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Impacto para las firmas de la provincia.

Crisis del coronavirus: al tajo en China con mascarilla y guantes

Empresas alicantinas que producen en el gigante asiático se preparan para recuperar la normalidad tras más de veinte días sin actividad

Imagen de archivo de una fábrica en China de una empresa alicantina.

La crisis del coronavirus no ha remitido aún, pero China empieza a autorizar la recuperación de la actividad progresivamente en las fábricas, incluidas las de empresas alicantinas que producen en el gigante asiático, para que la economía no se vea seriamente afectada. El restablecimiento de la producción será paulatino entre esta semana y la próxima, aunque con estrictos controles y medidas de prevención en los centros de trabajo, como desinfecciones de las instalaciones, uso de guantes y mascarillas o la toma de la temperatura periódicamente a los empleados, según han confirmado algunas compañías de la provincia que llevan casi un mes pendientes del coronavirus y preocupadas por el impacto en el calendario productivo y de ventas de sus compañías.

En realidad, han sido más de veinte días de inactividad. Primero, por las vacaciones del Año Nuevo Chino, y, segundo, por las dos prórrogas semanales que impuso el Gobierno del país para evitar la propagación del coronavirus. Un brote que coincidió, precisamente, con esta festividad, la más importante del gigante asiático y que supone el desplazamiento de miles de personas a distintos puntos del país para reunirse en estas fechas con sus familiares. Y los españoles que trabajan allí aprovechan estas vacaciones para volver a España.

Así, técnicos de empresas como Mustang, Zahonero, Shoozlab -que forma parte del grupo Microway-, o la tecnológica Energy Sistem están ya preparando toda la maquinaria para reiniciar la actividad próximamente. Gran parte de los centros donde producen en el gigante asiático, en realidad, han estado paralizados dos semanas, si se excluyen las vacaciones del Año Nuevo Chino, ya que el cierre de factorías no ha sido igual en todas las provincias del país, que ocupa una vasta extensión de territorio. Hasta ahora, la crisis del coronavirus ha supuesto retrasos, pero el temor empresarial era que el Gobierno chino extendiera más en el tiempo el cierre de las empresas.

Para el juguete y el calzado, el comienzo del mes de marzo es crucial para la fabricación de los productos de la nueva temporada, según han venido reconociendo fuentes de ambos sectores. En la firma ilicitana de calzado Mustang, los 15 técnicos que se trasladan cada cierto tiempo a China siguen en España y no han podido volver al país asiático debido a la cancelación de vuelos con el gigante asiático. «Pero están trabajando a distancia desde casa, por email. Los de producción preparando la colección de invierno, que debe arrancar en unas semanas, y los técnicos de diseño con las fichas para la temporada de verano», explica Sergio Ros, socio y consejero de Mustang.

La empresa de Elche trabaja con varias fábricas chinas, una de ellas está ubicada en la zona de Wuhan, foco del brote, y cree que a partir de la semana que viene los trabajadores locales ya pueden ir a las fábricas. Eso sí, con la autorización y las medidas impuestas por el Gobierno. A saber, disponibilidad de equipos de protección y plan interno de control de riesgos de la epidemia, además de control de personas que han estado en contacto con ciudadanos de Hubei (provincia a la que pertenece Wuhan), según detallan desde la firma Zahonero.

Arranque progresivo

Esta empresa eldense, dedicada a la fabricación de plantillas para calzado, así como de productos de espuma técnica y caucho para distintos sectores, asegura que el arranque de la actividad será progresivo, «con el mayor pico el lunes 17», según Jorge Zahonero, CEO de la firma. La compañía ya ha empezado a fumigar la fábrica situada en Gaoming y la oficina de Guangzhou, por prevención, y tiene los equipos de protección dispuestos, incluidas 4.000 mascarillas, por lo que está autorizada para reiniciar la actividad. También la eldense de calzado Shoozlab, que forma parte del grupo taiwanés Microway, retoma esta semana la producción, tras la desinfección de la factoría, que está en la provincia de Hubei, a la que pertenece Wuhan. Vicente Arellano, portavoz de Shoozlab, afirma que, «si las restricciones se hubieran alargado más habría sido muy perjudicial».

La alicantina Energy Sistem, fabricante de aparatos electrónicos, especializada en el segmento de audio, también reiniciará la actividad progresivamente y cree que el impacto de la crisis del coronavirus «ha sido mínimo, porque nuestra campaña fuerte es la de Navidad», según fuentes de la firma. La oficina de la empresa está en Shenzhen, a mil kilómetros de Wuhan.

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