El presidente de la patronal de la industria farmacéutica en España (Farmaindustria), Martín Sellés, y su vicepresidente, Juan López-Belmonte, han detallado este lunes en la cumbre 'Empresas españolas liderando el futuro', organizada por la CEOE, una batería de propuestas para generar empleos y aumentar la inversión en investigación y la producción de medicamentos. Entre sus propuestas, se encuentra la inversión en investigación y la recuperación de producción deslocalizada.

En línea con el discurso que el presidente de Farmaindustria hizo hace unos días en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, en el Congreso de los Diputados, el vicepresidente López Belmonte ha puesto sobre la mesa los cuatro grandes objetivos sobre los que la industria farmacéutica puede ayudar a la reactivación económica de nuestro país.

El primero, actuar sobre el empleo: "Creamos empleo de calidad, altamente cualificado y con contratos indefinidos. Tenemos casi 6.000 personas trabajando en I+D y el 65% de ellas son mujeres. Entre empleo directo, indirecto e inducido damos ocupación a más de 200.000 personas en España. Este empleo de calidad es el que todos los países quieren crear, porque es el que genera riqueza y resiste mejor las crisis. En las condiciones adecuadas, podemos crecer y proporcionar a nuestro país empleos cualificados, con proyección y vinculados a la innovación".

La segunda propuesta se basa en incrementar las inversiones industriales creando nuevas plantas de producción en España o modernizando o ampliando las actuales. "Se ha puesto de manifiesto durante esta crisis la necesidad que España y Europa tienen de recuperar producción que se ha ido deslocalizando en países asiáticos en los últimos años. Tan alta dependencia del exterior es un riesgo en un ámbito tan crítico como el del medicamento. Estamos en condiciones de recuperar parte de esa producción perdida, y eso tiene un valor sanitario, pero también económico y social, en tanto que permitiría generar tejido productivo, exportación y empleo en nuestro país", ha afirmado López-Belmonte.

Y el presidente de Farmaindustria ha refrendado esta propuesta: "Hemos aprendido durante estas semanas que dependemos demasiado de China y de India; casi todas las materias primas y un gran número de productos sanitarios se producen allí. Tenemos que reindustrializar Europa y, sobre todo, España para evitar esa dependencia tan elevada".

El tercer objetivo es potenciar las inversiones en investigación básica y clínica e incrementar la colaboración de las compañías farmacéuticas con las instituciones para fortalecer la I+D del país. "Podemos intentar traer a España nuevos centros de investigación básica. Nuestro liderazgo en ensayos contra el coronavirus (somos el primer país de Europa en número de ensayos y el cuarto del mundo) es resultado de años de trabajo cooperativo, que nos ha permitido convertirnos en referencia internacional. Partimos de una posición de privilegio en este campo, pero hay margen para crecer. En total, nuestro país invierte en I+D el 1,24% del PIB. Muchos países de nuestro entorno dedican más del 2%, y la media de la UE es el 2,2%. Es evidente que tenemos que mejorar estas cifras, y nosotros podemos ayudar", ha explicado López-Belmonte.

Y el cuarto pilar, según la industria, pasa por crear el entorno adecuado para afrontar mejor futuras pandemias y otras emergencias sanitarias. "El reforzamiento de ese ecosistema de investigación biomédica y de un tejido productivo que añada garantías de producción en nuestro país de determinados medicamentos esenciales es imprescindible para asegurar el fortalecimiento del sistema sanitario público y apuntalar las bases de un modelo capaz de afrontar con garantías nuevas crisis sanitarias", sostienen sus responsables.

"Un marco regulatorio estable"

Para poder llevar a la práctica estas propuestas, Farmaindustria reclama una "estrategia de país" a medio-largo plazo, un entorno regulatorio "estable y predecible, sin cambios estructurales unilaterales, es decir, no acordados con la industria".

"En suma, un marco que facilite al sector definir planes a largo plazo que permitan generar inversiones mantenidas en el tiempo. No puede ser de otro modo en el ámbito del medicamento, cuyo desarrollo implica 10-12 años de trabajo, altos costes (2.500 millones de euros) y mucho riesgo", reivindican.

Junto a ello, han manifestado los representantes de Farmaindustria, hace falta "una estrategia farmacéutica a largo plazo que parta de la visión del medicamento como inversión, no como gasto; que implique mayor reconocimiento de la innovación y que defienda los derechos de la propiedad industrial, y que vea el impacto positivo que el medicamento y la industria tienen no sólo en el ámbito de Sanidad, sino en los de Industria, Economía, Trabajo o Hacienda".

Y esto implica también "evitar discriminaciones entre empresas, especialmente aquellas que carezcan de justificación económica, presupuestaria o de bienestar para los pacientes y usuarios de la sanidad pública, o medidas en el sistema de precios de referencia que comprometan la viabilidad económica de muchos medicamentos".