El shock económico provocado por las medidas para contener la expansión del Covid-19 está afectando en mayor medida a los trabajadores autónomos que al resto de empresas. Al menos eso es lo que reflejan los primeros resultados del Monitor Ineca, en base a la encuesta realizada por el instituto que preside Rafael Ballester entre el pasado 23 de marzo y el 1 de abril, y a la que respondieron 233 asociaciones, colectivos y empresarios de la provincia.

Así, hasta esa fecha ya habían paralizado totalmente su actividad el 30,2% de los autónomos, frente al 4,5% del resto de empresas que se encontraba en esta situación. En el lado opuesto, sólo un 36,46% de estos profesionales había podido seguir desarrollando sus tareas más o menos con normalidad, frente al 42,1% de las compañías.

En cuanto a la afectación en el empleo, hasta el 33,3% de los autónomos ha tenido que aplicar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo a sus empleados, una medida que también han adoptado el 49,6% de las empresas. Entre estas últimas, además, hay un 3,8% que ha aumentado su plantilla para atender la mayor carga de trabajo que soportan estos días, como ocurre con los supermercados.

En este sentido, los propios responsables de Ineca relacionan esta mayor afectación de los autónomos con la menor incorporación por parte de estos profesionales de las herramientas digitales que permiten el teletrabajo. También advierten de que las empresas «que no se adapten durante este proceso tendrán más difícil su reincorporación a la actividad tras la reactivación económica».

Respecto a las medidas que las diferentes administraciones están desarrollando para minimizar los efectos de la crisis, el 88% de los autónomos las considera insuficientes, frente al 80% del empresario. Ballester pidió que estas medidas ayuden a amortiguar el impacto de la paralización.