La Comunidad Valenciana acelerará su crecimiento hasta el 2% a finales de 2021, con lo que superaría el nivel precrisis en casi seis puntos, y creará más de 55.000 puestos de trabajo en 2020 y el próximo año hasta dejar la tasa de paro en un 12,8%, según las estimaciones de BBVA Research presentadas ayer y contenidas en su informe «Situación Comunitat Valenciana». Esta predicción al alza se produce después de que la economía valenciana haya mantenido una subida ligeramente por encima de la media nacional en 2019, aunque se desaceleró hasta un crecimiento del 0,3%. Al final del año se estabilizó en un 1,9% anual, una décima por debajo del conjunto de España.

El observatorio prevé que la ralentización continúe este año con una subida del 1,5% en el PIB regional, que podría llegar al 2% en 2021 «si no se materializan algunos de los riesgos». «Estamos en las antípodas del periodo de desequilibrio, pero queda mucho por hacer», defendió el responsable de análisis económico, Rafael Doménech. De cara al futuro, BBVA Research avisa de la importancia que tendrán los cambios que el nuevo Gobierno PSOE-Unidas Podemos introduzca en el mercado laboral y las pensiones. La inversión en maquinaria y equipo podría acelerarse en la Comunidad Valenciana ante los bajos costes de financiación, la reducción de algunas incertidumbres y la recuperación de la demanda europea, junto a un mejor comportamiento de las exportaciones.

Si se cumple este escenario, el observatorio calcula que podrían crearse de 50.000 a 55.000 empleos en la Comunidad en 2020 y 2021, con lo que el paro rondaría el 12,8% y estaría solo a ocho décimas del nivel de 2008, aún lejos del mínimo precrisis de cerca del 8% en 2007.

Los primeros datos de 2020 apuntan a una ligera mejora del mercado laboral, con la estimación de que el crecimiento del primer trimestre podría situarse en el 0,5% y por encima de la media nacional. Para conseguirlo, BBVA Research aboga porque la Comunidad Valenciana impulse la formación laboral de los colectivos con más dificultades, los jóvenes y los parados de larga duración, aunque destaca que hay «menos restricciones de capital humano» que en el resto de España. Otras recetas que la entidad reclama al Consell (PSPV, Compromís y Unides Podem) son una mayor licitación de obra pública, pues cayó un 1,9% en 2019 tras tres años de crecimiento, y cambios en la política fiscal con un reflejo en los presupuestos autonómicos.

El observatorio cree que es «improbable» que la Comunidad Valenciana cumpla el objetivo de déficit del -0,2% establecido para 2020, ante la falta de medidas de ajuste que compensen la desviación del año pasado. En todo caso, reconoce que la Generalitat continuó con la senda expansiva de gasto, «aunque a un ritmo algo más moderado». En clave europea, la Comunidad se vería favorecida por Brexit, «sin desequilibrios en los mercados», por su mayor exposición al mercado británico en exportaciones, turismo y sector inmobiliario.