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CORONAVIRUS

Promotores prevén una caída de ventas de hasta el 25% pero dicen que el sector resistirá

Provia reclama que el turismo residencial reciba un trato diferenciado en la desescalada

Los trabajadores de la construcción volvieron al trabajo hace unos días tras un mes parados por el estado de alarma. RAFA ARJONES

La crisis económica provocada por el Covid-19 también impactará en el negocio de la promoción de viviendas nuevas aunque, a diferencia de lo ocurrido en 2008, los empresarios creen que tienen riñón suficiente para aguantar e, incluso, convertirse en uno de los pilares de la recuperación. Así se puso de manifiesto durante la asamblea telemática que ayer celebró la Asociación Promotores de la Provincia de Alicante (Provia), en la que se cifró en una horquilla de entre el 20% y el 25% la posible caída del número de transacciones durante este ejercicio.

Por su parte, el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante calcula en un 15% de media la caída de los precios, pero los agentes también se muestran optimistas. «El que piensa comprar va a esperar, sufrimos la incertidumbre, pero esta situación no va a ser eterna», expone la presidenta colegial, Marifé Esteso.

En el encuentro de Provia, el economista jefe de Arcano, Ignacio de la Torre, presentó el informe que ha elaborado la firma de asesoramiento financiero sobre la crisis, en el que se pronostica un descenso del PIB a nivel nacional de entre el 8% y el 10%, y una caída de las ventas de viviendas de alrededor del 20%. Una cifra que el presidente de Provia, Antonio Fernández, cree trasladable a la provincia, donde incluso podría ser algo mayor, hasta un 25%, debido al gran peso de los compradores extranjeros en el mercado de la Costa Blanca.

El propio Fernández señaló que se trata de un descenso «muy considerable» pero, aún así, «razonable y asumible, en las actuales circunstancias». Y es que, a diferencia de 2008, el presidente de los promotores señala que la situación de las empresas del ramo es ahora «sólida» y que la actual crisis «no afecta a los fundamentos del sector».

Menos viviendas

Así, recuerda que la cifra de viviendas que se inicia anualmente en la Costa Blanca, alrededor de unas 7.000, dista mucho de las más de 50.000 que se ponían en marcha en los años de la burbuja y, además, las promociones arrancan con la mayoría de las viviendas vendidas sobre plano. «No es lo mismo tener que esperar seis meses más para vender el 20% de los pisos que te queda, que tenerlo todo por vender, como ocurrió entonces», recuerda Fernández.

El presidente de Provia señala que la finalización de los proyectos que ya están en marcha, y en gran parte comercializados, pueden convertirse en uno de los motores de la recuperación, una vez que se produzca el desconfinamiento. De hecho, como señala, la construcción es uno de los sectores que ha recuperado un mayor grado de actividad, tras el fin de la hibernación forzosa de todas las actividades no esenciales, lo que está inyectando liquidez a sus proveedores y «a muchas familias». Eso sí, desde Provia también insisten, por un lado, en que el Gobierno debería incluir la firma de la compraventa de viviendas como uno de los motivos de «fuerza mayor» que permitieran viajar desde el extranjero en los próximos meses, para que se puedan ejecutar las entregas de viviendas previstas y evitar que se ahogue la tesorería de las empresas.

Y, por otro lado, los promotores reclamaron de nuevo que el turismo residencial reciba un trato diferenciado del resto en el plan de desescalada. En otras palabras, que se permita a los propietarios usar sus segundas residencias. «Habrá que ver caso a caso, casi playa por playa, pero si las condiciones sanitarias lo permiten, sería una medida muy positiva, que ayudaría a atenuar la caída del PIB en la zona», apuntó Antonio Fernández, que recordó que dos tercios de los turistas de la Costa Blanca se alojan en casas.

En cuanto a los precios, desde Provia señalaron que, en el caso de la obra nueva, no se verán bajadas de precios significativas -entre otros motivos, por el hecho de que gran parte de lo que se construye ya está vendido-, y en términos generales apuntaron que, si bien puede producirse un «shock» inicial, lo previsible es que se recupere la normalidad el próximo año.

También esperan un golpe inicial los agentes inmobiliarios. El Colegio lo cifra en el 15% de caída de precios, hasta el 20% o más esperan las asociaciones de inmobiliarias de Elche o Vega Baja. El portavoz ilicitano, Miguel Galindo, destaca la «incertidumbre. Veremos a ver qué dice el mercado...», También resalta que «nos estamos preparando a nivel de protección frente al virus para iniciar la actividad comercial con seguridad» y prevé «incluso, una revalorización de las viviendas con parcelas, con terrazas amplias, casas de campo, en urbanizaciones». El producto de primera línea o los áticos mantendrán, como habitualmente, sus precios elevados.

Extranjeros

En la Vega Baja, Karen Manzanas remarca que «nuestra diferencia con Elche o Alicante está en que nuestras ventas se concentran en un 90% en los extranjeros. Con mucha suerte, en septiembre los podremos comenzar a ver por aquí. El comprador no va a tener prisa. El vendedor va a tener que bajar precios. Un panorama muy complicado que, tras la crisis de 2008, nos obliga de nuevo a reiventarnos, apostar claramente por ser atractivos en precios y presentación, por las nuevas tecnologías, por las visitas virtuales. Vamos a tardar un tiempo en limpiar la imagen de país castigado por el coronavirus», concluyó Manzanas.

Por último, la presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Marifé Esteso, añade que «la situación va a ser complicada, pero creo que no nos va a costar excesivamente despegar. En general, el cliente va a esperar a comprar, pero el mercado se regulará».

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