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Artistas, repartidores y peones agrarios, las profesiones más precarias

Apenas el 0,7% de los contratos que firman los profesionales de la cultura son indefinidos frente al 67% de aquellos que desempeñan cargos ejecutivos

Artistas, repartidores y peones agrarios, las profesiones más precarias

Cualquiera que aprecie la estabilidad laboral y un salario fijo a fin de mes, debería olvidarse por completo de su posible vocación artística. Según el último Informe del Mercado de Trabajo de Alicante, que elabora el Observatorio de las Ocupaciones del Sepe, los profesionales de la cultura son el colectivo que sufre la mayor precariedad en la provincia, ya que el año pasado apenas el 0,79% de los contratos que firmaron eran de carácter indefinido. Por el contrario, quienes lo tienen más fácil a la hora de obtener un empleo fijo son aquellos que optan a dirigir una empresa, donde cerca del 68% de las vacantes se cubrieron de forma estable, aunque, claro está, también se trata de un mercado mucho más reducido.

Estas dos ocupaciones suponen la cara y la cruz del fenómeno de la precariedad, un mal endémico en la economía provincial -y española, en general-, que supone que apenas uno de cada diez contratos que se formalizan son de carácter indefinido, frente al 90% que representa la contratación temporal. Una realidad que supone un «abuso» para los sindicatos, que denuncian que las empresas han convertido la inestabilidad de sus plantillas en un mecanismo para ahorrar costes, aunque no siempre esté justificado; o una «necesidad», según las consultoras de recursos humanos, que señalan que las compañías deben flexibilizar sus estructuras para sobrevivir.

Sea como sea, el informe del Sepe deja claro que no todos los colectivos ni todas las profesiones lo sufren por igual. En términos generales, un mayor nivel de formación y la especialización aún equivalen a mayor estabilidad en el empleo. También el grado de responsabilidad que se asume. De esta forma, hasta el 67,8% de quienes fueron contratados como directores o gerentes de una empresa -231 personas en la provincia en 2019- firmaron un contrato indefinido, al igual que el 65,9% de quienes se emplearon en algún cargo intermedio, como director de departamento.

Nuevas tecnologías

También es notable el porcentaje de contratos estables que consiguen los profesionales de las tecnologías de la información, es decir, los expertos en informática, con casi un 64% de contratación indefinida en 2019. A mayor distancia, pero igualmente con cifras que triplican la media, también lo tienen más fácil para encontrar un empleo indefinido los profesionales del Derecho (38,4%), los ingenieros (32,8%), los trabajadores cualificados en actividades forestales (32%), los técnicos en tecnologías de la información -un grado inferior al anterior-, con un 31,9%; o los representantes y agentes comerciales (30,3%), lo que da cuenta de la importancia cada vez mayor que cobran los equipos de ventas. Entre las diez profesiones más estables también se cuelan los empleados domésticos, donde el año pasado el 36,4% de las contrataciones fueron indefinidas. Sin embargo, en este caso el porcentaje está distorsionado, ya que, según coinciden los representantes de CC OO y UGT, la mayoría de estas trabajadoras están sumergidas, por lo que nunca llegan a firmar ningún contrato.

En el lado opuesto, además de los artistas, que normalmente son contratados por cada actuación, de ahí su enorme temporalidad, destaca la elevada precariedad que registra la categoría donde el Sepe agrupa a empleados de biblioteca y los trabajadores de servicios de correos y afines, es decir, los repartidores, que apenas logran un 1,69% de contratos indefinidos. Junto a ellos se sitúan todo otra serie de oficios que requieren de poca cualificación, como los peones agrarios (sólo un 3,5% de indefinidos), peones industriales (4,9%), cuidadores (5,1%) o reponedores y descargadores del sector del transporte (6%).

No obstante, no siempre un elevado nivel de estudios garantiza una ocupación estable. Así, por ejemplo, el año pasado apenas un 12,5% de los contratos firmados por profesionales de la salud y un 15,14% de los que suscribieron maestros y profesores fueron estables. «Son datos que demuestran que la Administración también tiene un problema de precariedad», asegura desde CC OO, José María Ruiz Olmos. «Por desgracia, la precariedad ya es algo que afecta a casi todas las profesiones y casi todos los niveles, y eso lastra la economía porque impide a los trabajadores tener un plan de vida, comprarse una casa o consumir», apunta Yaissel Sánchez, de UGT. Sin embargo, el responsable de Adecco en la Comunidad, Víctor Tatay, asegura que la temporalidad va innata con el modelo económico de la zona, muy dependiente de sectores estacionales. «Las empresas necesitan esa flexibilidad», asegura el experto.

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