Los ajustes en las redes de oficinas del sector financiero no se detienen. Tras años de recortes y de cierre de sucursales, las entidades siguen buscando el modelo que les permita mantener el servicio a sus clientes, al tiempo que hacen frente a la caída de la rentabilidad que suponen los bajos tipos de interés y a la competencia que les llega desde el mundo digital. La estrategia por la que están apostando la mayoría de bancos desde hace años es la de concentrar su actividad en oficinas de mayor tamaño, con la intención de generar sinergias y ahorrar costes. Una tendencia que ahora ha derivado en la creación de megasucursales, con las que el sector pretende aprovechar su obligada presencia a pie de calle en el centro de las ciudades para convertir sus instalaciones en grandes escaparates de su marca.
Se trata, en definitiva, de replicar el modelo de las grandes «flagship» con las que desde hace tiempo las cadenas de moda y distribución copan los emplazamientos más cotizados y que les sirven no sólo para hacer negocio, sino también para potenciar su imagen.
El último en sumarse a esta tendencia ha sido el Banco Sabadell, que ya prepara la apertura de su primera oficina «Premium» -como ha decidido denominar a este nuevo modelo- en la calle Serrano de Madrid, tal y como ya avanzó su consejero delegado, Jaume Guardiola, durante la última presentación de resultados del banco. Los planes del banco con domicilio social en Alicante pasan por la apertura de hasta 70 de estas nuevas megasucursales a lo largo de los próximos dos años, en los prevé continuar con el cierre de otro tipo de delegaciones (para el próximo ejercicio hay 200 clausuras anunciadas).
Casi la mitad de estas nuevas oficinas estarán en Cataluña, con un total de 31 inauguraciones previstas, pero la segunda demarcación con mayor número de estos centros, con unas quince, será la Territorial Este que dirige Jaime Matas, que agrupa la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares, donde la entidad tiene una de sus cuotas de mercado más elevadas al ser el territorio en el que la desaparecida CAM tenía más implantación. En Madrid habrá otra docena, mientras que el resto se repartirá en otras demarcaciones.
Según explican desde el Sabadell, el objetivo es que estas megasucursales sean «espacios de referencia» para los clientes de la entidad y que sirvan de «identificadores de marca». Sin embargo, el banco no quiere que pierdan su función como un centro de prestación de servicios financieros, por lo que descartan, por ejemplo, incluir cafetería o zonas de restauración, como han hecho otras entidades en su intento de atraer a la clientela. La idea es concentrar en estas sucursales todos los servicios que ofrece la entidad, con un mayor número de especialistas.
En cuanto a los emplazamientos, desde el banco señalan que intentarán aprovechar aquellos espacios de que ya dispongan en las distintas ciudades, aunque no descartan alquilar locales en el caso de que lo consideren necesario por motivos de espacio. La nueva oficina de Serrano tendrá unos 700 metros cuadrados, repartidos en dos plantas.
