Treinta años después de llegar al mercado, las botas de Panama Jack siguen en plena forma. La compañía ilicitana fundada por Antonio Vicente logró cerrar su último ejercicio fiscal -que abarca de mayo de 2018 a abril de 2019- con más de 90 millones de facturación, lo que supuso un incremento de más del 15%, gracias, sobre todo, al tirón de sus ventas en los mercados europeos, que ya superan en importancia a la facturación nacional.

Así lo revelan las cuentas oficiales que la firma acaba de depositar en el Registro Mercantil y que también reflejan la mejora de la rentabilidad de la empresa, que anotó casi 11 millones de beneficios, alrededor de un 17% más que en el ejercicio anterior.

De esta forma, la compañía, que es una de las que más firmemente apostó desde un principio por la creación de marca y en los últimos años se ha volcado también en la promoción y venta de sus productos en internet -de la mano de la consultora alicantina Nitsnets-, prácticamente ha logrado duplicar su cifra en ingresos en los últimos cuatro años, al pasar de los 46 millones que declaraba en 2016 a los citados 90 millones de su último ejercicio.

Al respecto, aunque en el último año las ventas mejoraron en todos los mercados, el mayor empuje se produjo en la Unión Europea, que acaparó el 48,4% de toda la facturación de la compañía, tras crecer más de un 22%. De esta forma, frente a lo ocurrido el año anterior, el mercado europeo superó en importancia al nacional, que representó el 44,91% de la facturación y que «sólo» creció un 10%, según los balances de la compañía. Por su parte, las exportaciones a terceros países apenas aportaron el 6,69% de la cifra de negocio, de acuerdo con las mismas fuentes.

Reparto de dividendos

En cuanto al destino de los beneficios, la firma decidió dedicar los 10,9 millones de ganancias del ejercicio a reservas voluntarias, aunque, al mismo tiempo, acordó la distribución de un dividendo muy similar -10.062.999 euros- con cargo a la prima de emisión y a los resultados de ejercicio anteriores. Un dinero que fue a parar a Grupp Internacional, la sociedad patrimonial de la que dependen todos los negocios de la familia Vicente, como Patcasa, Garganta Construcciones o la mercantil Corporate Marketing Consulting, además de las dos sicav que tenía el clan hasta el año 2016 y con las que llevó a mover más de 40 millones de euros antes de su liquidación.

Por otra parte, la compañía sigue pendiente de ejecutar una ampliación de sus instalaciones en el Parque Empresarial de Elche, para la que adquirió a finales del año pasado una parcela de 3.600 metros cuadrados, por la que desembolsó 820.000 euros, informa A. Fajardo. La compañía tiene proyectada una inversión de dos millones de euros, que supondrá la creación de 45 puestos de trabajo adicionales.