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Gianni Cecchin: «Los ciberdelincuentes están campando a sus anchas. Los ciberataques han subido un 50%»

Gianni Cecchin está convencido de que la situación a la que nos enfrentamos como consecuencia del covid-19 va a ser peor que la que vivimos en 2008

Gianni Cecchin, en la sede de Verne Technology Group, en el polígono de Las Atalayas, en Alicante. rafa arjones

P En plena emergencia sanitaria defendió que la tecnología y las telecomunicaciones habían pasado de ser necesarias para convertirse en esenciales. ¿Han vuelto a cambiar las tornas?

R Las tecnologías y las telecomunicaciones eran necesarias antes de la crisis sanitaria, lo que ocurre es que no se notaba tanto. Durante la crisis, sin embargo, han sido esenciales, porque nos han permitido a todos mantener el contacto con la vida anterior. Pasada esta situación, su papel sigue siendo fundamental para la recuperación económica, porque permiten mejorar la eficiencia y reducir costes innecesarios. O las empresas que puedan superar esta situación se apoyan en la tecnología o el modelo de negocio se quedará obsoleto y, por tanto, se quedarán fuera del mercado.

P ¿En qué punto nos encontramos en estos momentos en telecomunicaciones y tecnología?

R Tenemos una red de fibra óptica que es la número uno en Europa, gracias a los esfuerzos que se han hecho en los años anteriores, cuando nadie lo percibía como una necesidad. En general, los españoles no se lo creen, pero con que salgas de España te das cuenta de la situación. En cuanto a la tecnología, sí estamos un paso atrás respecto a otros países, sobre todo en la aplicación de la tecnología a los negocios y la transformación digital.

P ¿Y cómo se explica eso?

R El retraso en la digitalización era más debido a barreras culturales y a una inercia, pero la pandemia, por un lado, ha traído la conciencia de la importancia que tienen las telecomunicaciones y la tecnología, y, por otro, ha demostrado que hay ciertos proyectos que son muy sencillos de abordar. Se ha demostrado que hay soluciones en el mercado que están al alcance de todo el mundo. Nos digitalizamos fácilmente en nuestra vida diaria, pero en el mundo del trabajo queríamos seguir haciendo las cosas como antes. En ese sentido, la pandemia nos ha servido para entender que podemos dar un salto y que no es tan complejo hablar de tecnología como se pensaba o como nos habían hecho pensar.

P Precisamente su sector es de los pocos que han salido reforzados durante la crisis del covid-19

R Más que reforzado, creo que hemos asumido la situación con un gran sentido de la responsabilidad, tanto las propias compañías como todas las personas que forman parte del sector. Quien ha podido trabajar desde casa lo ha hecho, pero hay un número importante de personas que trabajan a pie de calle y entrando en domicilios de clientes, por lo que se han establecido protocolos, yendo por delante de lo que se estaba marcando. En ese sentido, hemos podido dar una buena respuesta, acompañado del hecho de que la sociedad ha entendido la importancia que tienen las telecomunicaciones. En esa situación, ha salido reforzado el concepto de las telecomunicaciones en sí, pero, como empresa, hemos sufrido como todas. Hay sectores que han sufrido más, porque han tenido que cerrar, pero, en nuestro caso, hemos tenido que dar servicios no teniendo las productividades esperadas.

P Y, productividades al margen, ¿qué ha sido lo más complicado para una empresa como Verne?

R Complicada ha sido la gestión de las emociones de la gente. Luego, no se resalta mucho, pero ha habido que cambiar el modelo de liderazgo de los equipos, porque no es lo mismo que estén todos trabajando en la empresa. Sí es verdad que se ha mantenido todo el mundo activo, e internamente lanzamos una plataforma con más de 100 cursos de formación, también organizamos sesiones de coaching e implantamos videoconferencias, primero semanales, luego quincenales, y ahora mensuales, para explicar la situación de la compañía. Por tanto, se ha mantenido mucha cercanía y transparencia, para que la gente no se sintiera abandonada y sin saber hacia adónde iba la empresa.

P También se ha hablado mucho de ciberdelincuencia durante la emergencia sanitaria. ¿Hemos ganado en concienciación?

R No sé si todavía está muy claro, pero debemos tener mucho más presentes los aspectos de ciberseguridad. Durante la pandemia, se han incrementado un 50% los ciberataques. La ciberseguridad es un concepto de acceso. En el campo de la ciberseguridad, seguimos viviendo como vivíamos en los años setenta, cuando todo el mundo se iba de casa y se dejaba la llave puesta en la puerta, porque en el pueblo se conocían todos. Lo que estamos haciendo prácticamente es eso: dejar campar a sus anchas a los ciberdelincuentes, porque no estamos poniendo las medidas de seguridad.

P ¿Y qué pesa más: el desconocimiento o la inconsciencia?

R Hay desconocimiento y falta de mentalización. Como la ciberdelincuencia es algo relativamente nuevo, no le damos importancia, ya no sólo en el ámbito de las empresas, tampoco en el personal. En nuestros ordenadores tenemos fotos, y no tenemos conciencia de que pueden entrar y te las pueden secuestrar, y en las empresas pasa lo mismo. Cuanto más grande es la empresa, más mentalizada está, pero es un aspecto que afecta a todas. En ciberseguridad siempre decimos que hay dos tipos de empresas: las que han sido atacadas y las que serán atacadas, porque, además, el ciberdelincuente tiene menos riesgos que un delincuente normal, mueve más dinero...

P ¿El teletrabajo ha llegado para quedarse?

R Lo que hemos vivido, que es diferente al teletrabajo, es trabajar desde casa. Hay una diferencia muy importante entre lo que hemos sufrido, con todos en casa, los niños entrando en las videoconferencias... Otra cosa es el teletrabajo, que sí ha venido para quedarse. De hecho, el teletrabajo bien organizado tiene ventajas, y no hablo de horarios, porque hay que ir a proyectos, pero permite una mejora de la conciliación. Luego, también se reduce la huella de carbono, porque se reducen los desplazamientos. ¿Con qué fórmula? Lo veremos, y cada cual encontrará su equilibrio. No obstante, no hay que perder de vista que las relaciones humanas son importantes. Esta etapa de teletrabajo nos ha ido muy bien porque de base ya traíamos unas relaciones entre compañeros. Pensar en teletrabajo desde cero en una organización, sin conocer a nadie, a lo mejor no es tan eficiente.

P ¿Qué es lo que marca la diferencia entre trabajar en casa y el teletrabajo?

R Yo he teletrabajado antes, y conlleva que los niños están en el colegio, que puedes organizar tu rutina... Teletrabajar no es trabajar en pijama, sin lavarte la cara y sin desayunar, sino que es mantener una rutina y tener unos horarios. Se ha oído mucho que el teletrabajo ha traído más estrés o más horas de trabajo, y eso es el exceso hasta que se encuentra el equilibrio. El teletrabajo incrementa la productividad y deja más espacio para poder pensar.

P ¿Están condenadas a desaparecer las oficinas?

R No, no van a desaparecer. A lo mejor van a seguir más con un concepto de punto de encuentro o de reunión, más como un espacio formativo, más como zona de compartir experiencias.

P ¿Están preparados los hogares para el teletrabajo?

R Desde el punto de vista de la conectividad sí, porque tenemos una red muy extensa de fibra óptica. Desde el punto de vista de si los hogares están acondicionados para el teletrabajo, no, pero igual que, en su día, no estaban preparados para tener un ordenador. Son pocos los hogares en los que hay una silla ergonómica. Todos hemos pasado buena parte del tiempo trabajando desde la silla de la cocina. Además, España tiene una cultura muy presencialista, muy de ir a la oficina.

P ¿Y las empresas?

R Que estuvieran preparadas, pocas. Ahora, la patada que nos ha dado esta situación nos ha obligado a todos a dar ese salto. Estamos ahora mejor preparados porque en los casos en los que ha funcionado bien se ha vuelto a dar responsabilidad y a confiar en los equipos, se ha salido un poco de ese concepto de control y de estar encima. Nos queda por hacer, pero el fuego ha empezado a prender, y vamos por el camino.

P Para muchas empresas, la digitalización no pasa de tener una página web. ¿Por qué?

R En este caso, se trata también de una inercia y una barrera cultural. La digitalización permite que, en el mismo tiempo y con las mismas personas, podamos hacer muchas más cosas. Digitalizarse no es ni tener una web, que parece absurdo, pero aún hay empresas que no tienen web, y tampoco es tener simplemente un sistema de gestión. Va más allá. La digitalización entra en los procedimientos e incluso en el propio modelo de negocio. Hay muchos casos de modelos de negocio que, con la implementación de la tecnología, se transforman.

P ¿Y está situación puede ayudar a cambiar el chip o, por el contrario, se reforzarán esas inercias?

R Uno de los aspectos fundamentales es el cambio generacional. Habría que ver el cambio generacional como una oportunidad de digitalizarse, y empresas que lo han hecho están teniendo sus beneficios.

P ¿El tamaño de las empresas es importante en estos casos?

R Las startups son empresas pequeñas, totalmente digitalizadas y, de hecho, la escalabilidad es lo que le permite a una startup tener éxito. El tamaño es importante en el mundo de los negocios, y desde las asociaciones intentamos transmitir que es importante crecer en negocio y en mercados, pero, aún así, no es un límite. Hay tecnología disponible para todos los niveles. Luego, el concepto generacional aplicado al liderazgo de las empresas se puede aplicar también al hecho de que no tenemos suficiente talento digital disponible en el mercado laboral. Estamos llegando con retraso a las necesidades reales que tienen las empresas. Para acometer una transformación digital, también debes tener talento que te ayude.

P Las universidades ofrecen titulaciones, se está comenzando a apostar por cuestiones como la Inteligencia Artificial o la programación... ¿Cómo se explica, pues, esa falta de talento digital?

R En ese aspecto, Alicante y la Comunidad Valenciana se están diferenciando del resto de España con una política muy positiva de posicionamiento dentro de la economía digital. Distrito Digital es un ejemplo y la Red Ellis es otro ejemplo en el que estamos presentes y que es muy importante de cara al futuro. No obstante, las matrículas en las carreras STEM, en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, cada vez son menos. Luego, hay un trabajo importante que hay que hacer desde la base, no sólo en las universidades. Hay posibilidades muy simples para enseñar a los niños a programar o a construir un robot.

P La digitalización en las empresas requiere de inversión, y hay sectores muy castigados...

R La situación económica está muy mal, pero la tecnología es el aliado que, en este momento, te puede permitir salir de esta coyuntura. Se necesita de una inversión, pero no siempre. Es importante abordar proyectos clave y con un retorno inmediato. Luego también se ofrecen servicios que son a pago por uso. Se trata de entenderlo como que es la mejor opción para poder seguir en el mercado. Estamos en una crisis, entramos en una recesión, el cliente va a querer pagar menos, volvemos al modelo low cost, lo que supone ofrecer los mismos o mejores servicios a un precio más bajo. Por tanto, el cliente pedirá pagar menos por lo que le estábamos dando, y eres eficiente o cambias tus sistemas organizativos o el mercado te excluirá.

P ¿Nos enfrentamos a una situación más difícil que en 2008?

R Sí, porque no se ha terminado esta situación. Ojalá se haya quedado aquí, pero hasta que no salgamos por completo... Sobre todo porque hay sectores muy afectados que se tienen que reinventar, y algunos lo conseguirán y muchos no.

P Verne ha colaborado con el Consell en la creación de la aplicación GVA Responde para combatir las fake news

R Éste es uno de los grandes temas del futuro, y la Inteligencia Artificial tiene un papel muy relevante, por la capacidad de procesar datos de forma muy rápida y la capacidad de procesar datos muy abiertos.

P ¿Y es factible llegar a controlar las noticias falsas?

R Fake news ha habido siempre, con los vecinos que soltaban cualquier cosa, lo que ocurre es que antes estábamos en un entorno hiperlocal, y ahora estamos en un entorno mundial, con muchas ventanas hacia afuera. Con la tecnología sólo no va a ser suficiente. El sentido crítico de las personas también tiene que acompañar. El sentido crítico es algo en lo que, junto a las habilidades digitales, se debería incidir en el ámbito educativo. Hoy lo importante en el desarrollo de una persona a nivel profesional no son los conocimientos sino las habilidades para gestionar esos conocimientos.

«Ayudaría mucho a salir de esta situación acelerar la implantación del 5G»

El CEO de Verne defiende que la tecnología 5G puede abrir otra ventana en el mundo de la economía y de los negocios, similar a la que supusieron los smartphones

P ¿Por dónde pasa el futuro próximo en el campo de la tecnología?

R Nos tiene que llegar otro cambio tecnológico muy importante, que es el 5G. Ayudaría mucho a salir de esta situación acelerar todos aquellos protocolos y regulaciones para favorecer la implantación del 5G, que nos va a traer un cambio igual o incluso mayor que el que nos trajo el smartphone. Antes de un smartphone, nadie imaginaba lo que supondría en cuanto a relación con los bancos o con los amigos, o lo que podría suponer tenerlo todo ahí. El 5G trae otra revolución que nos puede abrir otra ventana en el mundo de los negocios y de la economía. Nos abre el mundo del internet de las destrezas, y puede permitir que puedas hacer tu trabajo desde cualquier parte del mundo. Tiene un factor muy importante, que es la latencia, con lo que se reduce todo a pocos milisegundos, y eso dará inmediatez. La latencia del 5G permitirá a un equipo médico de China estar operando en España en tiempo real. Ahora estamos todavía en fase experimental. Se ha implantado en ciertas ciudades, pero podríamos ver un movimiento real del 5G a lo largo de los próximos dos o tres año.

P ¿Y qué está haciendo Verne para aportar en esa transformación digital?

R Tenemos un área de formación que desarrollamos desde una de nuestras unidades de negocio, y que seguiremos ampliando. En esta etapa de covid hemos hecho webinars gratuitos para intentar facilitar a los clientes que conozcan cómo funcionan las plataformas o qué posibilidades hay para teletrabajar, y esa área de formación sigue muy presente. La tenemos ya en el ámbito del Big Data y la Inteligencia Artificial, y la queremos extender, contando con las universidades.

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