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Filial británica del Sabadell

Las prisas y el exceso de confianza provocaron el caos informático de TSB

Un informe independiente encargado por la propia entidad arremete contra la falta de control que ejerció el consejo en el proyecto

Las prisas y el exceso de confianza provocaron el caos informático de TSB

Un calendario de implantación demasiado «ambicioso» y «poco realista»; un exceso de confianza en las capacidades de la filial informática para ejecutar la transición; y un consejo de administración que no supo ver la «complejidad del proceso» y que ni siquiera planteó preguntas que hubieran sido de «sentido común». Ésos fueron los ingredientes que propiciaron el caos que siguió a la migración informática del TSB en abril de 2018 y que acabó costando a su propietario, el Banco Sabadell, cientos de millones de euros en indemnizaciones a los clientes de la entidad británica y en las inversiones necesarias para solucionar la situación.

Así lo señala, al menos, el informe independiente que el bufete Slaughter & May ha realizado sobre esta cuestión a petición del propio TSB y que ayer divulgó la entidad a través de su web. Un documento que no deja en buen lugar ni al consejo de la filial británica del Sabadell ni a su división informática, de la que asegura que «no estaba preparada para operar la nueva plataforma» que instaló en el TSB.

En este sentido, el informe pone de relieve que, desde un principio, se decidió que toda la migración se realizaría en un solo fin de semana -lo que resulta más barato, según apunta el documento- y que ni siquiera se llegó a discutir la alternativa de hacerlo por fases, lo que habría reducido los riesgos. Así, señala que se confió en exceso en la experiencia previa del Sabadell, que había integrado en sus sistemas 12 entidades en los años previos -entre ellos la CAM-, sin tener en cuenta las especificidades del banco británico.

Pero el informe va más allá, y llama la atención sobre el hecho de que, ni siquiera cuando los problemas obligaron a retrasar la fecha prevista de la integración desde noviembre de 2017 a abril del 2018, el consejo del TSB se replanteó la conveniencia del sistema elegido. Del mismo modo, apunta que las pruebas realizadas sobre el funcionamiento no se hicieron con la escala adecuada y no se testaron, por ejemplo, en uno de los dos centros de datos del banco.

Desde el TSB dejaron ayer claro que no comparten estas conclusiones e insistieron en que nada apuntaba al caos que iba a suceder. Por su parte, desde el Sabadell se limitaron a asegurar que siempre han prestado su «apoyo» al TSB en esta cuestión y que lo importante es que ningún cliente perdió dinero.

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