El Black Friday se ha consolidado definitivamente entre los gustos de los consumidores, que ven en esta campaña una forma de ahorrar de cara a la Navidad. Una nueva cita en el calendario comercial que, además, supone uno de los mayores impulsos al avance del comercio electrónico, que cada vez gana mayor cuota de mercado.

Así, según datos de la consultora alicantina 3dids.com, las ventas de los principales "e-commerce" de la provincia durante este Blak Friday se dispararon entre un 35% y un 60% con relación a la campaña del año pasado, una cifra muy por encima del 26% que vienen aumentando las compras online el resto del año. De hecho, para muchos de ellos esta promoció ya supera en importancia a las rebajas y representa alrededor del 33% de su facturación anual.

Eso sí, no todos los sectores se benefician por igual. Según la firma dirigida por Andrés de España, el textil hogar mejoró sus ventas un 35% respecto a 2018; el calzado y los complementos lo hicieron en un 40%; y lo que más se incrementó fue la tecnología, con un 60% más ventas.

En la misma línea, desde la consultora recalcan que este año se han subido con fuerza al carro del Black Friday los servicios. Por ejemplo, la venta de servicios de salud crece también un 40% en el periodo.

En cualquier caso, De España destaca que el éxito o fracaso en esta campaña depende mucho de la estrategia elegida y de si las marcas han sabido planificar y comunicar con tiempo a sus clientes sus ofertas. Así, "algunos vendedores se adelantaron ofreciendo los mayores descuentos a principios de semana, pero los consumidores han preferido esperarse al jueves y viernes con la esperanza de encontrar mejores precios", explican desde la consultora.

Además, también apunta que las tiendas online que no tienen buen rendimiento durante el año, tampoco lo consiguen durante el Black Friday.