Qué incidencia puede acabar teniendo a nivel económico la crisis del coronavirus para una Comunidad tan dependiente de sectores como el turismo, el calzado, el textil, el juguete o la automoción?

No debemos generar ninguna situación de alarmismo. Estamos teniendo reuniones con los representantes de nuestros sectores productivos para actuar de manera consensuada. El presidente ya anunció el jueves un plan de choque y esas medidas planteadas se suman a las ya anunciadas tras la reunión de la Conselleria con asociaciones sectoriales y entidades empresariales con la puesta en marcha de dos nuevos servicios a través de Ivace Internacional para apoyar a las empresas en la búsqueda de proveedores alternativos, así como para aprovechar nuevas oportunidades de negocio. En el desarrollo de este servicio se va a contar con la colaboración de Seimed-EEN, la mayor red de apoyo para las pymes europeas que gestiona el Ivace en la Comunidad y en Murcia promovida y financiada por la Comisión Europea. Además, y a través de otro nuevo servicio, Ivace Internacional está facilitando información de valor añadido que permita a las empresas aprovechar nuevas oportunidades de negocio y, así, encontrar nuevos clientes que estén buscando proveedores alternativos a China.

El Ministerio de Sanidad juega con un horizonte temporal de entre dos y cinco meses para dar por contenida la pandemia en España, y la creación de empleo ya se estaba frenando. ¿Qué puede pasar?

No considero que la creación de empleo se estuviera frenando. Los últimos datos nos indican que la Comunidad lidera la reducción del paro registrado en términos interanuales con 9.135 personas desempleadas menos, un 2,43% menos, muy por encima de la media del Estado, de un 1,31% menos. Todos los sectores presentan una evolución positiva, excepto la agricultura, donde el paro se incrementa un 0,64%, y en cuanto a los datos de afiliación a la Seguridad Social los datos son también positivos, puesto que somos la cuarta autonomía donde más se ha incrementado la afiliación en términos cuantitativos. Ahora bien, si conseguimos frenar y contener esta pandemia, la afección en la creación de empleo puede ser mínima, si seguimos los protocolos de actuación y las indicaciones sanitarias. La sociedad debe ser consciente del problema y evitar la propagación del virus para minimizar sus efectos en el tiempo.

¿Va a poner la Generalitat algún tipo de plan de contingencia específico para tratar de minimizar el impacto, sobre todo en el empleo y ante el cierre de empresas?

El presidente presentó el jueves en las Cortes un plan de choque que, junto con las medidas del Gobierno central, pretende minimizar este impacto. Aun así, es algo que estamos siguiendo minuto a minuto por parte de la Conselleria de Economía y sus entes autónomos, como Labora, el Invassat e Ivace. Estamos barajando varios escenarios para podernos anticipar en el peor de los casos. De hecho, este próximo lunes tenemos una reunión vía videoconferencia con la ministra de Trabajo para tratar este y otros temas.

La CEV ha presentado esta misma semana un paquete con 25 medidas centradas en el ámbito laboral, fiscal, económico y sectorial para paliar el impacto del coronavirus. ¿Qué va a hacer el Consell con eso?

Son medidas que el Consell valora y que muchas de ellas coinciden con nuestro planteamiento. De hecho, algunas de ellas ya están en marcha.

El Consell decidió aplazar las Fallas y las fiestas de Castellón precisamente la tarde antes de que comenzara Futurmoda en IFA. ¿Habría cancelado el certamen?

Fue una decisión consensuada entre los organizadores, IFA y la Conselleria. Es un certamen profesional no abierto al público, no multitudinario y la verdad es que estuvieron al borde de la suspensión. Finalmente, se decidió seguir adelante a ocho horas vista desde la suspensión de las Fallas y la Magdalena. El resto de certámenes sí se suspendió ese mismo día.

¿Estamos al borde de otra recesión como vaticinan algunos expertos?

Está claro que el coronavirus va a afectar a nuestra economía pues es un problema global, mundial, y, por tanto, no es solo nuestro. Pienso que sí o sí vamos a tener un impacto a corto plazo, pero no olvidemos que se trata de una crisis sanitaria que tiene consecuencias económicas. No es una crisis económica en sí misma. Saldremos de ésta.

Coronavirus al margen, y con la perspectiva que dan estos nueve meses desde que tomó posesión el segundo Botànic, ¿le falta empuje al Gobierno autonómico?

No, pero cuestiones que han pasado durante estos nueve meses parece que están tapando toda la gestión diaria. Tenemos que hablar de la DANA, de la borrasca Gloria y, en estos momentos, del coronavirus, que el Gobierno de la Generalitat tiene que abordar de una manera rigurosa y con mucha seriedad. No obstante, eso no quiere decir que no se estén ejecutando proyectos en los que veníamos trabajando desde la anterior legislatura, como el Plan Estratégico de Emprendimiento 2019-2023, el Plan Estratégico de la Industria Valenciana, o incluso el Plan del E-commerce.Hay medidas cortoplacistas que se toman por necesidad, pero desde la Conselleria de Economía Sostenible siempre trabajamos a largo plazo y con luces largas. No debemos permitir que lo urgente sobrepase a lo importante.

¿Cuál es la asignatura pendiente que arrastra en estos momentos?

La asignatura pendiente es ir cerrando cuestiones que aún tenemos encima de la mesa, como el tema de las ferias. Tenemos dos decretos ley aprobados, uno el de la asunción de la deuda, que prácticamente ya está finiquitado. Ahora la asignatura pendiente es cerrar el modelo, y ahí es donde estamos trabajando. Espero que a lo largo de 2020 podamos tener el modelo cerrado y, desde mi punto de vista, tiene que ser un modelo de valor añadido, que nos ayude a ganar, aunque ya veremos si jurídicamente es un consorcio, una fundación... Tiene que ser un modelo en el que debemos poner en valor el conocimiento que tenemos en cada una de las ferias, tanto en IFA como en Feria València, y, a partir del conocimiento que tenemos, dar posibilidades de tener operadores en el ámbito de eventos o incluso de otras ferias.

El modelo de gestión precisamente ha sido uno de los principales focos de fricción con el PSPV. Compromís defiende que las ferias sean públicas y sus socios de gobierno abogan por la colaboración público-privada.¿En qué fase se encuentra este pulso?

En que tiene que ser una entidad pública estamos de acuerdo. Después de absorber la cantidad de dinero que va absorber la Generalitat, está claro que tiene que ser un ente público. A partir de ahí, hay que diseñar el modelo, y lo que sí que queremos es que el conocimiento se quede, porque se ha demostrado que la gestión en Feria València y en IFA estos años ha sido muy positiva. Los números avalan claramente la gestión. ¿Podemos buscar operadores? Claro que sí, para aquello que no tenemos, para otras ferias y otros eventos. Ése es un proyecto valiente y de ganar. Sacar un pliego de condiciones y licitarlo todo es un proyecto de no perder, y debemos ser valientes y jugar a proyectos ganadores que ayuden a dinamizar nuestra economía.

Le replanteo la pregunta, y más teniendo en cuenta las declaraciones que ha hecho hace unos días el conseller de Hacienda: ¿Acabarán convenciendo al PSPV?

Él no cerraba la puerta a nada, lo único que decía era que no era conditio sine qua non que el conocimiento que tenemos en la feria se tuviese que quedar. Vamos a esperar que no se cierre ninguna puerta, y que entendamos que la gestión que se ha desarrollado y se está desarrollando en las ferias es buena, y que se tiene que quedar. No es cuestión de convencer, sino de que se vean las cosas con luces largas, sobre todo pensando en el futuro de la economía, y no tomar decisiones que estén un poco coartadas por la situación económica que pueda tener la Generalitat en un momento determinado.

Y, al margen de la forma jurídica, ¿IFA seguirá manteniendo su total independencia respecto a València?

Si es una empresa pública, a lo mejor puede ser la misma para las dos ferias, pero después entiendo que la gestión tiene que ir por separado. La línea de trabajo de IFA tiene que ser independiente de la de Feria València.

¿Es factible hoy por hoy que la feria de calzado se acabe trasladando a Alicante?

Esperemos que sí. Desde el primer momento en el que me hice cargo de la Conselleria de Economía Sostenible, nuestra intención ha sido que todas las ferias que en un momento determinado decidieron marcharse de nuestro territorio volviesen, e incluso reforzar las que teníamos. Lo hemos hecho en Cevisama, hemos hecho que Hábitat vuelva a ser la feria que dejó de ser, va a volver Home Textiles, ha vuelto FIMI, y a mí me encantaría que la del calzado volviese ya también, con esa idea de cooperar desde la Generalitat con todas y cada una de las ferias, para que vengan compradores internacionales, y eso lo queremos hacer trabajando con ellos y viendo las posibilidades para que sea una feria beneficiosa para el sector y para la economía.

En su día, incluso dejó caer que la feria podía ir a IFA e incluso a València…

Lo que dije es que poníamos los instrumentos que tenía la Generalitat a disposición del sector, y lo lógico y la apuesta de la Conselleria es que venga a Alicante. Ahí está IFA y el sector va a querer hacerla en IFA, como se hacía antaño. Reforzar un sector en su territorio es una de las bazas que desde la Conselleria siempre hemos tenido en cuenta.

El otro gran choque con el PSPV se produjo con Innovación a cuenta de los presupuestos. De momento, el pulso lo ha ganado su departamento. Sin embargo, ¿qué puede pasar a partir de ahora?

No es una cuestión de pulsos. Independientemente de los partidos, somos un gobierno, y no es cuestión de decir si quiero esto para mí o esto para ti. En este caso, hemos hecho una apuesta muy importante por la industria y la reindustrialización, y es evidente que los institutos tecnológicos son una base fundamental para que nuestra industria genere valor añadido. Si no somos capaces de conectar el tejido productivo con los institutos tecnológicos, estamos perdidos, porque el 99% de nuestras empresas son micropymes, y no pueden dedicar dinero de manera directa a la innovación. Otra cosa es que haya coordinación y colaboración. Si no empezamos a trabajar de manera transversal, estamos haciendo un flaco favor a la sociedad. Por tanto, dejaría de lado «picabaralles».

¿Qué está frenando esa colaboración con Innovación en la actualidad?

No, estamos trabajando de manera transversal. De hecho, en el ámbito de los institutos tecnológicos, que, de una forma más directa, gestionamos desde la Conselleria, la directora general de Innovación está participando, y, cuando se nos pide algo desde Innovación, lo hacemos. Es una polémica más ficticia que otra cosa.

Siempre ha sido un defensor de la comarcalización de las cámaras, aunque depende de una ley nacional. ¿Se van a dar algún paso a pesar de todo?

Como es complicado el cambio de ley, al final, optamos por otra hoja de ruta, que es la de la cooperación, es decir, hacer entender al Consejo de Cámaras que tanto con Orihuela como con Alcoy debían tener una sensibilidad especial, y que, desde la Cámara de Alicante, viesen que pueden tener una repercusión más de ámbito comarcal. No se entiende ni lo entiende ningún empresario o empresaria que, siendo de Torrevieja o de Cocentaina, tenga que venir a Alicante. Además, desde la Conselleria, se les da una ayuda de 50.000 euros a cada una de manera adicional, para seguir ayudándolas a dar servicios al mundo empresarial más cercano y de ámbito comarcal.

Sin embargo, esa colaboración no parece que esté dando muchos resultados. Ahí están los encontronazos que está habiendo en especial entre Orihuela y Alicante, incluso en la organización de actos...

Lo que tienen que hacer es intentar coordinar un poco más ese tipo de actos, pero creo que es más un poco por ese ímpetu de querer hacer cosas para el mundo empresarial y no pensar que el acto, si se coordina, es más fácil que salga y que sea más potente que si cada uno va por su lado.

También está el nombramiento de Francisco Gómez como asesor especial de la Cámara de Alicante para la Vega Baja...

También tendremos que ver internamente qué es lo que está pasando, pero no tiene sentido no querer capilarizar desde la cercanía proyectos. Ésa es un poco la idea de la Conselleria, después siempre están las personas.

Las relaciones con la Cámara de Alicante no han sido especialmente fluidas. ¿En qué fase estamos ahora?

Tengo muy buena relación con el presidente, y ésa es la realidad. Con Juan Riera, cuando hay algún problema, hablamos, él me llama o le llamo yo, y estoy en contacto con él. Incluso cuando ha surgido algún que otro problema, hemos intentado hablarlo y llegar a un entente.

¿Cómo ve la Cámara de Comercio de Alicante en estos momentos?

La veo bien. Prácticamente está ejecutando todos y cada uno de los proyectos en el ámbito de internacionalización, del comercio, de la formación y, por lo tanto, veo que están trabajando bien, y, al menos, a mí no me llega desde el mundo empresarial ninguna pega respecto a la gestión que se está desarrollando en la Cámara de Comercio.

¿Qué tal con Carlos Mazón desde que está en la Diputación?

Bien, con Carlos Mazón siempre me he llevado bien. Otra cosa es lo que pueda pensar del cargo que pueda ocupar en función de su ascendencia. La relación es cordial, y vamos a dejarlo ahí.

Mazón está en excedencia, e incluso se especuló con la posibilidad de convocar un concurso. ¿Qué va a pasar con el puesto de secretario general de la Cámara de Comercio Alicante?

Depende de la Cámara. En principio, dijeron que iban a sacar un concurso y demás, pero ya no he vuelto a hablar de este tema con el presidente de la Cámara. No sé si siguen con ese tema o se ha paralizado, pero ellos son los que deben valorar la necesidad en función del proyecto que se está desarrollando. Nosotros intentamos no inmiscuirnos en las decisiones que debe tomar la propia Cámara.

¿Qué lectura hace de la última confrontación entre Uepal y la CEV?

Creo que ha sido insignificante, porque, al final, se ha llegado a un acuerdo rápido y se ha cerrado el tema. Es verdad que, queramos o no queramos, el protagonismo de Alicante en este tema siempre estará patente, y que, además, es legítimo el poner en valor un territorio y que, en el ámbito empresarial, se tenga en cuenta en este caso a Uepal. No obstante, al final, es importante la cohesión del mundo empresarial para trabajar juntos, sino no tiene sentido a la hora de reivindicar proyectos importantes o determinantes para la mejora de un territorio determinado. En cualquier caso, creo que se ha zanjado de una manera muy rápida y lapsus siempre tenemos todos. Lo que hay que saber es dialogar, comunicarse y cerrar rápidamente los temas, como se ha hecho.

¿Aunque se haya expulsado al presidente de Uepal de la junta y el comité de la CEV?

No he podido hablar del tema de forma directa ni con Juanjo Sellés ni con Perfecto Palacio y Salvador Navarro, pero parece que se ha cerrado y estaban de acuerdo las partes.

¿Cómo son las relaciones de su Conselleria con la CEV?

Buenas. Nosotros tenemos buenas relaciones, trabajamos conjuntamente desde la Mesa de Diálogo, donde están los sindicatos mayoritarios y la patronal, e intentamos tratar temas de consenso y que tenemos que abordar de manera conjunta para poder ir cambiando cuestiones como cláusulas laborales o la composición del Observatorio del Trabajo Decente. Intentamos trabajar estos temas de manera conjunta, y la verdad es que hay mucha racionalidad. Solemos llegar a acuerdos y consensos con cierta facilidad. Por tanto, tengo que poner en valor la buena relación que existe entre la Conselleria y la patronal, y también con los sindicatos, para llegar a acuerdos que mejoren la vida de la gente.

Los horarios comerciales fueron la gran patata caliente de su Conselleria en el anterior mandato. ¿Va a haber algún cambio?

No, se va a mantener, porque el sector está contento, o, al menos, eso nos dice. Se ha generado una paz social tanto en el sector como entre los trabajadores y trabajadoras que debemos mantener, porque, además, nos costó muchísimo llegar a ese acuerdo, que siempre lo catalogo de histórico, porque nunca había sido posible llegar a un acuerdo con tantos intereses encontrados. De momento, eso se debe dejar, y sí debemos cerrar dos cuestiones importantes sobre las que tiene que pivotar el comercio en los próximos años: uno es el Patsecova, que lo tenemos prácticamente cerrado, y, además, hablando mucho con el sector; y otro es la Ley de Comercio Sostenible, en la que hay que decidir una serie de cuestiones, que también estamos hablando con el sector, después de una primera exposición y alegaciones a la misma. Lo que tenemos que hacer es intentar cerrar este año estas dos cuestiones que van a dar una visión de luces largas de lo que debe ser el comercio. El comercio de proximidad es el que debemos seguir potenciando.

Una de las reivindicaciones de los sectores tradicionales, como el calzado o el juguete, es la falta de mano de obra especializada. Desde Labora es cierto que se están impulsando cursos específicos, pero no basta...

Estamos trabajando conjuntamente con Educación. Labora y Educación tenemos que ir de la mano, sobre todo para potenciar todo el tema de la Formación Profesional Dual. Ésa es la base, que no deja de ser complicada por las características de nuestras empresas. Son empresas muy pequeñas, y la Formación Profesional Dual es compleja. En Alemania, que hay grandes empresas, se hace en la misma empresa la formación y las prácticas, pero nosotros tenemos que impartir la educación en centros y luego hay que conveniar con las diferentes empresas, para que se pueda hacer la formación in situ. Estamos trabajando en todos los sectores, y vamos a seguir trabajando, porque uno de los objetivos que nos hemos propuesto desde la Conselleria en este último seminario del Consell conjuntamente con Educación son los consejos territoriales o comarcales de Formación Profesional. En estos consejos vamos a decidir necesidades formativas en cada una de las comarcas, y esto lo vamos a hacer en connivencia con los Pactos Territoriales de Empleo, para que se tomen las decisiones pertinentes de formación enraizada en el territorio, e intentar que esas necesidades formativas de los diferentes sectores se vayan cubriendo.

En la práctica, la nueva Ley de Áreas Industriales no acaba de despegar. ¿Por qué?

Es complejo. Las entidades de gestión de áreas empresariales están costando, porque no tenemos que perder de vista que es una competencia municipal y, por lo tanto, el primer paso lo tiene que dar el Ayuntamiento. En segundo lugar, tiene que haber un 25% del área empresarial que también esté de acuerdo y, luego, sumar un 51%. Por lo tanto, son todo procesos que deben ir madurando de una manera o de otra. Donde ya hay una asociación parece ser que va más rápido. De hecho, ya tenemos en Fuente del Jarro, en Paterna, una entidad que ya ha pasado todos los trámites, y hay otros municipios que están trabajando. No obstante, ya dije en un principio que no iba a ser fácil porque es una cuestión de voluntad y las partes lo tienen que ver en su totalidad. Si el Ayuntamiento no quiere, no hay nada que hacer. La competencia es suya. Cuando tengamos tres o cuatro y la gente vea las bondades de esas entidades de gestión, iremos creciendo.

Las inversiones destinadas a la modernización de áreas industrias levantó alguna que otra ampolla. ¿Se van a cambiar los criterios?

En principio, para este año no. No sé si ha levantado ampollas. Yo diría que la gente está contenta, y a mí lo que me gusta es poner en valor estas ayudas y este proyecto, y me gusta ponerlo en valor porque en toda la democracia no había habido ningún gobierno que hubiera sacado ni un solo euro para la mejora de áreas industriales. Ha tenido que llegar el Botànic y, en este caso, la Conselleria de Economía Sostenible para sacar una línea de modernización y mejora en servicios, porque eran barrios ya no de tercera, sino olvidados. Por lo tanto, debíamos mejorarlas. Después, si queremos ser competitivos, que no tengamos fibra óptica en una área empresarial hoy en día es tercermundista.

Sí, pero hubo alguna que otra queja...

Todos quieren ser los primeros, y, claro, a mí me gustaría tener todo el dinero del mundo para sacar todos los años un montón de dinero y que pudiese llegar. Por eso, tomamos la decisión de hacer en tres años, en la legislatura anterior, todo el territorio, y lo dividimos por comarcas eminentemente industriales, y, sobre todo, pensando también en comarcas que tenían una necesidad clara de ser las primeras, previo estudio, no por decisión unilateral del conseller de turno. Sin embargo, llegó 2019 y todo el territorio estaba cubierto. Por lo tanto, tuvieron la oportunidad desde 2017 hasta 2019 todos los polígonos industriales para los que los ayuntamientos nos pidiesen esas ayudas. Hecho eso, ya vamos a sacar ayudas para todo el territorio, sin separar por comarcas, y ya en 2020 vamos a tener la oportunidad de redistribuir 32 millones de euros, veremos en cuántos polígonos, porque tenemos peticiones de 245, y por valor de casi 50 millones.

¿Cuál ha sido su momento más complicado en la Conselleria?

El primer año. Fue duro por diferentes motivos, sobre todo porque debía entender el ecosistema social de la Comunidad Valenciana, y, básicamente, el ecosistema mediático no tiene espera. Se pedía inmediatez de resultados, y tengo una manera de trabajar diferente. Los que somos responsables en el Gobierno debemos tener luces largas y rigor. Yo destiné ese tiempo primero, básicamente, a hacer un estudio riguroso de en qué situación estaba la Conselleria, y eso era complicado después de 20 años de gobiernos del PP. Mi idea era empezar a planificar, hacer planes a medio y largo plazo, y eso este mundo, desde mi punto de vista, lo entiende poco. Parece ser que debemos tomar decisiones que den resultados ipso facto. Me encontré en la tesitura de que eso no se entendía y mediáticamente estaba en el ojo del huracán siempre, aunque entendía que tenía que seguir trabajando de esa manera. Con el tiempo, y lo digo con toda la humildad del mundo, se me ha dado la razón, porque, en estos momentos, entiendo que la Conselleria de Economía está consolidada por haber aguantado el torpedeo en ese primer año. El primer año lo pasé francamente mal, pero ahora estamos implementando muchísimos proyectos que son producto de haber reflexionado y haber aguantado. Todos los días tenemos mucho trabajo, estamos haciendo muchas cosas y están llegando al tejido productivo.

¿Dónde se ve dentro de tres años?

Dónde me gustaría verme es una cosa, dónde estaré no lo sé. En la vida hay que cerrar etapas, y probablemente sin saber qué haré dentro de un año, de dos o de tres, después de dos legislaturas en el Gobierno valenciano, se debe cerrar la etapa de la Generalitat. A partir de ahí, en política hoy piensas una cosa y mañana piensas de manera diferente. En principio, no puedo decir dónde estaremos dentro de tres años, lo iremos viendo, pero las decisiones en política no se deben tomar cuando se ha iniciado una legislatura, sino a un año o año y medio vista de la próxima.