La compañía alicantina GTT ya tiene nuevo dueño. Finalmente ha sido el fondo británico AnaCap quien ha presentado la mejor oferta para hacerse con el 100% de la firma especializada en el desarrollo de software y la prestación de servicios para el cobro de impuestos, dentro del proceso de venta que puso en marcha el pasado mes de febrero la firma de capital riesgo española GED, que hasta ahora ostentaba la titularidad de la empresa, junto con sus socios de Oquendo.

Una operación que valora la compañía en más de 100 millones de euros, según las fuentes consultadas, lo que supone prácticamente duplicar la cantidad que hace sólo tres años pagó GED a los anteriores propietarios, el fondo Realza Capital.

Como suele ocurrir en este tipo de operaciones, los nuevos dueños tienen previsto mantener al equipo directivo de la firma, que sigue encabenzando su fundador, Fernando Plaza, que puso en marcha la compañía en 1998, tras ser también uno de los creadores de Suma, el organismo de gestión de impuestos de la Diputación. Entonces sus principales accionistas eran las cajas de ahorros, entre ellas la CAM, que vendieron la firma a Realza Capital cuando estalló la crisis financiera.

La compañía es líder en el segmento de la gestión de impuestos en España y cerró el pasado ejercicio con una facturación cercana a los 40 millones de euros. Un ejercicio en el que la propia GTT se hizo con el control de la firma competidora vasca Gesmunpal y también realizó su primera incursión en el extranjero, en concreto en República Dominicana, donde adquirió la compañía Consorcio GSM, con la intención de explorar una posible expansión por el continente latinoamericano.

Apetito inversor

Fue el pasado mes de febrero cuando GED decidió colgar el cartel de "se vende" a la compañía alicantina, para aprovechar la enorme liquidez que existía en el mercado y que generaba un considerable apetito inversor, sobre todo por empresas con un balance saneado y que operen en mercados estables, como supone el de la gestión de impuestos. Un apetito que no decayó con el estallido de la crisis del covid-19, más bien al contrario, ya que los fondos aún valoraron más este tipo de compañías, con un negocio casi garantizado y un fuerte componente tecnológico, como es el caso de GTT.

Esto provocó que, junto al vencedor AnaCap, pujaran por la compañía otros grandes fondos internacionales, como Carlyle, y algunas firmas especializadas extranjeras, según las fuentes consultadas. Finalmente ha sido el británico el que ha resultado vencedor en el proceso que ha dirigido el banco de inversión Rothschild.

Para AnaCap se trata de su primera incursión en el mercado español. En la actualidad, los sistemas desarrollados por GTT están presentes directamente en 48 municipios españoles -de los que 15 son capitales de provincia- dos ejecutivos autonómicos y tres organismos provinciales, según su propia web. Además, a través de los acuerdos que mantiene con 19 diputaciones está presente en otros 3.300 municipios.