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La Comisión Europea eleva el desplome de la economía española al 9,4% en 2020

Es una contracción dos décimas por encima de la pronosticada por el Gobierno, aunque augura un repunte del 7% en 2021

La Comisión Europea eleva el desplome de la economía española al 9,4% en 2020

La crisis del coronavirus y las estrictas medidas de confinamiento puestas en marcha por España para frenar la propagación de la pandemia provocarán, según la Comisión Europea, un desplome brutal de la economía española cuyo Producto Interior Bruto registrará en el año 2020 una caída del 9,4%, dos décimas peor de lo anunciado por el Gobierno español la semana pasada. Este mayor pesimismo en 2020 se compensará en 2021 con una recuperación algo mayor del PIB del 7% frente al 6,8 % del Gobierno, aunque insuficiente para recuperar el terreno perdido.

Las nuevas previsiones económicas de primavera -con fecha de corte en el 23 de abril- reconocen que la economía española «estaba en una senda de crecimiento moderado» antes del estallido de la pandemia del Covid-19, con un crecimiento del PIB del 2% en el año 2019, una previsión para este ejercicio del 1,6% y unos indicadores de enero y febrero sin cambios respecto al ritmo previsto. Una situación que estalló a principios de marzo. El brote severo de la pandemia llevó a las autoridades españolas a imponer estrictas medidas de confinamiento que culminaron en la suspensión de todas las actividades esenciales durante dos semanas.

Estas restricciones tendrán «un efecto sin precedentes en la actividad económica, con un impacto particularmente severo en el sector servicios» y «un impacto profundamente negativo» en las finanzas públicas debido a una fuerte contracción de la recaudación fiscal y un aumento del gasto por desempleo, las transferencias sociales y el gasto en atención médica. Todo esto, junto con los aumentos ya aprobados en las pensiones y el salario de los funcionarios, dispararán el déficit hasta cerca del 10% del PIB en 2020.

Fuera de la senda de estabilidad

El agujero en las cuentas públicas se reducirá en 2021, pero sin cambios en la política económica el déficit será del 6,7% en 2021, muy por encima del 3% tope que fija el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Como consecuencia de esta brecha fiscal y el hundimiento del PIB, la ratio entre deuda y PIB aumentará unos 20 puntos y llegará en 2020 al 115,6% antes de disminuir al 113,7% en el 2021.

«España es uno de los tres o cuatro países más afectados en Europa por este brote. Necesita nuestra solidaridad y necesita que el Gobierno adopte decisiones potentes y rápidas», defendió el comisario de Asuntos económicos, Paolo Gentiloni, eludiendo pronunciarse sobre cuándo deberá acometer ajustes el Gobierno de Pedro Sánchez. «No es habitual que el comisario de asuntos económicos invite a los gobiernos a gastar, pero así es. Las consecuencias de no gastar habrían sido peores que las consecuencias que tendremos por alto déficit y deuda», auguró.«Tendremos un período para recuperar el camino adecuado. Pero para hacer frente a la crisis, y particularmente el riesgo de perder puestos de trabajo en España, es absolutamente necesario», añadió Gentiloni. Según el análisis de la Comisión, España será junto con Grecia (-9,7%) e Italia (-9,5%) el país que registrará este año la mayor contracción económica, pero también caerán con fuerza Francia (-8,2%) o Irlanda (-7,9%).

El impacto será generalizado, con una caída récord en la Eurozona (-7,7%) y en toda la Unión Europea (-7,4%) aunque países como Alemania (-6,5%) conseguirán limitar la caída de su PIB. El pronóstico de Bruselas es que la Eurozona crecerá un 6,3% en 2021 y un 6,1% la UE en 2021 aunque los números dependerán de la severidad de la pandemia y de la recuperación de los sectores más golpeados, lo que podría llevar a una recuperación a varias velocidades en función de la capacidad de los gobiernos para adoptar medidas.

El desempleo rozará el 19% en este ejercicio

En cuanto a la situación del empleo, Bruselas espera que los ERTE ayuden a limitar el número de despidos y sirvan para garantizar unos ingresos mínimos mientras dure la recesión. Aún así admite que la tasa de desempleo en España se disparará rápidamente (al 18,9% este año), amplificando el impacto en la economía, aunque las pérdidas de empleo deberían reabsorberse en parte a medida que la actividad se recupere. Una recuperación, sin embargo, que será mucho más lenta debido a la gran incertidumbre y al desproporcionado impacto de la crisis en sectores intensivos de mano de obra como el comercio minorista y la hostelería. Hasta el punto de que la tasa de desempleo seguirá a finales de 2021 en el 17%.

El sector servicios será el que más tardará en recuperarse del golpe

La mayor duración de las restricciones lastrará al turismo, hoteles, pymes, transportes y alimentación

Las estimaciones de Bruselas apuntan que para finales del próximo año solo Alemania, Austria, Polonia, Eslovaquia y Croacia habrán recuperado el nivel previo a la crisis del coronavirus. En el caso español, el diagnóstico comunitario apunta a que la industria reanudará su actividad con mayor rapidez que el sector servicios, donde las restricciones se mantendrán más tiempo, lo que afectará al comercio minorista, al turismo, el transporte, la alimentación y los hoteles.

Aún así, «las interrupciones en la cadena de valor mundial y una demanda más débil puede impedir una normalización de la industria», alerta el Ejecutivo comunitario en sus previsiones publicadas ayer.

El rebote a partir de 2021 dependerá del grado de normalización de las distintas actividades. «Si a principios de 2021 se levantan todas las restricciones productivas, la actividad debería experimentar cierto repunte durante la primera mitad del año y luego moderarse gradualmente, pero permanecer por encima del potencial en la segunda mitad», sostiene la Comisión. En cuanto al turismo, un sector clave en toda la ribera mediterránea, Gentiloni se comprometió a trabajar «para garantizar» su supervivencia durante este verano.

La radiografía de Bruselas también sostiene que las medidas para apoyar al sector empresarial pueden ayudar a reducir el número de quiebras, pero la débil demanda, la elevada incertidumbre, la escasez de liquidez y el deterioro de la rentabilidad se traducirán en una fuerte contracción de la inversión. Los efectos del coronavirus también se dejarán sentir en las exportaciones, que retrocederán con fuerza en 2020 debido a las fuertes caídas en las ventas, las restricciones de producción y el impacto en el turismo.

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