Las personas mayores de 65 años ya representan el 19,4% de la población total de España en estos momentos. Además, según la OCDE, éste es el tercer país con una mayor esperanza de vida, sólo por detrás de Japón y Suiza. A eso se suma el descenso de la natalidad -a niveles de la posguerra en estos momentos- y el déficit que arrastra la Seguridad Social desde 2010. Todos esos factores han llevado a que las pensiones se hayan convertido en una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, según el CIS, y a que el debate entre la sostenibilidad del sistema y la suficiencia de las pensiones sea una constante. Precisamente por eso el Instituto BBVA de Pensiones reunió ayer en Madrid a su Foro de Expertos, en una cita en la que la jubilación fue la principal protagonista. Fue en este marco en que, en especial, se analizó si es exportable a España el modelo sueco de pensiones o el papel que puede jugar la vivienda como complemento a la prestación de jubilación. Y todo en un contexto en el que se dejó claro que esos cambios son urgentes; que, a medida que vaya pasando el tiempo, el coste será mucho mayor; y que la clave pasa por un sistema más contributivo y donde prime la transparencia. Se ponía el foco, pues, en el sistema sueco, perfectamente exportable a España, según los expertos, aunque para ello sea necesario el consenso de todas las fuerzas políticas, aspecto éste en el que, hoy por hoy, está el principal escollo. Un modelo, el del país nórdico, que es mixto, con elementos de un sistema de reparto y otros de un modelo de capitalización, y que, además, se basa en un modelo de cuentas nocionales. Con ello, cada trabajador tiene una cuenta ficticia en la que se van anotando las cotizaciones que realiza, y de la que se le informa anualmente.

El presidente del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones, José Antonio Herce, fue el encargado de ejercer de moderador de esa primera mesa, en la que también estaba Edward Palmer, considerado uno de los padres del sistema sueco de pensiones, y Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research. Herce, al respecto, subrayó que «el deseo que muchos tenemos es el de lograr una reforma sustantiva de las pensiones en nuestro país, para pasar a un sistema mixto». Doménech, en este sentido, avaló esa reivindicación de reformar el modelo con carácter urgente con cifras. Sin ir más lejos, subrayó que la esperanza de vida aumenta unos 16 meses cada diez años, mientras que la edad media de jubilación crece a un ritmo de seis meses por década, lo que contribuye a ese desequilibrio, en una coyuntura en la que, a la sazón, van a comenzar a retirarse los baby boomers. Eso supone que para el año 2050 puede haber 15 millones de pensiones, lo que implicaría que fueran necesarios 29 millones de cotizantes, 10 millones más que ahora. «Si no cambiamos el sistema, se llegará a un déficit de 4.000 euros por cotizante frente a los 1.000 de hoy», alegó.

Ante ello, Edward Palmer no sólo se mostró convencido de que el sistema que se puso en marcha en Suecia es extrapolable a España, sino que defendió que el punto de partida es el mismo. «No sólo es factible, es necesario», añadió Doménech, que se mostró partidario de establecer un periodo de transición de 10 años. «Hace que el sistema sea sostenible, más justo y más transparente, y que las pensiones se revaloricen», alegó el experto de BBVA Research. Una ecuación a la que Edward Palmer incorporó la esperanza de vida. «Se trata de fomentar la responsabilidad individual, de manera que si alguien quiere una pensión más alta debe trabajar más años», puntualizó.

A modo de conclusión, coincidieron en que en estos momentos no cabe no hacer nada, porque eso llevaría a la insostenibilidad del sistema -a modo de ejemplo, se citó Grecia-, o a una subida impositiva bastante considerable. «Esconder la cabeza y no mirar el problema puede hacer que acabe llegando otra crisis y que los recortes sean más traumáticos para todos», sentenció el responsable de Análisis Económico de BBVA Research.

Los «baby boomers»: muchos, con carreras largas y cotizaciones altas

Los especialistas exigen que cualquier cambio se acometa escuchando también a los nacidos entre 1957 y 1977

El Instituto BBVA de Pensiones publica cada año una encuesta en la que aborda una cuestión específica sobre la jubilación. En esta ocasión, coincidiendo con la séptima edición del informe, se ha centrado en la generación del baby boom, con los nacidos entre los años 1957 y 1977. Una muestra de 4.019 entrevistados, que en las jornadas celebradas ayer en Madrid fue exponiendo Elisa Chuliá, otra de las integrantes del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones. «Entre1957 y 1977 en España nacieron más de 650.000 niños al año de media. Somos muchos, nos caracterizamos por tener carreras largas y bases de cotización altas, y a lo que se suma que se han incorporado las mujeres de forma masiva al mercado laboral», dijo Chuliá justificando el motivo por el que en esta ocasión se habían centrado en los baby boomers. Una generación que cree que su vida ha sido mejor que la de sus padres, o al menos eso es lo que opina el 70% de los encuestados. No obstante, el 20% declara que le resulta difícil llegar a fin de mes, y el 37% que llega justo. Sí manifiesta capacidad de ahorro un 41%. De ellos, casi seis de cada diez (58%) afirman ahorrar, como mínimo, 300 euros al mes. La media del ahorro mensual asciende a 463 euros. Ahora bien, por encima de todo, destaca que más de la mitad, el 55%, a pesar de todo, está convencido de que no serán capaz de vivir sin aprietos cuando llegue a la jubilación, y cree que acabará cobrando menos de lo que ha aportado a la Seguridad Social. Eso puede que explique, como reconocía Elisa Chuliá, que, sin saberlo, muchos se muestren partidarios del sistema sueco: «Siete de cada diez entrevistados ven adecuado que cada trabajador tenga una cuenta individual de la Seguridad Social donde se vayan acumulando cotizaciones», comentó esta experta, lo que le llevó a reivindicar que cualquier reforma de las pensiones en España se debe hacer contando con esa generación.