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La Diputación crea la marca «Made in Costa Blanca» para potenciar la industria como atractivo turístico

Ciento sesenta empresas se unen al proyecto cuyo objetivo es posicionar la provincia como un destino para todo el año

Sobre estas líneas proceso de elaboración del turrón. Héctor Fuentes / Álex Domínguez

Visitar una fábrica de turrón, ver de cerca cómo se diseña un zapato, comprobar la calidad del vino o el aceite que se elabora en la provincia, asistir a un subasta de pescado, pasear por las Salinas, o acudir a la Foia de Castalla para vivir en directo la fabricación de los juguetes son algunas de la propuestas diseñadas por la Diputación y la Cámara de Comercio bajo la marca «Made in Costa Blanca», con un claro objetivo: que la provincia sea un destino turístico atractivo para todo el año. Y para ello, los rectores del Patronato Provincial de Turismo, cuya dirección ha asumido el presidente de la institución provincial, Carlos Mazón, cuentan con la colaboración de 160 empresas repartidas por 50 municipios. El reto, que la potente industria de la provincia se convierta en un atractivo turístico complementario al sol, la playa, la naturaleza y la gastronomía, que invite a visitar la provincia los 365 días del año, según subrayó ayer Carlos Mazón durante la presentación de esta iniciativa, que vuelve a tomar protagonismo.

El proyecto, fruto de la colaboración entre la Diputación y la Cámara de Comercio de Alicante, surge con la finalidad de poner en valor los productos y la artesanía de elaboración propia mediante nuevas y atractivas experiencias, dirigidas al turismo familiar de proximidad.

La iniciativa cuenta ya con la implicación de 160 empresas vinculadas al calzado, las bodegas, el turrón, el segmento agroalimentario, las lonjas de pescado, las salinas o el textil de medio centenar de municipios. Muchas de estas compañías han firmado ya la declaración responsable de criterios y servicios de calidad y a ellas se podrán sumar sucesivamente todas las que quieran formar parte de este proyecto abierto y dinámico.

Carlos Mazón subrayó que «el turismo industrial permite ofrecer al visitante interesantes y distinguidas experiencias que consisten en visitar fábricas y centros de trabajo, así como degustar alimentos y participar en los procesos de creación de algunos de los productos más representativos de nuestro tejido empresarial».

El presidente de la Diputación remarcó el carácter de Alicante como «una provincia dinámica y competitiva» que cuenta con una gran diversidad de sectores económicos consolidados como el calzado, el juguete y el mármol, además de «una variada industria agroalimentaria que incluye la primera zona turronera del mundo, centros hortofrutícolas de referencia en Europa o un sector vinícola que gana peso con celeridad en el mercado internacional». Este nuevo producto turístico se dirige, especialmente, a turistas de la provincia, pero también al visitante nacional de fin de semana o festivos con inquietudes culturales.

Las diferentes propuestas y sus rutas, con más de 50 experiencias, estarán operativas en la web del Patronato -costablanca.org/cosasquehacer/madeincostablanca- con seis bloques según el sector al que hagan referencia. Oficios, talleres, procesos de trabajo y espacios tradicionales unen su pasado fabril, artesanal y emprendedor con los procesos productivos actuales para mostrar sus historias.

«Relatos de redes y olas» engloba el segmento de salinas, lonjas y subastas, pescaturismo, neveros, salazones, acuicultura y patrimonio marino. «Su majestad el paladar» incluirá visitas a las fábricas de chocolate, turrón y cervezas artesanales, las almazaras de aceite, bodegas o circuitos de cultivo de nísperos, alcachofas, granadas, dátiles y cerezas, así como de elaboración de miel, ñoras y pasas.

Siguiendo el rastro del turrón, la uva embolsada del Vinalopó, la fabricación de juguetes y muñecas, el calzado o las bebidas espirituosas se encuentra el apartado «Donde nace la Navidad», al que complementa «De manos y corazones», que recoge la alfarería, cerámica, artesanía y palma blanca.

«No hay puntada sin hilo ni fibra» es otra de las propuestas dirigida a mostrar trajes de fiesta, molinos de papel, bolsos y cestos o alfombras. Finalmente, «La vida cotidiana», con explotaciones de mármol y piedra, museos etnológicos o del ferrocarril, empresas de calzado o «riuraus» (secaderos de pasas).

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