El precauerdo en el ERE de Levantina ha llegado antes de que se cumpliera el periodo de consultas que acababa el próximo martes. Las negociaciones de ayer y esta mañana han sido claves para alcanzar el pacto entre empresa y representantes de los empleados, que, no obstante, aún tiene que ser sometido a la aprobación de la asamblea de trabajadores que se celebrará el lunes.

En la reunión de ayer, la empresa accedió a rebajar en dos más los despidos, en el área de administración, por lo que, junto a las reducciones anteriores, final mente el Expediente de Regulación de Emploe (ERE) afectará a 45 personas, frente a los 54 previstos inicialmente. Es decir, el ajuste se salda con nueve despidos menos, según los sindicatos CC OO y Colectivo de Trabajadores Asociados (CTA), que han destacado el esfuerzo de las dos partes por alcanzar un acuerdo.

En el caso del área de administración, los 34 despidos iniciales se quedan en 29; en el de la planta Novelda 7, de siete afectados bajan a 5 y en la de Novelda 2, de 13 se pasan a 11.

Indemnizaciones por despido

Además, las dos partes también alcanzaron ayer un preacuerdo sobre las indemnizaciones de los trabajadores despedidos. Aunque en un primer momento, la empresa ofrecía el mínimo de 20 días por año trabajado con 12 mensualidades, finalmente, la demanda de los sindicatos para que se aprobaran las mismas condiciones acordadas en el ERE anterior fue atendida por los representantes de la marmolera y se pactó como indemnización 27 días por año trabajado con 14 mensualidades.

Aunque para los sindicatos este preacuerdo tiene un sabor "agriculce, ya que se ha desafectado a menos trabajadores de los que quisiéramos, al menos, hemos conseguido que las condiciones económicas se igualen a las del anterior proceso", coincidían Miguel Ángel Mira, de CC OO, y Pascual Gosálvez, de CTA.

Este es el segundo ERE que aplica el gigante del mármol, con sede en Novelda, en menos de un año, aunque el anterior afectó, finalmente, a 234 trabajadores.

Los sindicatos esperan que con estas reestructuraciones se acaben los ajustes en la empresa, controlada por el fondo británico Bybrook, y que se cumpla el plan de viabilidad de la compañía, que pasa por mantener la producción en similar volumen a la del año anterior, con lo que se quiere conseguir una revalorización del producto en el mercado, lo que subiría los precios. Un objetivo que, de ser así, podría sacar a Levantina de los resultados de pérdidas que ha registrado en los últimos años y reforzar la confianza ante el fondo inversor. De hecho, en una de las reuniones de la mesa de negociación, las partes coincidieron en que este 2020 se debía convertir en un año clave para dar un giro importante a la situación.