Salvo que haya un giro de última hora, el presidente de la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), Juan José Sellés, parece que va a acabar siendo el gran perdedor de la última crisis abierta entre su organización y la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV). Al menos eso es lo que se desprende tras el comité ejecutivo y la junta directiva que Uepal celebró ayer en la Sala Masónica de la Torre de La Calahorra, en Elche, en una reunión a la que, además del alcalde, Carlos González, asistió en calidad de invitado el rector honorífico de la Universidad de Alicante, Antonio Gil Olcina. Fue en ese marco en el que la cúpula de Uepal ratificó a Sellés como presidente y le mostró su apoyo «unánime», pero también se plegó ante la CEV, reconociendo expresamente que es la confederación autonómica quien tiene la representatividad, tanto en el conjunto de la Comunidad como en la provincia. Por tanto, al final, no sólo no hubo ruptura con la CEV, sino que tampoco hubo referencia expresa alguna a la expulsión del presidente de Uepal de la junta y del comité de la confederación autonómica, al haber perdido su presidente, Salvador Navarro, la confianza en Juan José Sellés.
Las declaraciones de la discordia
Todo comenzó hace casi un mes, el pasado 23 de enero, cuando, a través de un comunicado, la organización que encabeza Sellés decía, literalmente, que «la intención manifestada por el comité ejecutivo de Uepal es intensificar nuestra labor de patronal en el conjunto de sus funciones, en cuestiones básicas como la de representación, la de reivindicación u otras, tan concretas, como la de negociación de los convenios colectivos que nos afecten directamente, por su territorialidad como por su sector». Unas declaraciones que en el seno de la CEV se tomaron como un pulso en toda regla. Consideraban que esas palabras iban contra el pilar de lo que había sido el acuerdo de integración. Poco ayudó, además, que a esa reunión asistiera en calidad de invitado Enrique Martín, presidente interino de Coepa durante sólo tres meses y enemigo declarado de los presidentes de CEV Comunidad Valenciana y CEV Alicante, Salvador Navarro y Perfecto Palacio, respectivamente.
Ante ello, la Comisión de Buen Gobierno de la patronal optó por exigir a Uepal un acuerdo de la junta directiva en el que se reconociera que la representatividad es de CEV Comunidad Valenciana y, en la provincia, de CEV Alicante, y se echaba a Sellés de la junta directiva y del comité ejecutivo de la confederación por la pérdida de la confianza de Salvador Navarro en él. Al fin y al cabo, había entrado en la cúpula de la organización por la cuota de las 20 plazas que libremente puede designar y cesar el presidente a propuesta de los vicepresidentes.
Con estos puntos de partida, y tras la reunión de ayer, Uepal, de nuevo a través de un comunicado, señaló expresamente que «se han ratificado los artículos 4 y 15 de los estatutos de la CEV tal y como solicitaba esta última, en la que se reconoce a ésta la representatividad colectiva del tejido empresarial en el ámbito autonómico y en las tres provincias que componen la Comunidad, y se compromete a defender y respetar esa representatividad empresarial de la CEV de la provincia de Alicante». A continuación, y salvado este trámite, se añadía que «el comité ejecutivo y la junta directiva han ratificado y mostrado a su vez el apoyo unánime a su presidente Juan José Sellés Pérez».
Sin ruptura, pero con pérdidas
Se cierra así, al menos de momento, el último choque entre las dos organizaciones con una conclusión que, a priori, parece bastante clara: no ha habido ruptura, Uepal ha cedido, ha reconocido expresamente la representatividad de la CEV -aunque deban dar traslado por escrito a la patronal-y, por tanto, la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante seguirá integrada en la confederación autonómica. Tampoco le quedaba otra. Cualquier otra vía podría haber acabando derivando en algún que otro portazo por parte de alguno de sus asociados. Ahora bien, Uepal sigue en la CEV, pero, por el camino, Sellés ha perdido la plaza que tenía en la junta directiva y en el comité de la confederación, y se tendrá que conformar únicamente con el puesto en la asamblea.
No sólo eso. Uepal se queda ahora con cinco representantes en la junta de la CEV, frente a los seis que tenía inicialmente, y con otra persona menos en el comité, de manera que serán tres. No parece que en la confederación autonómica estén muy receptivos con la idea de que Uepal pueda proponer otros nombres para sustituir a su presidente, al menos hoy por hoy.
