El presidente del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca), Rafael Ballester, ha reclamado hoy la "máxima atención" a los poderes públicos para impulsar la recuperación tras la epidemia de covid-19y les ha animado a actuar con contundencia. "Toda la inversión que hagamos para salvar nuestra economía será, sin duda, devuelta y amortizada socialmente a medio y largo plazo", ha apuntado Ballester, quien ha recordado que la pandemia ha dejado a "gran parte de nuestras empresas y trabajadores de sectores estratégicos en la UCI y hemos de hacer lo máximo para que salgan de ella con salud suficiente y puedan seguir ejerciendo su actividad sin secuelas".

Así se ha expresado Ballester durante la presentación del estudio "Situación Social de la provincia de Alicante", que ha realizado las profesoras de la Universidad de Alicante Mónica Martí y Carmen Ródenas. Un trabajo que ha puesto de manifiesto las debilidades que ya presentaba la demarcación antes de la pandemia y que, según ha apuntado el presidente de Ineca, servirá para conocer en un futuro cuáles han sido los efectos reales de la misma. Unas debilidades que pasan, sobre todo, por el menor grado de formación y la mayor presencia de ninis, que lastran el mercado laboral, y por el reto que supone el mayor envejecimiento de la población.

Así, el trabajo ha radiografiado la provincia desde cuatro grandes frentes, según ha explicado Mónica Martí: demografía, formación, renta y mercado laboral. Dentro del primer bloque, se analiza, entre otros aspectos, la pirámide poblacional proyectada por el Instituto Nacional de Estadística para el año 2033. En este aspecto revela que para el año 2033, la población aumentará un 10,6% mientras que en España y la Comunidad Valenciana no crecerá más del 5%.

Sin embargo, Martí ha explicado que lo preocupante es que el INE hace descansar este crecimiento diferencial en el aumento muy destacado de la población de 65 y más años, dando lugar a una pirámide invertida y una tasa de dependencia del 41,7%. Un dado que, según la propia experta, resulta importante de cara a la dotación de servicios sanitarios y sociales suficientes para este grupo de población.

Formación

La educación-formación de los alicantinos también ha sido uno de los bloques analizados para conocer la proporción del nivel alcanzado, así como su comparativa con el mercado laboral. Martí también hizo hincapié en el nivel de estudios en curso de la población de 16 años y más y el nivel máximo de estudios alcanzado. La provincia presenta una intensidad relativa menor en los niveles de estudios superiores tanto en la población que se encuentra en formación como en la ya formada. "No resulta tranquilizador que un tercio de la población de la provincia haya alcanzado un nivel máximo de estudios relativamente bajo, esto es, hasta la primera etapa de educación secundaria o similar" ha apostillado la autora del estudio.

El mercado laboral ha sido otra de las secuencias estudiadas por las profesoras Ródenas y Martí. Con la recuperación económica iniciada en 2014, el empleo en la provincia de Alicante crece significativamente, incluso por encima del conjunto español. Si bien, a pesar del aumento notable de la ocupación en la provincia de Alicante, tanto las tasas de ocupación como las de empleo son siempre más bajas en Alicante que en el resto de las áreas analizadas. Desde la perspectiva poblacional, este peor resultado podría explicarse, entre otros motivos, por las diferencias en los niveles de formación de la mano de obra o por la importancia que puede alcanzar las personas autoexcluidas (como es el caso de los denominados NINIs).

El estudio también revela que las tasas de paro son más elevadas en la provincia de Alicante en relación con las otras áreas geográficas en el periodo analizado. Al ser un periodo de recuperación económica las tasas de desempleo se reducen pero ese descenso es menor en la provincia de Alicante. Finalmente, por lo que se refiere al paro de larga duración, observamos nuevamente un peor resultado. En este sentido, se detecta una relación directa entre la formación de la población y el empleo, lo que provocaría, en parte, que los malos resultados de empleabilidad estén relacionados con la menor cualificación de los trabajadores.

La respuesta final a la pregunta de si es posible conocer a nivel subprovincial cómo se distribuye la renta y, por tanto, los niveles de pobreza y exclusión social en la provincia de Alicante, es que el sistema de medición y monitorización requiere más inversión para incorporar variables singulares de nuestro territorio que hoy no están siendo consideradas, por lo que el dato resultante queda desdibujado. En este sentido, Martí ha hecho hincapié en completar las estadísticas de renta con la población extranjera, ya que la provincia de Alicante posee una cuarta parte de los extranjeros residentes en España mayores de 60 años, cuyas pensiones son gestionadas en sus países de origen pero consumen en Alicante.

Gestión inteligente

Tras conocer los datos del estudio, Rafael Ballester, ha propuesto a los representantes políticos e institucionales una cooperación comprometida con la gestión inteligente y con unos objetivos bien definidos. En este sentido, Ballester ha sugerido aprovechar el reto climático y demográfico y la digitalización como oportunidades de progreso y crecimiento de nuevos sectores económicos, además de reforzar nuestros motores económicos clásicos, propiciando así un sistema económico más diversificado y sólido.

A juicio de Ballester, "el resultado de esta gestión inteligente debe tener como objetivos el empleo de calidad, ayudar a las empresas a crecer en tamaño, cualificar la formación de nuestros estudiantes y trabajadores, reforzar y potenciar los proyectos ligados a la innovación y a la economía digital, afrontar la transición energética derivada del cambio climático, construir condiciones que nos permitan asumir el reto demográfico, planificar y ejecutar racionalmente las infraestructuras (agua, movilidad, energía) y servicios (sanitarios, asistenciales, seguridad) que necesitamos para que la economía alicantina soporte los retos del futuro y siga siendo un puntal para la nación, pero mejorando nuestros propios indicadores de renta y calidad de vida".

Ballester explica en que este sistema debe ir acompañado de una "financiación pública justa y suficiente, y una colaboración público-privada leal y eficiente, sin prejuicios y con la debida supervisión, elementos que sin duda deberían contribuir a mejorar la calidad de vida del conjunto de ciudadanos de nuestro territorio".