Una salida voluntaria y pacífica que, aún así, ha removido la Institución Ferial Alicantina (IFA). Antonio Martínez, hasta ahora vicepresidente y, tras la marcha de Jesús Vicente, también tesorero accidental, ha presentado su renuncia no solo a seguir ocupando esos dos cargos, sino también a la vocalía en el comité de dirección del recinto ferial, como representante del Ayuntamiento de Elche. Justifica su decisión en motivos de índole exclusivamente personal y en la necesidad de dedicar más tiempo a otros proyectos en Elche, donde está al frente de la empresa municipal Pimesa, y, entre ellos, al proyecto del campus tecnológico o a la ampliación del parque empresarial de Torrellano, según la carta que ya le ha hecho llegar al presidente de IFA, José Luis Gisbert, y de la que se ha dado traslado al resto de miembros de la cúpula directiva. Su marcha, en cualquier caso, se produce justo cuando falta medio año para la renovación de los órganos de dirección del recinto, y obliga a hacer una reorganización, sobre todo por lo que respecta al puesto de tesorero, y a la plaza del Ayuntamiento ilicitano en el comité. De momento, la vicepresidencia parece que quedará vacante. Con su decisión, el economista ilicitano pone fin a su segunda etapa en IFA.
Antonio Martínez ya estuvo en la institución entre los años 1988 y 1996, en aquel entonces como director general, algo que compatibilizó entre 1989 y 1992 con el puesto de director gerente de la Fundación Ficia. Este periodo precisamente coincidió con la marcha definitiva de la feria de calzado de Elda y con el traslado de la institución del municipio del Medio Vinalopó a Elche, al emplazamiento que ocupa actualmente. Una de las etapas más polémicas y complicadas de la historia del recinto. Fue en mayo de 2016 cuando el gerente de Pimesa se volvió a encontrar con la feria, en este caso, con el nombramiento como vocal representante del Ayuntamiento de Elche y su consiguiente designación como vicepresidente. Una segunda fase que tampoco estuvo exenta de complicaciones, sobre todo por la deuda, que rondaba los 76 millones de euros, y la asfixiante falta de liquidez, hasta el extremo de que llegaron dos embargos: uno de Suma, por 375.000 euros del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) adeudados al Ayuntamiento de Elche desde 2012, y otro notificado por el juzgado después de que el despacho Tomás Llavador Arquitectos e Ingenieros SL pidiera la ejecución de la sentencia que condenaba al recinto a pagar 1,8 millones de euros, más 561.111,16 euros en concepto de intereses y costas, por el macroproyecto de ampliación que nunca se acabó. El Consell, no obstante, acabó saliendo al rescate de la feria y se logró encauzar la situación. De hecho, ha sido en Antonio Martínez en quien más se han apoyado tanto el propio Gisbert como la actual directora general, Esther Guilabert, en los momentos más críticos, lo que explica la convulsión que ha supuesto su renuncia. En la misiva, sea como sea, Martínez pone el acento en que la situación ya ha comenzado a normalizarse y que hay una cúpula más colegiada, además de deshacerse en agradecimientos hacia el presidente, la directora general y el comité de dirección, así como hacia el conseller de Economía, Rafa Climent, y el subsecretario de Economía, Natxo Costa.
Su salida, en cualquier caso, obliga a hacer una reorganización provisional, hasta que venza este mandato, el próximo mes de mayo. Inicialmente, la intención de la Conselleria de Economía era que la ratificación de los que siguen y los posibles cambios se hicieran efectivos en el último tramo de este año, sobre todo con vistas a que la aprobación de los presupuestos del próximo ejercicio recayera ya en la nueva directiva, algo que, al final, se ha descartado. Se ha preferido dejar que se cumplan los plazos. Eso implica que el Ayuntamiento de Elche tendrá que nombrar ya a una persona que sustituya a Antonio Martínez como vocal en el comité. En principio, el equipo de gobierno no ha tomado ninguna decisión, pero uno de los nombres hacia los que se apunta es hacia el edil de Promoción Económica, Carles Molina. En paralelo, la Conselleria de Economía elegirá a la persona que sustituya a Jesús Vicente, algo que, a priori, se aprovechará para nombrar a una mujer, después de que desde la Cámara de Comercio le afearan al Consell que todos sus representantes en IFA son hombres.
En cuanto al puesto de tesorero, será una de las personas que tienen plaza en estos momentos en el comité, mientras que la vicepresidencia se quedaría vacante. La decisión final sobre los nombres se adoptará con carácter inminente, con el objetivo de llegar al comité y al patronato, convocados para la próxima semana. Otra cosa es qué sucederá con la renovación que se debe acometer en el mes de mayo.
