Los pensionistas alicantinos han reiniciado sus protestas de los lunes ante el Ayuntamiento de la capital, una vez que en la fase 3 desaparecen las franjas horarias de movilidad. Guardando las distancias de seguridad, un grupo de jubilados ha vuelto a las movilizaciones iniciadas ya el pasado año y en las que reivindicaban unas pensiones públicas y dignas, además de que estas prestaciones estuvieran garantizadas en los Presupuestos.

Pero, tras el duro periodo de confinamiento, los fallecimientos por coronavirus y las situaciones críticas que se han sufrido en los hospitales y también en residencias de mayores, tanto de la provincia como de muchas zonas de España, los pensionistas han ampliado sus demandas a relamar la dotación de medios de estos colectivos y el reforzamiento y, especialmente, de la sanidad pública y la educación.

Los concentrados, convocados por la Plataforma de Pensionistas de l'Alacantí, también se movilizaban por una educación pública y en algunas de sus pancartas también se hacían alusiones a tender a actividades sostenibles para cuidar el medio ambiente.

A fecha 1 de mayo, en la provincia había 321.635 pensionistas y la prestación media se situaba en los 874,26 euros al mes. Cuantía que está por debajo de la media autonómica de 930,80 euros al mes y del promedio estatal, que sube hasta los 1.010,11 euros mensuales, según datos publicados por el Ministerio de Trabajo.