Hubo un tiempo en que la mayoría de las organizaciones empresariales vivían de la financiación pública, pero llegó la crisis de 2008 y, con ella, fueron muchas las que tuvieron que buscarse la vida, mientras otras, como Coepa, directamente desaparecieron. Unas porque ya lo tenían asumido desde antes, otras porque no tuvieron más remedio, tuvieron que encontrar en los servicios que se prestan a los asociados y en las cuotas sus principales vías de ingreso. Sin embargo, la crisis del coronavirus ha sacudido sin piedad a prácticamente todos los sectores productivos de la provincia, y las organizaciones sectoriales que dependen de la actividad de sus empresas, y que incluso en algunos casos operan en la práctica como mercantiles, no han tenido más opción que actuar como las compañías a las que representan para tratar de hacer frente a la situación. Así pues, no les ha quedado otra que hacer ajustes temporales en sus plantillas.
Sin ir más lejos, la patronal hotelera Hosbec, que representa a una de las actividades más castigadas por la pandemia por lo que ha supuesto el cierre de todos los establecimientos, y que tenía a una decena de trabajadores, ha aprobado un ERTE que afecta a siete de los empleados, que, de este modo, pasan temporalmente al desempleo. También la federación provincial del metal Fempa se ha visto en una situación similar, de manera que, de 30 trabajadores, hasta que pase la crisis sanitaria, solo se han quedado cinco y, además, con reducción de jornada. Desde una organización y la otra, de hecho, defienden que de lo que se trata es de continuar prestando servicios a sus empresas, sobre todo atendiendo la avalancha de consultas que están recibiendo por parte de los asociados, pero tomando una medida, la de presentar un ERTE, que lo que busca es preservar la plantilla una vez que amaine el temporal y garantizar la viabilidad de estas patronales. Todo, lógicamente, en un momento en el que el estado de alarma impide prestar otros servicios presenciales.
En una situación parecida está la Institución Ferial Alicantina (IFA). La cancelación de la actividad ferial ha hecho que de las 14 personas que integran el equipo solo sigan, mientras se prolongue el confinamiento, dos personas, con reducción de jornada, además. Mientras, el comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Alicante ya ha dado luz verde a un ERTE que afectará a la totalidad de la plantilla -medio centenar-, aunque un tercio de empleados irá al paro de forma temporal, y el resto tendrá reducciones de jornada en diferentes grados. No obstante, fuentes oficiales de la entidad insisten en que aún no se ha registrado y que solo es una «posibilidad».
Sin cuotas en algunas sectoriales para no ahogar a los asociados
Algunas organizaciones sectoriales han optado por dejar de cobrar las cuotas mientras dure la crisis sanitaria, para no ahogar más a los empresarios. La patronal hotelera Hosbec no va a girar la cuota de abril y la de mayo dependerá de si ha mejorado la situación. También la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes ha optado por esa vía, así como la patronal del metal Fempa, que no va a cobrar este trimestre, y para el abono de junio contempla un aplazamiento de cuatro meses si se ha normalizado todo. Tampoco cobrará a los asociados las facturas pendientes por servicios que les haya prestado la federación en las últimas semanas.
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