Plástico: botellas, vasos, pajitas, cucharillas, bolsas de un solo uso, además de latas, envases, toallitas higiénicas... Todo eso forma parte de los doce millones de toneladas de basura que cada año reciben los ríos, océanos y los mares del planeta, según los datos estimados por Greenpeace. Se desconoce la cantidad exacta de plásticos que terminan en las aguas marinas, pero en el fondo de los océanos y en las playas hay millones de fragmentos de plástico, y el 80% proviene de la tierra. La ONG internacional, incluso, recuerda que una botella grande de plástico que se tira a la basura tarda alrededor de 500 años en descomponerse.
Las imágenes de especies marinas afectadas por microplásticos; el empeño de Naciones Unidas para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de su Agenda 2030; los efectos del cambio climático; además de las movilizaciones de los más jóvenes en todo el mundo, liderados por la activista sueca Greta Thunberg, exigiendo acciones para cuidar el planeta y contra la contaminación de los mares, parece que no han caído en saco roto ni para la ciudadanía ni para las empresas. De hecho, muchas de ellas reconocen que son sus propios clientes los que demandan y valoran acciones más sostenibles. En el ámbito económico, las grandes compañías han comenzado a tomar medidas y, como efecto dominó, las medianas han seguido su estela. También en Alicante, donde un gran número de firmas han iniciado planes para reducir el consumo de plástico, sobre todo de un solo uso, tanto en sus oficinas como en fases del proceso productivo.
Costes necesarios
Costes necesariosUnas decisiones que suponen sobrecostes que oscilan entre el 10% y más del 20%, según los casos, «pero necesarios, porque a largo plazo evitas que toneladas de plástico vayan a para al mar», señalaba Javier García, CEO de la cadena hotelera Magic Costa Blanca. Además, las empresas subrayan que estos gastos no repercuten en el precio final. A nivel interno, en las oficinas, han ido sustituyendo las botellas de plástico de un solo uso por otras de cristal, térmicas o de acero inoxidable y los vasos por otros de cartón reciclado o tazas de cerámica. Ahora, en muchos casos, fuentes de osmosis o máquinas de filtrado de agua reemplazan a los antiguos bidones de agua. Un cambio de estrategia que se enmarca en los criterios de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que muchas empresas han asumido y con los que intentan responder a la cuestión de cómo podemos cuidar el planeta, como se ha planteado la consultora informática de Alicante Sistel, que con una acción interna, entre los empleados, ha logrado reducir las más de 1.400 botellas de plástico de un solo uso que se consumían al mes y sustituirlas por otras ecológicas y térmicas para cada trabajador, entre otras acciones. Este plan ha supuesto un coste aproximado de 3.000 euros, según fuentes de la firma.
Similares actuaciones han realizado también firmas como Laboratorios Quinton; Suavinex; J'hayber; Grupo Marjal, Servigroup; Magic Costa Blanca y la propia patronal hotelera Hosbec, entre otras organizaciones. Todas ellas consideran que son algunos pasos que se dan hacia la sostenibilidad e, incluso, para entrar en el ámbito de la economía circular. Pero, también, entre las firmas cuya actividad principal es el proceso industrial han apostado por plantar batalla al plástico, sobre todo los de un solo uso, con el objetivo de poder acercarse lo más posible a la reglas de las 3R (reducir, reutilizar y reciclar), como destacaba Suavinex, empresa del sector de la puericultura ligera en farmacia. Una de las actuaciones que ha llevado a cabo este año en su nueva línea de cosmética pediátrica y de maternidad es el uso de envases provenientes de materias primas renovables. A nivel interno, la empresa y sus empleados han dejado de usar 2.230 botellas de plástico menos al mes, al sustituirlas por otras de acero inoxidable.
Cuando el plástico es necesario
Cuando el plástico es necesarioNo obstante, desde Suavinex se incidía en que hay que trabajar en la concienciación sobre el plástico. Es decir, que no habría que demonizarlo. Suavinex subraya que «es un material necesario en muchos procesos productivos, por lo que la apuesta de las empresas es potenciar la investigación para lograr materiales alternativos que ayuden a reducir el consumo en la fabricación, además de iniciativas que contribuyan al reutilizado o reciclado», según Gustavo Lubián director de Innovación y de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en la empresa.
Desde el calzado, la firma ilicitana J'hayber ha eliminado ya más de media tonelada de plástico de su cadena de producción nacional. Ha retirado las bolsas que envolvían los deportivos emblemáticos Olimpo y ahora se usa papel especial. Y Laboratorios Quinton también hace años que sustituyó el plástico burbuja en la caja que más se utiliza en los envíos por bobinas que se rellenan de aire, material «más ligero y limpio», apuntaba Cecilia Coll, responsable de Recursos Humanos en Quinton. Asimismo, eliminó las gomas espumas, hechas de poliuretano, un polímero artificial (tipo plástico), en la línea de las especialidades de ampollas de cristal. El material de goma espuma que las envolvían lo reemplazó por una barqueta de cartón en la que, además, caben seis unidades más. Esta fue una actuación reconocida como mejora ambiental por SIGRE, entidad sin ánimo de lucro cuya actividad es el reciclaje y tratamiento medioambiental de envases y residuos de medicamentos. Y a nivel de oficinas, en los tres últimos años Laboratorios Quinton ha ido sustituyendo los vasos de plástico por los de cartón reciclado. Además, realiza campañas de recogida de «basuraleza» en las costas alicantinas. Coll incidía en que estas acciones forman parte de «un proyecto integral de la firma que persigue la sostenibilidad y participar en el cuidado del planeta y de las personas». Sin embargo, si hay un sector que se ha puesto las pilas en la reducción del uso de plástico en sus establecimientos es el hotelero. Una línea apoyada por la patronal hotelera Hosbec, que en 2016 inició una colaboración con Ecoembes para la recogida y tratamiento de envases, tanto de plástico como de cartón y en la que participan 70 hoteles. En lo que se refiere a envases ligeros (plástico), entre 2016 y 2018 se recogieron más de 1.726 toneladas y se reciclaron 1.347. Para Nuria Montes, secretaria general de Hosbec, «es tan importante hacer una buena gestión de la reducción del uso de plásticos como establecer criterios correctos de gestión de los residuos. Nosotros apostamos por la economía circular».
La demanda de los clientes
La demanda de los clientesEl hotelero, además, es un sector donde el cliente extranjero tiene un peso importante y «se muestra muy exigente en cuestiones medioambientales», reconocía Javier García, de Magic Costa Blanca, de Benidorm. Esta cadena, al igual que muchas otras, ha diseñado planes estratégicos para los próximos años. En las piscinas de los hoteles, donde está prohibido la utilización del cristal, los vasos o cubiertos de plástico de un solo uso se han reemplazado por plástico reutilizable. También se utilizan plásticos biodegradables en los envases de jabones o champús que se ofrecen en las habitaciones. Las medidas han empezado por tres de los diez hoteles de la cadena. Y el sobrecoste varía del 10% de los nuevos envases para el baño al 50% que ha supuesto sustituir las pajitas de plástico por las de papel.
Asimismo, la cadena benidormí Servigroup -15 hoteles- ha retirado de sus establecimientos todo rastro de los plásticos, tanto en las vajillas como en las botellas. El agua se sirve en «bricks» de cartón similares a los de la leche y en la piscinas, los vasos de plástico también se han sustituido por el cartón. El sobrecoste de esta operación es del 10%, según apuntaba José María Caballé, presidente de Servigroup. «Llevamos hace años con este modelo, antes de que se hablara ya tanto de la crisis climática», añadía Caballé. Y al igual que otras firmas turísticas, el Grupo Marjal ha reducido a nivel interno el plástico de un solo uso. Ahora, en la sede utilizan botellas de cristal. El año que viene ampliarán el plan de sostenibilidad a todas las marcas del grupo, según Carlos Fur, director de márketing.
«El problema no es el material, sino el residuo mal gestionado»
«El problema no es el material, sino el residuo mal gestionado»La Asociación Valenciana de Empresarios de Plásticos (Avep) defiende que este es un material con muchas aplicaciones útiles en la vida, como prótesis, molduras de gafas, cascos de bici o piezas de automóvil. Para Avep, «el problema no es el material, sino el residuo mal gestionado. Siendo un recurso, termina su vida últil en mares o montañas. Y, además de no aprovecharse, contamina», según Cristina Monge, secretaria general de la asociación, quien pide una mayor implicación de los agentes, incluidos los ciudadanos, para lograr un engranaje sostenible.
J'hayber Elimina el plástico en las cajas de zapatos en España
La firma ilicitana J'hayber ha eliminado más de media tonelada de plástico de su cadena de producción nacional. La colección de las emblemáticas Olimpo, que se fabrican en Elche, se han dejado de servir en bolsas de plástico. Ahora usan papel especial. Su director general, Rafael Bernabeu, incide en que la firma es «una empresa familiar, concienciada con el medio ambiente y preocupada por la calidad de vida de las próximas generaciones». Esta es la primera acción, pero tendrá continuidad con otras en los próximos años.
Suavinex Envases biovasados a partir de caña de azúcar
Suavinex utiliza en la nueva línea cosmética pediátrica y de maternidad envases de materias primas renovables. Son envases biovasados. En vez de materias primas de origen fósil, se usa la caña de azúcar, procedente de cultivos controlados y sostenibles, y a partir de la que se obtiene plástico. Además, el 100% de los envases son reciclables. También trabaja en otras medidas, como el uso de plástico reciclado y la utilización en el proceso de producción de moldes que permiten el ahorro y consumo preciso de materiales.
