A pesar de que no escapará de sus efectos, como ya muestran los primeros indicadores que se conocen, la crisis económica provocada por el covid-19 tendrá una menor afectación sobre el sector inmobiliario que la anterior de 2008. Al menos así lo defienden los expertos de BBVA Research en su último informe especializado, en el que ponen de relieve las diferencias entre la actual situación y la de hace una década.
Para empezar, destacan que el precio de partida es muy diferente. En 2008 el metro cuadrado se cotizada a 2.100 euros de media en España, mientras que hoy en día está en 1.650 euros. Por tanto, a día de hoy, el esfuerzo para adquirir una vivienda es más reducido. Otro punto a tener en cuenta, según el gabinete de estudios del BBVA, es el porcentaje de renta dedicado al pago de la hipoteca, que durante la crisis de 2008 era superior al 50%, y ahora es del 32%. Igualmente, señalan que la situación financiera actualmente está más saneada que años atrás, como muestra el hecho de que el endeudamiento de las familias haya pasado del 171% en 2006 al 131% en 2019.
A esto hay que añadir que los tipos de interés se mantendrán en niveles relativamente reducidos y el mercado, en general, no refleja un problema de sobreoferta de vivienda de obra nueva como sí lo mostraba entonces, según estos expertos.
Contracción de las ventas
En cualquier caso, aunque sea más llevadero, la crisis sí tendrá impacto en el sector. Así, desde BBVA Research recuerdan que el pasado mes de marzo el número de transacciones cayó un 40% y es de esperar que las cifras de abril y mayo sean aún peores. Esta reducción de las ventas se dejó notar en el precio de la vivienda, que registró el primer descenso intermensual en 21 trimestres (-0,4% una vez corregido de variaciones estacionales y el efecto calendario), acentuándose la desaceleración interanual que venía produciéndose desde el segundo trimestre de 2019, según el Ministerio de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana (MITMA). Por su parte, los visados para la construcción de nuevas viviendas cayeron un 36% en marzo, lo que apunta a una menor actividad.
