La crisis del covid-19 golpea con fuerza a otro de los motores de la economía alicantina, la exportación, que, junto con el turismo, había sido uno de los principales artífices de la recuperación de los últimos años. Las medidas de confinamiento adoptadas en la mayoría de países para frenar la expansión pandemia, unidas a las dificultades de transporte y hasta el cierre de fronteras, han hundido las ventas en el exterior de industrias de tanto peso en la provincia como el juguete o el calzado, que dependen totalmente del gasto que realicen los consumidores, pero también han afectado a las de bienes intermedios como el mármol o, en menor medida, el aluminio. Un desastre del que tan solo se ha librado la agricultura, beneficiada por el aumento de la demanda de productos como cítricos u hortalizas que ha provocado el coronavirus en los mercados centroeuropeos.
De esta forma, las exportaciones de la provincia se quedaron durante el pasado mes de abril en 314 millones de euros frente a los 446 millones contabilizados un año atrás. Es decir, una caída del 29% que prácticamente multiplica por cuatro el retroceso del 7,5% que ya se había registrado en marzo, como consecuencia de las primeras semanas de paralización de la actividad por el covid-19. La parte positiva, si es que puede considerarse así, es que el descenso de las ventas de la provincia en el exterior fue inferior a la media nacional, ya que en el conjunto del país las exportaciones se desplomaron un 39,3%, el mayor descenso de la serie histórica, que se remonta a 1995, según los datos del ICEX.
Por sectores, la agricultura desbancó al calzado como principal exportador de la provincia. Así, los envíos de frutas se dispararon un 44,5%, hasta los 54,7 millones, gracias sobre todo al tirón de los cítricos; mientras que las hortalizas repuntaron un 10,3%, hasta los 39,6 millones. Al respecto, el secretario técnico de Asaja Alicante, Ramón Espinosa, señala que el sector se ha visto beneficiado por el aumento del consumo de estos productos en los hogares y por el afán de los grandes distribuidores de muchos países europeos por acaparar mercancía para garantizar el suministro a sus clientes. No obstante, Espinosa señala que este incremento de las ventas al exterior apenas ha mejorado la renta de los agricultores debido a los aumentos del coste de manipulación y de transporte que se ha producido con el covid. A ello hay que unir la caída de ventas que se ha registrado en el canal horeca -hoteles, restaurantes y cafeterías-, que «puede ser mucho más grave si este verano el turismo no se recupera», apunta el responsable de Asaja.
En el lado opuesto, las exportaciones de calzado cayeron un 67,5% -desde los 94,9 millones del año pasado, hasta los 30,8 millones del pasado abril-, debido al cierre de las tiendas en toda Europa, que dejó al comercio electrónico casi como única vía de distribución para el sector, como recuerda la presidenta de Avecal, Marián Cano. «Solo se atendieron algunos pedidos en aquellos mercados que estaban más abiertos», recuerda la representante empresarial, que augura que los datos de mayo y hasta junio seguirán una senda similar.
«Lo que no se ha vendido estos meses ya no se va a recuperar. En estos momentos las fábricas están volcadas en reconfirmar los pedidos que tenían para la próxima colección de otoño-invierno y pensando en la manera de presentar las próximas colecciones sin tener claro qué pasará con las ferias», apunta Cano, que también reconoce la preocupación que existe ante las noticias se nuevos rebrotes en China o Alemania. Aunque en el caso del gigante asiático, Pekín está muy alejado de las zonas productoras, «este tipo de noticias pueden afectar a la recuperación del consumo, ya que los compradores se retraen», explica la presidenta de Avecal.
Resistencia a las crisis
El juguete es otro de los productos alicantinos que más ha visto caer sus exportaciones, un 62,3%, por razones idénticas al anterior. En este caso, el sector tiene el consuelo de que la crisis ha llegado en un momento donde las ventas no son especialmente significativas, como señala el responsable de Promoción Exterior de la Aefj, Oliver Giner, por lo que confían en recuperar parte del terreno perdido durante la campaña de Navidad. «El sector suele tener cierta resistencia a la crisis porque los padres prefieren recortar en otras cosas antes que en los juguetes de los niños», señala el experto. Junto a los anteriores, también han sufrido importantes caídas de ventas el mueble (-56,9%), el mármol (-55,3%), los fabricantes de maquinaria (-19,8%), el aluminio (-16.9%) o los productores de plástico (-12%).
