La Cámara de Comercio de Alicante prevé que el sector inmobiliario seguirá con su desaceleración en los próximos meses, tras los retrocesos experimentados durante el pasado año. Así, según el Gabinete de Estudios de la institución que preside Juan Riera, aunque la economía provincial sigue creando empleo, el ritmo es el más bajo de los últimos años, lo que ha deteriorado la confianza de los consumidores y las perspectivas de los hogares de cara al futuro, lo que no favorece la realización de grandes desembolsos, como supone la compra de una vivienda.

En este sentido, el informe de la Cámara constata la pérdida de impulso que sufrió la inversión en residencial durante tercer trimestre del año pasado, en el que el número de compraventas en la provincia cayó un 8%, con lo que el descenso acumulado en los nueve primeros meses del año alcanzó el 6,4%. Así, en total, entre enero y septiembre se vendieron en Alicante 30.880 casas, según la Cámara, de las que un 87% correspondieron a viviendas de segunda mano, que cayeron un 7,9%, mientras que las de obra nueva acapararon el 13% de las operaciones, con un crecimiento del 5,4%. Por procedencia de los compradores, el descenso del número de transacciones fue mayor entre los españoles, con una caída del 8%, mientras que los extranjeros adquirieron un 5% menos propiedades en la provincia. Entre estos últimos, el mercado británico se mantuvo como el más importante, con una quinta parte de todas las compraventas, aunque descendió un 15% con respecto al año anterior. También hubo caídas en el mercado belga (-1,5%), el sueco (-25,6%), el francés (-5%), el alemán (-6,2%), el noruego (-11,3%) o el holandés (-4,6%). Por el contrario, mejoraron las ventas a rusos (+9,5%), italianos (+8,5%) e irlandeses (+6,5%).

La desaceleración se trasladó también al mercado de las hipotecas, que sólo crecieron un 3,3%.