y el sector primario, que siguió suministrando a los comercios de alimentación.

De esta manera, la economía española entró en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos con caídas del PIB. En el segundo trimestre la contracción con respecto al primero fue un histórico 18,5% y en términos interanuales fue del 22,1%, también una tasa inédita. La del periodo abril-junio es la mayor caída trimestral en la serie histórica que maneja el INE y que arranca en 1970. Hasta ahora, los mayores retrocesos trimestrales del PIB habían sido el del primer trimestre de este año (-5,2%) y el del primer trimestre del 2009 (-2,6%).

Es la tercera vez en lo que va del siglo XXI que la economía española afronta una recesión. A lo largo de la crisis del 2008 entró en esta situación dos ocasiones: una fue en el cuarto trimestre de 2008 (salió de ella en el segundo trimestre de 2009) y la segunda en el segundo trimestre del 2011. Esta segunda recesión, ligada al rescate bancario y la crisis de la deuda soberana en Europa, duró más tiempo, hasta el cuarto trimestre de 2013. La actual es la de mayor intensidad. Los expertos coinciden básicamente en la magnitud de la misma, pero no tanto en su duración, que es el elemento clave.

En general, prevén que a partir del tercer trimestre de este año comenzará la recuperación, una vez finalizado el confinamiento y la paralización generalizada de la actividad económica, si bien se tardarán al menos dos años en alcanzar los niveles de prepandemia. Además, existen elementos, como el impacto de la cuarentena impuesta a los viajeros procedentes de España por parte de Reino Unido y los vetos de otros países como Francia, que puede tener un efecto negativo muy notable en el PIB, ya que el turismo pesa más del 12% en el conjunto.

El mal dato del segundo trimestre es continuación del PIB del primer trimestre de 2020, que ya reflejaba el impacto de la crisis del coronavirus y retrocedió un 5,2%, el mayor desplome trimestral hasta entonces. En ese periodo solo afectó a los últimos 15 días de marzo de un total de 90 que tiene el trimestre. Eso ya hacía prever que los efectos en el segundo trimestre iban a multiplicarse.

Previsiones catastróficas

El Gobierno ya preveía un descenso importante del PIB este año y, en la actualización del programa de estabilidad remitido a Bruselas estimó que en el conjunto del ejercicio el desplome será del 9,2%, con un rebote importante en el 2021 y el 2022, si bien los niveles anteriores a la crisis no se recuperarán hasta dentro de dos años. El Banco de España tenía unos cálculos similares, pero los fue empeorando y en sus últimos análisis previó que el descenso podría superar el 15% en el peor de los escenarios.

De hecho, la autoridad monetaria ya esperaba un fuerte desplome en el segundo trimestre, ya que calculó que la caída habría llegado al 50% en el periodo más álgido del confinamiento, entre el 30 de marzo y el 9 de abril. En esa etapa, el Gobierno decretó el permiso retribuido para todas aquellas actividades no consideradas esenciales, aprovechando la Semana Santa.

La paralización económica en el segundo trimestre afectó a todos los componentes del PIB, con la excepción de las administraciones públicas, que tuvieron que dedicar ingentes recursos a paliar los efectos de la crisis.

El gasto en consumo de los hogares descendió un 18,1% respecto al mismo trimestre de 2019, una evolución sin precedentes en el registro histórico del INE. En términos interanuales, la caída de esta variable, que supone en torno a al 60% del PIB, fue del 25,7%. En contraste, el gasto en consumo final de las administraciones públicas presentó una variación interanual del 3,5%, una décima inferior a la del trimestre precedente y con un alza del 0,4% con respecto al primer trimestre. La inversión se desplomó el 25,8%. Destaca la destinada a activos fijos materiales, con un desplome interanual del 30,8%. En cuanto a la demanda externa, las exportaciones de bienes y servicios cayeron el 38,6% respecto al segundo trimestre del 2019. Las importaciones lo hicieron el 33,1%.

El Producto Interior Bruto de la eurozona sufre un recorte récord del 12,1%

La debacle se registra en los principales estados como Francia (-13,8%), Italia (-12,4%) y Alemania (-10,1%)

El Producto Interior Bruto (PIB) de la eurozona se desplomó un 12,1% y el del conjunto de la Unión Europea (UE) un 11,9% en el segundo trimestre debido a la pandemia del covid-19. En ambos casos se trata de su mayor caída desde que comenzaron los registros en 1995, según informó ayer la oficina de estadística comunitaria Eurostat. El coronavirus ha provocado un hundimiento sin precedentes de la economía de todos los grandes países del euro, el más acusado en España, donde el PIB cayó un 18,5% con respecto al trimestre previo, por encima de Francia (13,8%), Italia (12,4%) y Alemania (10,1%).

La contracción económica entre abril y junio ha sido más de tres veces superior a la registrada en el primer trimestre del año, que fue del 3,6% en el área de la moneda única y del 3,2% en los Veintisiete, tal como venían anticipando instituciones y analistas económicos.

Aunque las medidas para contener la pandemia empezaron a aplicarse a mediados de marzo, fue en abril cuando se decretaron los confinamientos y restricciones más estrictas en Europa, que provocaron un enorme descenso de la actividad económica, y las medidas solo han empezado a relajarse parcialmente a mediados de mayo, lo que se refleja en los datos publicados ayer.

Si se compara con el segundo trimestre de 2019, la caída se amplía al 15% en la eurozona y al 14,4% en la UE, según la primera estimación preliminar publicada por Eurostat.

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