Eran las doce del mediodía cuando las campanas de la Concatedral de San Nicolás avisaban de la celebración de un funeral. La plaza ya estaba llena, casi como el templo, de amigos de la familia Arias, pero, también, de una amplia representación del mundo empresarial, económico, político y social de la provincia de la Comunidad Valenciana. Una gran multitud que acudía al sepelio por el empresario Joaquín Arias fallecido el pasado domingo y que fue el fundador del grupo Vectalia, dedicado al sector del transporte y los servicios.

Veteranos empresarios y políticos se mezclaban con nuevos dirigentes para acompañar a la familia de Joaquín Arias. Un hombre que de su faceta empresarial, el párroco deán de la Concatedral, Ramón Egío, resaltó en la homilia que «siempre buscó mejorar, progresar, pero para todos», en el territorio. Egío concelebró la misa funeral con varios sacerdotes amigos de la familia Arias en un altar que estaba rodeado de coronas de flores. Y la Orquesta de Jóvenes de la Provincia de Alicante interpretó distintas piezas musicales en diferentes momentos de la misa.

Un funeral emotivo por las palabras del deán, pero también por la contención y el respeto hacia la figura de una persona «sencilla y de gran calidad humana», según coincidieron el presidente de la patronal CEV, Salvador Navarro, y el presidente de Mercadona, Juan Roig, al término de la misa. Ambos se desplazaron desde València para despedir al que «ha sido un ejemplo para nosotros siendo una persona trabajadora y cumplidora con la sociedad alicantina, valenciana y española», indicó Juan Roig.

De políticos a empresarios

Al igual que el presidente de Mercadona, Navarro valoró su trayectoria empresarial y el hecho de que «sus hijos lo están haciendo muy bien». Pero si Navarro quiso subrayar una faceta de Joaquín Arias fue que «era una de esas persona que en las épocas difíciles en las que él comenzó como empresario han sido capaces de levantar un imperio como es hoy el grupo Vectalia». También añadió que habría que «agradecerle que eligiera Alicante como la ciudad de sus negocios y de su vida personal y familiar».

Unas palabras que, probablemente, compartían las muchas personas que acudieron al templo a arropar a la mujer e hijos de Joaquín Arias. En la fila destinada a las autoridades, se encontraban el general del Moe, Raimundo Rodríguez Roca, junto a Carlos Mazón, presidente de la Diputación, y los concejales del Ayuntamiento de Alicante José Ramón González, en representación del PP, en ausencia del alcalde Luis Barcala, que estaba de viaje en Madrid; además de Natxo Bellido, edil de Compromís, y los de Vox, Mario Ortolà y Jose Juan Bonet.

También, del PSOE asistieron Francisco Sanguino y Manuel Martínez. Y, asimismo, acudieron Pedro Pernías, director general para el Avance de la Sociedad Digital de la Generalitat, y Mara Muñoz, directora general para la Lucha contra la Brecha Digital.

Pero la representación más amplia fue la empresarial. Entre otros, acudieron el presidente de la Cámara de Comercio, Juan Riera; el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Antonio Gisbert; Juan José Sellés, presidente de UEPAL; el empresario valenciano Federico Fèlix, presidente de la Federación Agroalimentaria de la Comunidad (Fedacova) y miembro de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE); el director ejecutivo de la EUIPO, Christian Archambeau; o el director de El Corte Inglés en Alicante, Juan Cabello. Igualmente, estuvieron Guillermo Moreno, presidente de Fempa; Francisco Gómez, del grupo Marjal y expresidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (AEFA); el secretario de la patronal provincial del pequeño comercio de Alicante (Facpyme), Francisco Rovira; o Luis Consuegra, director de Relaciones Externas de Mercadona en la provincia, entre muchos otros que conocían a Joaquín Arias y a su familia.

También, acudieron Ángel Franco, ex senador socialista y ex líder del UGT y José de la Casa, ex dirigente de CC OO.