El conseller de Industria eligió el viernes de una tarde lluviosa para viajar a Elda buscando el desagravio de UGT y CC OO después de ignorarlos en su primera visita. Fue el pasado 28 de octubre cuando Rafa Climent se reunió en la ciudad con representantes políticos, empresariales y aparadoras para abordar una crisis del calzado que, de momento, ha supuesto el cierre de más de diez fábricas en cuatro meses elevando la tasa de paro al 24%. Pero el conseller se olvidó de los sindicatos mayoritarios y ayer sus máximos responsables en la comarca, Ismael Senent, de UGT, y Carmen Palomar, de CC OO, le recordaron que sin ellos no hay diálogo social.

«Esto es como una orquesta y todos debemos ir a una porque de lo contrario desafinamos», señaló Palomar mientras Senent mostró su extrañeza por el hecho de que, después de cuatro años de convocatoria del plan Labora, no se haya alcanzado todavía ningún acuerdo territorial de empleo en el Medio Vinalopó. «Algo muy necesario y que ya intentamos hace un año», recordó. Por eso, los sindicatos exigen un plan de empleo, un aumento de los inspectores de Trabajo para combatir la economía sumergida y más acción política contra la «deslocalización depredadora» de las multinacionales. Climent se disculpó por dejar de lado a «un sector importantísimo que atiende los derechos de los trabajadores» y anunció un proyecto singular para la zona en el ámbito de la formación y la inserción laboral. «Estamos trabajándolo ya, pero todavía no puedo concretar el plan de choque de Labora que vamos a aplicar dada la situación que sufre Elda y el elevado paro que hay», indicó el conseller, que también se refirió a la diversificación industrial. «Traer nuevos sectores depende exclusivamente de los gestores municipales, que son los que deben definir qué quieren hacer y a dónde quieren ir», alegó.