En los primeros años de la crisis, principalmente entre 2009 y 2010, Levantina ya aplicó otros dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de extinción de contratos, que supuso el despido de más de 400 trabajadores de distintas plantas, según fuentes sindicales. Por tanto, este sería el cuarto ajuste laboral que aplica el gigante el mármol en diez años. Pero, por otra parte, en más de una década Levantina se ha visto inmersa en tres cambios de propiedad desde el año 2006. Bybrook se hizo con la compañía en mayo de 2018 al comprársela a los bancos acreedores, liderados por el francés BNP Paribas, representando el tercer cambio en el capital. El segundo fue en 2010, cuando los fondos Impala y Charterhouse pusieron la marmolera en manos de los bancos acreedores. Y la primera fue en 2006, cuando las familias noveldenses Esteve y Máñez la vendieron a Impala y Charterhouse. Ya con el expediente del pasado año, los alcaldes de la comarca del Medio Vinalopó reclamaron a la Generalitat un plan de reindustrialización para una de las zonas con más tasas de desempleo y cuyo territorio está muy vinculado a la actividad del mármol. Los sindicatos vuelven a reclamar las medidas para la zona.