No solo es que #estonotienequeparar, como reza el eslogan que desde hace ya algunos días empresas y organizaciones de todo tipo están promoviendo para levantar los ánimos, sino que hay que empezar a plantear ya un calendario realista, que marque las fechas para que los distintos sectores y actividades puedan reincorporarse poco a poco a la normalidad, y que permita a las compañías prepararse para este regreso. Además, si se quiere una recuperación rápida, las administraciones tendrán que realizar un notable esfuerzo para suprimir la burocracia que entorpece la puesta en marcha de nuevos negocios e iniciativas.

Esas fueron las principales reivindicaciones que ayer pusieron sobre la mesa los miembros de la junta directiva de la poderosa Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) -el lobby que reúne a las grandes firmas de carácter familiar de la Comunidad, con Mercadona al frente-, durante el encuentro de más de una hora y media que ayer mantuvieron con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Una reunión en la que, más que pedirle acciones concretas -puesto que en gran medida sus reivindicaciones dependen más del Gobierno central-, los grandes patronos solicitaron al jefe del Consell que asumiera sus postulados y les ayudara a defenderlos ante las instancias que corresponda, según explicaron fuentes de esta organización.

Desde que estalló la actual crisis sanitaria y económica, los miembros de la directiva de AVE llevan celebrando reuniones telemáticas semanales para poner en común sus experiencias y buscar posibles salidas. Ayer decidieron invitar al jefe del Consell para trasladarle algunas de sus conclusiones y propuestas, que, a grandes trazos, se resumen en cinco grandes apartados.

El primero de ellos es dejar claro que, frente a la imagen negativa que se ha trasladado de ellos en algunos momentos durante la actual crisis -sobre todo a raíz de la avalancha de ERTES-, «los empresarios no son el enemigo en esta situación». Por el contrario, según afirman, son los que tienen la llave para superar la crisis económica provocada por el Covid-19, con la creación de empleo. Derivado de esto, el segundo punto es poner en valor la figura del empresario y de su trabajo.

Pero más allá de estos aspectos valorativos, los grandes patronos de la Comunidad plantearon cuestiones más concretas y la primera fue la de reclamar que se ponga ya sobre la mesa un calendario para la desescalada. Una hoja de ruta que marque el regreso de las distintas actividades ahora vetadas y que permita, por un lado, seguir manteniendo la seguridad de todos, adoptando todas las medidas necesarias, pero que acabe con la actual incertidumbre y permita a las empresas prepararse para ese regreso a la normalidad.

Silencio positivo

Por otro lado, desde AVE también señalaron que, si se quiere una recuperación rápida, «ahora más que nunca, hay que pensar en suprimir toda la burocracia posible». En concreto, desde la organización que preside Vicente Boluda abogan por ir hacia un sistema de silencio administrativo positivo y de inicio de actividad con declaración responsable.

«Y que luego el que lo haga mal que lo pague, pero que no se pongan trabas a ningún negocio», recalcaron ayer desde la asociación. Por último, desde AVE lanzaron una pequeña reprimenda a la clase política y exigieron «el fin de la división y la crispación».

Por su parte, Ximo Puig recogió en varias ocasiones el guante que le lanzaron los empresarios, abogando, por ejemplo, por una reducción de la burocracia dentro de los «acuerdos valencianos» que quiere promover para la reconstrucción tras la pandemia.

También reconoció el error en el que incurren algunos al confrontar «actividad económica y seguridad sanitaria», y señaló que no es incompatible proteger la salud de los trabajadores con una mayor actividad económica, donde sea posible. Por último, Puig también abogó por impulsar proyectos de colaboración público-privada en infraestructuras o temas de vivienda como una de las fórmulas para acelerar la recuperación económica en la Comunidad.