La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) se suma a las críticas de la CEOE y Cepyme contra el acuerdo del Gobierno con Bildu para derogar la reforma laboral, a cambio del voto de los nacionalistas a la prórroga del estado de alarma por el covid-19 . Una decisión que la patronal autonómica considera "irresponsable e inadmisible" por haberse acordado al margen del diálogo social entre sindicatos y empresarios.

De esta forma, la organización presidida por Salvador Navarro ha expresado este jueves su rechazo "contundente" a lo que califica como "intentos por aprovechar el estado de alarma para derogar la reforma laboral".

A pesar de las matizaciones posteriores, sobre todo por parte de los socialistas, para la CEV el acuerdo "evidencia cuáles son las intenciones del Gobierno", al que recriminan que obvie el diálogo social "cuando más necesario es", y apunta, además, que las recomendaciones de las Comisión Europea van en sentido opuesto al que establece el acuerdo del Gobierno con los nacionalistas vascos de izquierdas.

"Parece que el Gobierno no se ha enterado de que la misma Europa a la que vamos a tener que recurrir para tener liquidez y encarar la recuperación pide protección para empresas y trabajadores, agradece el papel del sector privado y resalta la importancia del diálogo social", ha señalado el presidente de la CEV, Salvador Navarro.

Actuación coordinada

Frente al acuerdo parlamentario, los empresarios de la Comunidad abogan por actuar "de forma coordinada y consensuada a través del diálogo social" para hacer frente a la crisis generada por el covid-19, y señalan la necesidad de desarrollar un plan global de reconstrucción como eje esencial del crecimiento económico y de la generación de empleo de calidad. Por eso, insisten, los cambios en la normativa laboral deberían realizarse a través del acuerdo entre los agentes sociales. Para Navarro "cualquier paso en otra dirección es completamente irresponsable e inadmisible. Paliar la crisis sanitaria y garantizar la supervivencia de las empresas y el mantenimiento del empleo es la única prioridad ahora. Los intereses partidistas no pueden estar por encima del interés general".

"Nuestro mercado laboral debe aproximarse a la flexibilidad de los países del entorno con los que competimos, y no al contrario, es imprescindible para adaptarse al contexto económico, a los desafíos de la competencia, y mantener el empleo. Una mayor rigidez sólo conseguirá avocar al cierre a más empresas y que los ERTES puedan convertirse en ERES", ha añadido Navarro.