La crisis provocada por el covid-19 sigue impactando en los indicadores económicos, aunque su intensidad se modera a medida que avanza la desescalada y la nueva normalidad. Así, durante el pasado mes de mayo se atenuó la caída en la creación de nuevas empresas, que había llegado a superar el 60% en abril, en la etapa más dura del confinamiento.
En el caso de mayo, la cifra se mantiene negativa, si se compara con el mismo periodo del año pasado, pero algo menos. En concreto, el descenso fue del 43%, al pasar de las 387 sociedades registradas el año pasado a las 218 de este ejercicio, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). A pesar del decreto del estado de alarma, los Registros de la Propiedad continuaron funcionando durante todo el confinamiento, lo que permitió que se mantuvieran los trámites.
Los datos del INE también muestran que las empresas que se crearon durante la pandemia recibieron menos inversión. Así, frente a un desembolso medio de capital de 56.583 euros en mayo del año pasado, en este ejercicio los nuevos empresarios sólo han puesto 35.160 euros para poner en marcha sus nuevos negocios.
Del mismo modo, también se reducen las ampliaciones de capital de empresas ya existentes, una medida que sólo aprobaron cuatro firmas el pasado mayo frente a las 71 del mismo periodo de 2019.
La parte positiva es que también cayó el número de sociedades disueltas, que pasa de 67 a 22, según las mismas funtes.
Mejor que la media
En cualquier caso, los datos de creación de nuevas empresas en la provincia fueron notablemente mejores que la media nacional. En todo el país se constituyeron 3.788 nuevas mercantiles, lo que supuso un descenso del 55,8%.
