CaixaBank ha relanzado Imagin, el banco móvil que abrió en 2016 para los clientes jóvenes, y la ha convertido en una plataforma digital que ofrece productos financieros y no financieros, pero que también incluye contenidos digitales y experiencias para niños y adolescentes.
El consejero delegado de Imagin, Benjamí Puigdevall, destacó ayer durante la presentación que, a diferencia del modelo actual, la relación con los usuarios ya no empezará con una cuenta bancaria, sino con el registro a la plataforma a través de un correo electrónico y contraseña.
La nueva propuesta cubre el segmento infantil y joven, a través de tres aplicaciones específicas: ImaginKids (hasta los 11 años, con foco en la educación financiera a través de juegos); ImaginTeens (para adolescentes de 12 a 17 años y con contenidos para los que necesitan soluciones para sus primeras compras y para iniciarse en la gestión de sus finanzas personales); e Imagin (a partir de 18 años, con oferta financiera y no financiera), informa Europa Press. Con este amplio espectro de usuarios, imagin cuenta con una base de 2,6 millones de usuarios, ya que a los 1,6 millones de clientes adultos con los que contaba se suman ahora un millón entre niños y adolescentes.
Puigdevall indicó que, con esta transformación, Imagin, donde trabajan una cincuentena de personas, quiere superar los cuatro millones de usuarios en los próximos cuatro años, así como lograr un incremento de la rentabilidad de un 70% en la franja de edad más joven de sus clientes. Puigdevall también dijo que imagin más que una aplicación financiera, es «una comunidad de usuarios con el foco en el estilo de vida». La plataforma propone una amplia gama de contenidos, desde música, videoentrevistas, conciertos, viajes o la posibilidad de conocer artistas, entre otros. En el caso de ImaginGames -destaca la colaboración con el Mad Lions, el equipo ganador de la LVP en League of Legends-. Por otra parte, en la presentación de imagin se destacó que, en las propuestas o contenidos dirigidos a los más pequeños o a adolescentes, serán los padres los que decidan cuándo y cómo se utilizan y los que tengan conocimiento y el control del uso que realizan sus hijos.
