La operadora de aeronaves Babcock seguirá siendo la responsable de luchar contra los incendios forestales en buena parte del país. Además de los numerosos acuerdos que mantiene con diversos ejecutivos autonómicos , la firma con sede en Mutxamel acaba de adjudicarse dos de los contratos que ha puesto en marcha el Gobierno central -en su día, a través del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, aunque ahora las competencias han pasado al Ministerio de Transición Ecológica- para las campañas de los próximos años. Unas adjudicaciones que suman un importe de 9,5 millones de euros, según los datos de la Plataforma de Contratación del Sector Público.

En concreto, la mercantil, cuyo origen es la antigua Inaer que creó el empresario Luis Miñano, aunque ahora forma parte de la multinacional Babcock, será la responsable de operar para el Ejecutivo central dos aviones anfibios de capacidad media para realizar descargas con las que apagar el fuego, un servicio por el que se embolsará 2,2 millones de euros. La de Babcock fue la única oferta que se presentó al concurso, que contempla los ejercicios de 2020 y 2021.

Por otra parte, la compañía también se ha adjudicado uno de los cinco lotes en que el Ministerio ha dividido la prestación del servicio de helicópteros y medios de transporte para las brigadas que se encargan de intervenir en los incendios forestales, unos aparatos que, igualmente, también realizan descargas. La firma con sede en Mutxamel será la responsable de operar desde las bases de Tineo, en Asturias, y Lubia, en Soria. En este caso, la duración del contrato es por tres años y el importe roza los 7,3 millones de euros. La firma tuvo que enfrentarse a otros dos competidores para conseguirlo.

Blindaje frente al Brexit

De esta forma, la compañía sigue sumando nuevos contratos y se mantiene como uno de los principales operadores del sector del transporte aéreo de emergencias, un negocio que en los últimos años se ha visto salpicado por las investigaciones relacionadas con el supuesto amaño de concursos. Según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, Babcock MCS España registró una facturación de 133,9 millones de euros en 2018, lo que supuso un descenso de aproximadamente el 20%; aunque esta caída se compensó por el aumento de actividad de otra de las firmas del grupo, Babcock MCS Fleet Management, cuyos ingresos pasaron de 21 a 89,5 millones.

En realidad, estos movimientos se debieron al traspaso de activos que el grupo británico realizó entre sus filiales para prepararse ante los posibles efectos del Brexit, ya que la normativa obliga a que al menos un 51% del capital de los operadores aéreos esté en manos de accionistas de la UE. De esta forma, la compañía decidió concentrar en la segunda la propiedad de las aeronaves y los servicios de mantenimiento de las mismas, mientras que la primera -que es la que tiene los permisos de navegación- se quedará exclusivamente como gestora para optar a los concursos públicos. De esta forma, en caso de necesidad podría dar entrada a un socio local. No obstante, la firma confía en evitar este último paso ya que otra medida que ha tomado es domiciliar la matriz del grupo en Malta.