La mejora de la economía permitió que los ingresos medios de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana mejoraran un 3,7% durante el pasado año, hasta situarse en los 10.611 euros por persona. Un aumento que favoreció que la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social -el conocido como indicador Arope- se redujera hasta el 27% de la población, 3,2 puntos menos que en el ejercicio anterior, y su menor nivel desde el año 2008, de acuerdo con los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida que ha publicado este martes el Instituto Nacional de Estadística, y que no recoge todavía los efectos de la pandemia del covid-19.
En cualquier caso, una buena noticia que, sin embargo, también tiene su cara "B". Y es que, a pesar de esta mejora general de la situación, que también se tradujo en una caída del porcentaje de personas que tienen dificultades para llegar a fin de mes -que pasan del 58,2% al 50,6%-, los datos del INE también reflejan un incremento de los que están en peor situación, es decir, aquellos que sufren carencia material severa, que aumentaron del 2,9% de la población al 4,8%, lo que supone unas 241.000 personas en toda la autonomía.
Así, por ejemplo, mientras que el citado aumento general de la renta permite que se reduzca el porcentaje de residentes que no es capaz de afrontar gastos imprevistos (un 35,3% del total frente al 39,9% que se encontraba en esta situación en 2018), aumentan aquellos que no pueden permitirse una comida de carne o pescado al menos cada dos días (que suponen el 2,6% de la población, frente al 1,7% del ejercicio anterior); o también las personas que no tienen los recursos suficientes para mantener una temperatura adecuada en su vivienda, que suman un 6,1% del total, frente al 4,7% que declaraba esta dificultad el año precedente.
De la misma forma, también aumentan, hasta el 9,1%, 2,4 puntos más, los ciudadanos que se han visto obligados a retrasar el pago de algún recibo de la casa, ya sea la hipoteca, la luz o la comunidad. También son más los que declaran que no pueden permitirse un coche (6,6%) o los que no pueden disponer de un ordenador personal.
Por debajo de la media
En relación con el resto del país, la Comunidad Valencia sigue manteniendo un volumen de ingresos algo inferior a la media, que para el conjunto del país es de 11.680 euros anuales por residente, y una tasa de riesgo de pobreza y exclusión social algo superior, en concreto, del 27% frente al 25,3%. Las autonomías con mayor tasa de pobreza son Ceuta, con un 45,5%; Melilla, con un 38,5%; y Andalucía, con el 37,7%, todas ellas muy por encima de la Comunidad. Por el contrario, la autonomía con mayor cohesión social es Navarra, donde sólo el 11,5% de sus residentes está en riesgo de pobreza.
