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Aurelia Bustos y Andrés Torrubia crean una firma para acercar la Inteligencia Artificial a la empresa

La oncóloga y el ingeniero alicantinos constituyen una sociedad junto al también especialista en tecnología Miguel Ángel Román

Aurelia Bustos, Andrés Torrubia y Miguel Ángel Román. héctor fuentes / información

«La mayoría de empresarios piensan que la Inteligencia Artificial es algo que solo afecta a Facebook o Google, pero se equivocan. Va a tocar a todos los sectores. igual que ha hecho internet. ¿Quién le iba a decir a los taxistas que la tecnología iba a poner en jaque su negocio? ¿Y a los hoteles? Pues esto va a afectar aún más, porque trasciende el mundo digital». Así de rotundo se muestra el emprendedor y experto en nuevas tecnologías Andrés Torrubia para explicar el origen de su nueva iniciativa. Junto a la oncóloga Aurelia Bustos y el también experto en esta materia Miguel Ángel Román acaba de constituir una nueva sociedad, el Instituto de Inteligencia Artificial SL, con la que pretende «ayudar a transferir» los avances de esta nueva tecnología a la economía real, para lo que considera prioritario que las «empresas convencionales» se conciencien de su importancia.

Torrubia asegura que ya tienen varias iniciativas en cartera con esta nueva firma, aunque solo quiere desvelar la primera de ellas. Se trata de un máster que se impartirá en las instalaciones del Distrito Digital de Alicante, en la antigua Ciudad de la Luz, y que, a diferencia de los habituales en esta materia, no estará dirigido a programadores o técnicos, sino a los propios empresarios y los directivos y mandos intermedios de las compañías. «No va a haber ni una sola fórmula. No se trata de saber cómo se hace, sino de explicarles a quienes deben tomar las decisiones dónde y para qué puede utilizarse. Si se quiere utilizar la Inteligencia Artificial para detectar fallos en un producto o si lo que se quiere es mejorar la atención al cliente, es una decisión empresarial, no técnica, y queremos ayudar a que los responsables de las empresas puedan tomarlas con pleno conocimiento», explica el también CEO de Fixr, un portal especializado en facilitar presupuestos de reparaciones y reformas, que puso en marcha en 2008, después de que tres años antes lograra vender por 34 millones de dólares la compañía de videojuegos Trymedia, que creó junto a su primo Alex Torrubia.

Aplicaciones prácticas

Según explica el experto, el despliegue de la Inteligencia Artificial se producirá en cuatro fases. La primera, que ya está superada, fue cuando las grandes compañías nativas de internet, como las mencionadas de Google o Facebook, adoptaron esta tecnología que, por ejemplo, permite a la última de ellas reconocer caras en las fotos o a la primera mejorar su algoritmo de búsqueda, entre otras muchas cosas.

«Ahora estamos inmersos en una segunda fase, en la que está afectando ya a los negocios. Por ejemplo, gracias a la Inteligencia Artificial, las compañías de seguros pueden predecir con mucha más exactitud el riesgo y asegurar en consecuencia. Ahora se hace de manera burda, pero cada vez se afinará más», apunta el ingeniero. Del mismo modo, a las empresas de tasaciones les permitirá, no solo conocer el precio actual de las casas, sino también su futura evolución, y, en el caso de las compañías turísticas, les ayudará a predecir el posible volumen de cancelaciones o, también, a optimizar las rutas de los viajes. «Son ejemplos que tocan de lleno a la economía alicantina», recalca Andrés Torrubia.

La tercera fase es lo que se conoce como «fase de percepción», en la que la Inteligencia Artificial seguirá confinada en los ordenadores pero podrá «ver el mundo con nuestros ojos y obrar en consecuencia». De esta forma, en un futuro no muy lejano las cámaras de un supermercado serán capaces de identificar las caras de los clientes, detectar qué productos han metido en la cesta y cobrarlos automáticamente en la cuenta del consumidor sin necesidad de que pase por caja.

Por último, la cuarta fase es la de autonomía, es decir, cuando la tecnología permita la existencia de coches autónomos o de robots que puedan circular solos por la ciudad para entregar paquetes o desarrollar otras tareas. Algo que, de momento, aún no ha llegado, aunque tampoco tardará. Así, el propio Torrubia ha ganado el desafío de conducción autónoma organizada por Alibaba, el Amazon chino.

Revolución médica

En cuanto a los socios de Torrubia, Miguel Ángel Román ya ha sido compañero suyo en varios proyectos, como el de Trymedia, y ha trabajado en el ámbito del I+D en varias multinacionales. Por su parte, la doctora Aurelia Bustos es la impulsora de MedBravo, la primera red social sobre ensayos oncológicos, que permite a los especialistas conocer qué avances se están produciendo en esta materia y cuáles pueden beneficiar a sus pacientes. Además, participa en el proyecto PadChest, que ha creado un banco de imágenes con más de 160.000 placas de tórax que servirán para entrenar a ordenadores en la detección de hasta 200 enfermedades. La científica alicantina recibió el año pasado la Orden al Mérito Civil de manos del rey Felipe VI.

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