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Ortiz cede a sus hijos el control de otra firma ligada al Plan Rabasa

El empresario cesa como administrador de la mercantil Predios Urbanos en favor de sus descendientes

Ortiz cede a sus hijos el control de otra firma ligada al Plan Rabasa

El promotor Enrique Ortiz continúa con sus planes para retirarse de la primera línea y ceder el control de sus negocios a sus hijos. Así, el Boletín Oficial del Registro Mercantil publicó ayer su cese como administrador único de la sociedad Predios Urbanos SA y su sustitución en el cargo por Laura y Enrique Ortiz Carratalá, en línea con lo que viene haciendo con la mayoría de compañías que controla desde que anunció su retirada.

En el caso de Predios Urbanos, se trata de una mercantil sin actividad práctica, como otras muchas del grupo, y cuyos activos principales son inversiones en otras sociedades del conglomerado y algún terreno, según se deduce de las cuentas que la compañía tiene depositadas en el Registro. En este sentido, su importancia radica en que la compañía es una de las que tiene derecho a un asiento en el consejo de administración de Urbanika, el holding que Ortiz creo en su día junto a Bancaja y OHL para desarrollar el fracasado Plan Rabasa -donde debía instalarse la tienda de Ikea en Alicante-, además de otros muchos terrenos por repartidos por toda la provincia.

Predios Urbanos entró en este consejo en noviembre del año pasado, cuando la constructora de los Villar Mir decició abandonar el proyecto, como ya hiciera la heredera de Bancaja, es decir, Bankia.

Fue el pasado mes de marzo cuando Enrique Ortiz inicio el proceso para desvincularse de sus empresas y ceder la dirección de las mismas a sus dos hijos mayores, una decisión que tomó por su deseo de «jubilarse» tras más de cuatro décadas de trabajo, según afirmaron entonces desde su entorno. No obstante, las mismas fuentes reconocían que el empresario acumula un importante desgaste por todas las causas judiciales a las que ha tenido que hacer frente en los últimos años, por su supuesta participación en diversos casos de corrupción. Unos casos que también han minado su imagen y que provocan que en estos momentos su presencia al frente de sus empresas sea más una carga de cara a emprender nuevos negocios que un activo.

De esta forma, poco a poco el Borme ha ido recogiendo el goteo de cambios que ha ido formalizando el promotor y que ya se han completado en las principales firmas del grupo familiar. Entre ellas la joya de la corona del conglomerado, Cívica Construcciones y Contratas, con la que participa en la contrata de la recogida de basura de Alicante, o la propia cabecera del holding, Grupo Cívica Construcciones y Servicios del Mediterráneo. En algunos casos, son sus hijos Laura y Enrique Ortiz Carratalá los que asumen las administración mancomunada de la compañía y en otras se ha creado un consejo de administración.

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