Una fortaleza y, al mismo tiempo, un reto. El presidente del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (InecaRafael Ballester, ha destaco hoy la "singularidad" de la provincia, que posee una economía mucho más diversificada que la mayoría de demarcaciones, gracias a la convivencia de amplios sectores industriales, el mantenimiento de una importante actividad en el campo agroalimentario y el impulso del turismo; y donde, además, cada comarca ha logrado una gran especialización en cada uno de estos sectores.

Una realidad que ha permitido que Alicante se consolide como la quinta provincia española en PIB -y la primera entre las que no albergan la capital de su comunidad autónoma-, pero que, al mismo tiempo, supone uno de sus grandes desafíos por la falta de "una visión global" y de empatía interna entre los distintos territorios que la componen. De esta forma, la "vertebración" de las distintas comarcas y sectores, y la mejora de la "autoestima" como conjunto suponen dos de los grandes retos que debe afrontar la provincia para garantizar su futuro.

Así lo ha señalado Ballester durante el acto en el que Ineca ha presentado su estudio "Fortalezas de la provincia de Alicante", que se ha desarrollado este jueves en la sede del Distrito Digital con la asitencia de numerosos representantes empresariales, además del presidente de la Diputación, Carlos Mazón, y del conseller de Hacienda, Vicent Soler, que también han apostado por una mayor coordinación y una unidad de acción de todos los agentes económicos.Las fortalezas

En este sentido, Ballester ha destacado entre esas fortalezas el amplio tejido productivo que existe en la provincia, con casi 139.000 empresas activas, que realizan hasta 82 de las 88 actividades de la clasificación CNAE. Una "heterogeneidad" que, según ha recalcado, supone una singularidad de la provincia, al igual que la especialización territorial, con una Vega Baja con un importante peso del sector agroalimentario, un corredor industrial en el Vinalopó y el interior de la provincia y una costa volcada en los servicios.

Entre esta fortalezas también ha destacado los casi 54 millones de metros de suelo industrial -con especial mención al Parque Empresarial de Elche-; la vocación exportadora, que lleva a que la provincia acumule unas ventas de 5.250 millones anuales en el exterior; y la amplia infraestructura turística que existe, empezando por el aeropuerto, uno de los que más conexiones tiene con Europa, pero también por su capacidad de alojamiento, con casi 70.000 plazas hoteleras, 30.960 en campings, 215.969 en apartamentos turísticos reglados y más de 250.000 segundas residencias. No en vano, hasta cinco de los diez municipios españoles con más segundas residencias están ubicados en la provincia.

Un sector turístico en el que, además, al sol y playa se le está sumando cada vez una mayor oferta gastronómica -con 16 estrellas Michelín-, cultural, deportiva y de turismo de salud.

A todo ello hay que añadir lo que Ineca ha denominado como "referentes estratégicos", es decir, organismos o infraestructuras claves para seguir favoreciendo el desarrollo, como el aeropuerto, el puerto, el AVE, la Institución Ferial Alicantina, Casa Mediterráneo, la Oficina Europea de Propiedad Intelectual o el Mando de Operaciones Especiales de Rabasa.

La agenda de retos

Tras repasar las fortalezas, Rafael Ballester ha expuesto lo que, a juicio del "lobby" alicantino, son los grandes retos de la provincia que, según expuso pasan por una mayor vertebración y una visión global de la demarcación; más autoestima y la potenciación de la "empatía interna"; y más "inteligencia" para "unir los puntos fuertes de la provincia".

Unos retos que luego concretó en una "agenda" con siete puntos: generar más y mejor empleo, para evitar que la actual tasa de paro, que sigue siendo muy elevada, se cronifique; conseguir infraestructuras y financiación "suficiente" y, además, invertirla de forma "inteligente"; consolidar el ecosistema de economía digital; aumentar el tamaño de las empresas, diversificar su actividad y conseguir que aumenten más las exportaciones; afrontar las consecuencias del cambio climático y la necesaria transición energética; abordar el envejecimiento y la despoblación de determinadas zonas; y, por último, garantizar agua suficiente para el desarrollo económico de la provincia.

Llamada a la unidad

Por su parte, el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, que inauguró el acto, reconoció que uno de los principales problemas "seculares" es la falta de unión y el individualismo y animó a los presentes a superarlo. También señaló que las administraciones deberían dar ejemplo de unidad, con independencia del color político, al menos en lo que consideró como "políticas de estado" para Alicante, es decir, en materia turística y en el reto digital que debe abordar la economía. Una lista de materias a la que también sumó el agua, de la que depende la riqueza de la zona.

Por su parte, el conseller Vicent Soler recogió el guante de la agenda con siete retos que lanzó el presidente de Ineca y abogó por apostar decididamente por la innovación como fórmula para competir en el nuevo escenario económico.

El acto, que presentó el miembro de Ineca y presidente de Provía, Antonio Fernández, se cerró con una mesa redonda que moderó la socia de Deloitte en Alicante y vicepresidenta de Ineca, Beatriz Martín, en la que participaron el presidente de CEV Alicante, Perfecto Palacio; la presidenta de Aefa, Maite Antón; el rector de la UA, Manuel Palomar; y el de la UMH, Juan José Ruiz.