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Ontiveros: «Europa será una economía de segunda si no entra en la pugna tecnológica»

El experto ha participado estos días en las jornadas del Instituto de Economía Internacional de la UA

Emilio Ontiveros, poco antes de participar esta semana en las Jornadas de Economía de la UA. pilar Cortés

P Usted ha hablado en su ponencia sobre Europa en la pugna tecnológica global. ¿En que situación se encuentra España para competir en este escenario?

R España está dentro de Europa, que está rezagada respecto a los dos grandes contendientes hoy por la hegemonía digital: EE UU y China. Dentro de las grandes compañías con capitalización bursátil, no hay ninguna europea. Y en aplicaciones y técnicas de la nueva generación digital, como la telefonía 5G, Europa tampoco tiene un papel especialmente activo. La Unión Europea tendría que asumir la prioridad de acelerar inversiones para la transición digital. La nueva presidenta de la Comisión ha hablado de la necesidad de que Europa acelere la transición hacia las energías limpias y la transición digital.

P ¿Qué medidas habría que implementar?

R Estamos en un momento importante. Aún más porque, como hemos sabido estos días sobre las previsiones de crecimiento de Europa, la UE está «japonizándose». Está estancándose, dominada por una anemia económica. Sería una oportunidad anticipar inversiones coordinadas entre todos los países o de las propias instituciones europeas para acelerar esas dos transiciones, que significan cumplir con los objetivos de la Cumbre de París y avanzar en la transición tecnológica.

P ¿Hay condiciones para afrontar estos retos?

R Las condiciones actuales son importantes. Los tipos de interés nunca han estado tan bajos. La gran cuestión es si tendría sentido aplazar exigencias claves para el bienestar de los europeos, cuando los tipos de interés a los que se puede financiar Alemania o el Banco Europeo de Inversiones, por poner dos casos, están en territorio negativo. La digitalización va a marcar la prosperidad de las naciones. Ya lo está haciendo. Europa se quedó rezagada en inversión en conocimiento frente a EE UU y China. Y China está invirtiendo en investigación y desarrollo mucho más que Europa.

P ¿Que pasaría si nos quedáramos fuera del nuevo contexto tecnológico?

R Seríamos una economía de segunda división. La primera es la división digital. Uno puede quedarse sin satisfacer las necesidades de inversión importantes cuando el coste de las mismas es muy elevado o la financiación es muy costosa. Pero no es el caso actualmente. Por tanto, supeditar o condicionar el progreso digital de Europa en las circunstancias actuales es complicar la prosperidad de la gente. Insisto, en un momento en el que, además del reto digital, hay otro inmediato que es procurar salir de esa situación de estancamiento, de «japonización» en la que está la UE.

P La Comisión Europea ha rebajado las previsiones de crecimiento para España. Hay quien habla de que estamos a las puertas de una crisis ¿Usted lo ve así?

R Esas previsiones hablan de un crecimiento del 1,9% para este año y también por debajo del 2% para 2020. Pero el problema no es el bajo crecimiento de España, sino que la locomotora de Europa, que es Alemania, está coqueteando con la recesión y el estancamiento. La economía española está muy integrada en Europa para bien y para mal. Hasta ahora ha sido para bien. Pero, si Europa pierde el pulso, la economía alemana se desploma, baja la producción industrial y la inversión no crece, el margen de maniobra autónomo que tiene una economía como la española es limitado.

P Pero, ¿cree que estamos a las puertas de una crisis?

R No. No creo que haya una recesión en España. El hecho de que crezcamos algo por debajo del 2% este año y el que viene no es un cataclismo. Eso continuará siendo compatible con un poco de creación de empleo. Además, otra cosa importante es que vamos a seguir observando que el crecimiento va a estar compensado con el dinamismo por una contribución del sector exterior y de la demanda interior. Frente a la desaceleración, el grado de preparación que tiene la economía española es más favorable que el de anteriores periodos de crisis. La gente está menos endeudada y las empresas también están menos endeudadas y más internacionalizadas. E, incluso, el sector exterior está mucho más saneado.

P Decía que España está creciendo, pero se han ralentizado la creación de empleo y la reducción del paro ¿Qué tipo de medidas habría que tomar?

R Sobre todo, lo que se ha deteriorado es el paro. Sin embargo, en los últimos datos mensuales hemos visto que ha aumentado la afiliación a la Seguridad Social. Es compatible que aumente el empleo y suba el paro, sobre todo, si aumenta la población activa, si más personas quieren incorporarse al mercado laboral. Lo que es un hecho es que ya se está creando empleo a un ritmo menor que en ejercicios anteriores. Y, aunque se cree trabajo el próximo año, el ritmo será inferior a lo que lo ha hecho en 2018 y 2019.

P Y esta situación, ¿en qué escenario nos sitúa?

R La economía española ha mejorado mucho en los últimos 15 ó 20 años, pero seguimos teniendo un desequilibrio, que es el desempleo, lo que revela que va a ser muy difícil bajar la tasa de paro en los próximos años por debajo del 14%.

P ¿La tregua comercial entre Estados Unidos y China dará un impulso a las exportaciones?

R Sería clave que las negociaciones que están manteniendo terminaran con un acuerdo que normalizara la situación en el mundo. Si la guerra comercial entre Estados Unidos y China concluye, es una buena noticia para economías como Alemania. Para este país es clave que el gigante asiático vuelva a comprar. Y si mejora Alemania, nosotros también vamos a mejorar. Si en el clima internacional se reducen las tensiones, todas las economías de la eurozona y la española, entre ellas, se van a beneficiar.

P¿Cómo ve el final del Brexit

R Dentro de la incertidumbre que hay, el escenario más deseado es que, al final, se permitiera la libre circulación de mercancías. Significaría que podríamos vender como lo estamos haciendo ahora.

P ¿Como ve el panorama con un escenario que parece muy abierto sobre los resultados de las elecciones

R Hasta ahora, la interinidad política que ha vivido España no ha afectado mucho al crecimiento. En estos cuatro años hemos tenido varios gobiernos en funciones. No hemos tenido un presupuesto estable, pero, sin embargo, la economía ha seguido creciendo el doble que el promedio de la eurozona. Eso quiere decir que, a pesar de la inestabilidad, el empresariado, sobre todo las medianas empresas, están hoy mejor que antes. Están más internacionalizadas y han aprovechado las buenas condiciones de financiación para sanear su estructura financiera. Otro factor a destacar después de las elecciones es el compromiso inequívoco que tiene España con el mantenimiento de la eurozona. España es de los pocos países en los que ninguna fuerza política ha cuestionado el cumplimiento de las reglas de la eurozona o, incluso, la pertenencia a la misma. En otros parlamentos europeos hay fuerzas políticas muy euroescépticas. En España, por ahora, no.

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