BBVA Research ha revisado sus previsiones sobre la caída del PIB a nivel regional y la Comunidad Valenciana es una de las autonomías que sale peor paradas en la fotografía. Así, la mayor caída del consumo de lo esperado y el hundimiento del turismo llevan al servicio de estudios de la entidad azul a situar en el 11,9% el desplome de la economía valenciana a lo largo de este año, 3,6 puntos más que en su anterior estimación. Sólo en el caso de Cataluña y Andalucía se ha producido una revisión más severa de las previsiones, de 3,8 puntos, que a nivel nacional es de 3,5 puntos.

De esta forma, el PIB de la Comunidad caerá este año cuatro décimas más que la media nacional, que será del 11,4%, aunque seguirá alejada de las cifras que se darán en Baleares y Canarias, donde la dependencia del turismo es absoluta, que experimentarán retrocesos del 20% y el 16% respectivamente. BBVA Research no ofrece datos por provincias sobre la evolución del PIB, pero desde el organismo si recuerdan que el impacto de la caída de la afiliación ha sido en Alicante mayor que la media autonómica, lo que indicaría una afectación mayor.

Eso sí, esta mayor caída en 2020 se compensará parcialmente con un mayor rebote de la economía el próximo año. De esta forma, si anteriormente el servicio de estudios calculaba que en 2021 el PIB autonómico crecería un 6,1%, ahora estima que lo hará un 7,4%, cuatro décimas que la media española. En cualquier caso, un rebote insuficiente para recuperar todo lo perdido en estos meses, lo que significa que la riqueza de la Comunidad no volverá al nivel previo al covid-19, al menos, hasta 2022.Menos afectación del empleo

La parte positiva, según apuntan desde BBVA Research, es que la afectación de la crisis del covid-19 sobre el empleo ha resultado menor de lo previsto, gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno, como los ERTE, una figura que desde el organismo califican de "necesaria para preservar puestos de trabajo". Así, la entidad estimaba un descenso del 7,4% en el volumen global de ocupados en la Comunidad, que ahora calcula que solo será del 4%.

Al respecto, pone de relieve que se trata de una caída del empleo bastante inferior a la registrada en el inicio de la anterior crisis que, eso sí, en esta ocasión ha afectado a un porcentaje mayor de mujeres que entonces, debido a que los sectores más perjudicados tenían una alta tasa de feminización. Además, también señala que, si bien los jóvenes vuelven a ser los que más sufren la destrucción de empleo, en esta ocasión la destrucción de puesto de trabajo ha estado más repartida entre todas las edades.

Recuperación del consumo menguante

El BBVA también analiza el ritmo de la recuperación y, por ejemplo, señala el importante porcentaje de establecimientos que ya está trabajando, tras los cierres forzosos por el confinamiento. Algo que puede observarse en el volumen de TPV operativos: si en abril la cifra llegó a caer más de un 60%, en junio ya era incluso algo superior.

En cuanto al consumo, el informe destaca que se ha recuperado mejor el gasto individual -como la compra de bienes para el hogar o de productos tecnológicos-, que el gasto social, el que se realiza en bares y establecimientos públicos. Eso sí, los datos reflejan que la mejora es cada vez menor, con el cambio a las distintas fases, lo que indica que la incertidumbre está afectando a las decisiones de compra de las familias.