Después de más de 50 años de historia, la familia Peláez dejará de tener relación con la constructora Ecisa, que fundó el desaparecido patriarca de la familia, Manuel Peláez Castillo, en 1968. El fondo Al Alfia, que ya es propietario del 76% de la compañía, ha comunicado a los empresarios alicantinos su intención de ejecutar la opción de compra contemplada en el acuerdo que firmó con la familia en 2016, por el que se hará «con las acciones de la empresa que no están a día de hoy en su poder», según señaló ayer la propia mercantil, que añadió que las negociaciones para el traspaso se encuentran en un «estado avanzado».

Una decisión que culmina el proceso por el que los qatarís han asumido poco a poco mayores cuotas de poder dentro de la firma, una de las de mayor arraigo y facturación de la provincia, y a la que llegaron en el año 2014, con una participación minoritaria del 25%. Dos años después se firmó un nuevo acuerdo que amplió el peso de Al Alfia hasta el 76% del capital, aunque la familia Peláez mantuvo el control ejecutivo del negocio, hasta que el pasado mes de junio Manuel Peláez Robles dejó la presidencia del grupo, entre otras causas, por motivos de salud.

Los nuevos socios mayoritarios decidieron entonces tomar las riendas de la firma que, además, había visto agravadas sus pérdidas en el ejercicio anterior -hasta los 25,6 millones de euros- por las disputas que la filial chilena del grupo tuvo con el Gobierno de este país, que se negó a asumir los sobrecostes de un importante proyecto, lo que obligó a cerrar esta participada. Fue el pasado mes de octubre cuando se anunció el fichaje del ejecutivo Enrique Barreiro -que había ocupado cargos de relevancia en Abengoa e Isolux-, mientras que el actual consejero delegado de Al Alfia, Johnny de Gouveia, se situó al frente del consejo de administración.

Ya en el mes de diciembre, Enrique Peláez, que fue el artífice de la expansión internacional que permitió mantener a flote la compañía mientras buena parte del sector se iba a pique con la crisis y el que trajo a los socios qatarís, anunció su salida de la firma familiar para emprender nuevos proyectos.

Proyectos poco rentables

A su llegada a la compañía, el nuevo CEO ya anunció su intención de potenciar determinadas áreas del negocio, como la filial dedicada a instalaciones, para mejorar su rentabilidad, y también la revisión de aquellos proyectos donde las cuentas no acababan de estar claras. Esto llevó a la constructora a negociar la salida de tres proyectos «que habían sido contratados en condiciones desfavorables», según apuntó ayer la propia compañía. Uno en Alicante, otro en Valencia y un tercero en Valladolid, donde la paralización de las obras de un túnel bajo las vías del AVE generó las protestas de los vecinos y obligó a la firma a llegar a un acuerdo con la constructora Comsa para que retomara las obras en su nombre.

Una decisión que había sembrado las dudas en los mercados, lo que llevó a Al Alfia a dejar claro ayer que Ecisa «tiene todo el apoyo financiero y corporativo por parte de su socio mayoritario para llevar adelante los proyectos en curso de forma rentable así como los nuevos proyectos ofertados al mercado». O, en otras palabras, que los qatarís están dispuestos a realizar las inyecciones de capital que sean necesarias para garantizar la viabilidad de la compañía y alejar cualquier sombra de duda sobre su futuro. Hasta la fecha Al Alfia Holdings ya habría invertido alrededor de 70 millones de euros en su participada alicantina.

Una cartera de obra de 180 millones de euros

Desde Al Alfia reiteraron ayer su apoyo a la constructora alicantina, que acumula en estos momentos una cartera de obras pendientes de ejecutar de 180 millones de euros y para la que tienen planes de expansión. Según apuntaron, su intención es extender la actividad de la firma a «regiones de España donde tiente poca o ninguna presencia» y también potenciar el mercado argelino. A ello se une la actividad de su filial de infraestructuras ferroviarias, Steconfer, con presencia en varios países.